Grupos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Segunda Marquetalia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) en Colombia y Venezuela, o Sendero Luminoso en Perú siguen siendo «las amenazas terroristas más importantes de la región», según el Informe Nacional sobre Terrorismo 2022 del Departamento de Estado de EEUU.
«Colombia, Perú y Venezuela continuaron experimentando actividad terrorista», dice el informe, el cual destaca que la Segunda Marquetalia, las FARC-EP y el ELN continuaron «cometiendo actos de terror en Colombia y Venezuela», a través de acciones violentas como atentados con bomba, secuestros, violencia contra poblaciones civiles y miembros desmovilizados de las FARC, además de ataques a la fuerza pública.
En Colombia, dice el informe, existen diferentes características que permiten que los grupos operen impunemente, como el terreno accidentado y la densa cubierta forestal, las bajas densidades de población y una presencia gubernamental «históricamente débil», incluso es su frontera con otros países, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
En este sentido, sostiene EEUU, el Acuerdo de Paz firmado en 2016 aún enfrenta muchos desafíos, así como los continuos vacíos de seguridad que facilitan «las actividades terroristas y ataques contra civiles, fuerzas de seguridad e infraestructura en 2022».
En Venezuela, reza el informe, «la mayor parte del territorio venezolano está desgobernado o mal gobernado».
Esto, sumado al «entorno algo permisivo» por parte del gobierno han permitido la operación de estos grupos, en particular el ELN, las FARC-EP y la Segunda Marquetalia.
Y, en Perú, el grupo Sendero Luminoso «normalmente ataca a los servicios de seguridad peruanos y se sabe que lleva a cabo ataques contra civiles» y, además, asegura el informe, «lleva a cabo una variedad de actividades ilícitas, induciendo a la extorsión, el asesinato y el tráfico de drogas».
Continúa la inseguridad, pero hay cooperación
El Departamento de Estado también señala en su informe que el terrorismo siguió siendo una preocupación de seguridad en el hemisferio occidental, el año pasado.
«Las organizaciones terroristas transnacionales tienen una presencia limitada, con pequeños grupos de partidarios en la región», agregó.
Y añadió que factores como la corrupción, las instituciones gubernamentales débiles, la cooperación interinstitucional insuficiente, la legislación débil o inexistente y los recursos limitados han representado los obstáculos para lograr la seguridad.
Sin embargo, el informe resaltó los esfuerzos de los gobiernos del hemisferio y la cooperación regional contra el terrorismo.
Por otro lado, el Departamento de Estado enfatizó en que el grupo terrorista Hizbulá, que opera desde el Líbano con el respaldado de Irán, «continuó su larga historia de actividad en el hemisferio occidental, incluida la recaudación de fondos por parte de sus partidarios y financistas en lugares clave» e, incluso, resaltó la ubicación de algunos de sus miembros, en países como Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Perú y Estados Unidos.
En cuanto los esfuerzos regionales para contrarrestar el terrorismo, EEUU también resaltó el trabajo del Comité Interamericano Contra el Terrorismo (CICTE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que celebró por primera vez su Consulta de los Estados parte de la Convención Interamericana Contra el Terrorismo.
A finales de 2022, dijo EEUU, el sistema fronterizo integral del Departamento de Estado (PISCES) estaba desplegado en 23 países, «brindando seguridad fronteriza en tiempo real a socios de todo el mundo». En 2022, la CICTE completó 21 visitas a socios extranjeros para realizar actualizaciones del sistema y el año pasado Colombia y Eswatini firmaron un Memorando de Intención en 2022 para establecer programas PISCES en sus países.