Jose Ulysse, fundador y director del Centro Hospitalario Fontaine —ubicado en el extenso barrio marginal de Cité Soleil de la capital Puerto Príncipe—, dijo a The Associated Press que las pandillas incendiaban las casas que rodean el hospital e impedían salir a todos los que estaban dentro. Anteriormente había dicho que parecía que los grupos delictivos habían ingresado al hospital.
Ulysse dijo que la Policía Nacional de Haití respondió a su llamado de auxilio y llegó con tres camiones blindados para evacuar a 40 niños y 70 pacientes hacia una residencia particular en una zona más segura de la ciudad. Entre las personas evacuadas con precaución había niños que requerían de oxígeno, dijo.
“Las pandillas tienen el control absoluto de la zona”, comentó.
Un portavoz de la Policía Nacional de Haití no devolvió de inmediato un mensaje en busca de comentarios.
El hospital es considerado un oásis y un salvavidas en una comunidad dominada por las pandillas, que han desatado enfrentamientos cada vez más violentos entre ellas. En consecuencia, los civiles que viven en Cité Soleil habitualmente han sido violados, golpeados o asesinados.
Ulysse dijo que los responsables eran miembros de la pandilla Brooklyn, encabezada por Gabriel Jean-Pierre, mejor conocido como “Ti Gabriel”. Jean-Pierre también es el líder de una poderosa alianza de pandillas conocida como G-Pep, una de dos coaliciones rivales en Haití.
La pandilla Brooklyn cuenta con unos 200 miembros y controla ciertas comunidades dentro de Cité Soleil, entre ellas Brooklyn. Se dedican a la extorsión, el robo de mercancías y la violencia generalizada contra la población civil, según un informe reciente de las Naciones Unidas.
“La coalición G-Pep y sus aliados han fortalecido considerablemente su cooperación y diversificado sus fuentes de ingresos, en particular mediante el secuestro extorsivo, lo que les ha permitido reforzar su capacidad de combate”, señala el informe.
Cuando la AP visitó el Centro Hospitalario Fontaine a principios de este año, Ulysse dijo en entrevista que las pandillas le habían atacado personalmente en dos ocasiones anteriores.
En todo Haití, las pandillas se han vuelto más poderosas desde el homicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, y los secuestros y los asesinatos siguen en aumento.
Por lo menos 20 pandilleros armados irrumpieron este año en un hospital dirigido por Médicos Sin Fronteras y secuestraron a un paciente de un quirófano. Los criminales lograron ingresar tras simular una emergencia médica, indicó la organización.