El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el miércoles un cambio en la jefatura de la oficina que lidera los diálogos de paz con grupos armados en el país, una de las principales apuestas en su administración.
Petro indicó en un mensaje en su cuenta de X, antes Twitter, que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz será dirigida en adelante por Otty Patiño, cofundador de la extinta guerrilla M-19, la misma en la que militó Petro durante su juventud.
Además de ser el nuevo alto comisionado, Patiño es el jefe del equipo negociador del gobierno con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, alzada en armas desde 1964 bajo la inspiración de la revolución cubana.
Otty Patiño recibe la batuta en un momento en que tambalean las dos mesas de conversación más avanzadas con grupos armados ilegales, en el proyecto gubernamental denominado “paz total”, un esfuerzo para disminuir las confrontaciones y alcanzar acuerdos con ilegales y bandas urbanas.
Petro agradeció en su mensaje el «inmenso esfuerzo” de Danilo Rueda, experto en situaciones de conflictividad y defensor de víctimas de la violencia, sin especificar la razón de su salida del cargo.
Rueda estuvo al frente del Alto Comisionado desde el inicio del mandato de Petro, que asumió en 2022 como primer presidente de izquierdas en el país.
El diálogo con el ELN pasa por una fase crítica luego del mediático secuestro de los padres de Luis Díaz, futbolista de la Selección colombiana y del club inglés Liverpool. La madre recuperó la libertad el mismo día del rapto y el padre estuvo 12 días cautivo.
El gobierno está exigiendo el fin de los secuestros como práctica en el conflicto y la liberación de quienes permanecen en cautiverio. Según dijo Patiño en entrevista reciente con The Associated Press, tienen información de 19 secuestrados por el ELN.
Sin embargo, el máximo jefe de la agrupación, alias “Antonio García”, ha dicho que no aceptarán imposiciones y justificó el secuestro indicando que sus estructuras tienen la orientación de “realizar operaciones militares para conseguir finanzas”.
El otro proceso de diálogo más avanzado es con las disidencias Estado Mayor Central, formado por quienes nunca firmaron el acuerdo de paz de 2016 entre el Estado y la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las conversaciones se suspendieron durante dos semanas por decisión de los alzados en armas y ambas partes anunciaron su voluntad de reanudarlas sin especificar una fecha.
Para Jorge Restrepo, director del centro de investigación y estudios sobre conflictos armados CERAC, el cambio de alto comisionado podría favorecer un avance más rápido, en especial en la negociación con el Estado Mayor Central.
“Creo que se había agotado el liderazgo que tenía Danilo Rueda frente a esta negociación. Entonces, eventualmente puede avanzar mejor, pero eso va a depender de la estructura de negociación que diseñe Otty Patiño”, explicó Restrepo a The Associated Press.