Las críticas entrecruzadas, la “crisis” en la frontera y las críticas -directas y veladas- al gran ausente, el favorito Donald Trump, dominaron este miércoles el cuarto debate de primarias presidenciales republicanas en Estados Unidos, a semanas del inicio oficial del año electoral.
La exembajadora ante la ONU, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, y el empresario Vivek Ramaswamy, se midieron nuevamente frente a frente, esta vez en Alabama, en uno de los cara a cara de las primarias republicanas con participación más reducida en la historia de estos eventos. El evento fue, además, uno de los más acalorados de los celebrados hasta el momento.
La migración fue uno de los temas que dominó la primera parte del debate y causó intercambios de acusaciones entre unos y otros, aunque todos los precandidatos coincidieron en señalar al presidente demócrata Joe Biden como el principal responsable de la “crisis” en la frontera sur con México.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, inició la defensa de su política de mano dura en la frontera sur con una velada crítica a Donald Trump, prometiendo que terminará el muro a lo largo de la frontera que el expresidente prometió construir, y que no terminó. “Voy a cobrar aranceles por las remesas de los trabajadores extranjeros cuando envíen el dinero a países extranjeros. Les vamos a cobrar impuestos y vamos a construir un muro con eso”.
DeSantis insistió en que “los cárteles de la droga matan a miles de estadounidenses cada día” y aseguró que, en caso de resultar elegido, hará todo lo posible por cerrar el flujo de drogas por la frontera con México.
El resto de los precandidatos abogaron por una posición fuerte frente a los miles de migrantes que llegan por las fronteras terrestres de EEUU. Nikki Haley criticó las políticas de la administración del presidente demócrata Joe Biden que -según la exembajadora ante la ONU- ha otorgado protección temporal a cientos de miles de venezolanos, con un gran gasto para la seguridad social del país, y quienes –aseguró- tendrán un efecto llamada sobre otros migrantes.
“Tenemos que ir y deportar a esta gente”, insistió Haley en referencia a las entradas ilegales de migrantes por la frontera sur estadounidense.
Tensión en el ambiente
Como se era de esperar, Haley y DeSantis abrieron el debate intercambiándose duras críticas. Sin embargo, fue de nuevo Ramaswamy, el más joven en la carrera, quien volvió a protagonizar los encontronazos más sonados con sus contrincantes.
Primero con Haley y luego con el exgobernador Christie, quien incluso llegó a salir en defensa de la exgobernadora de Carolina del Sur frente a las “ofensas” del empresario, conocido por su actitud provocadora y sus comentarios incendiarios.
“Va a hacer falta alguien que tenga sus mejores días de vida por delante para ver un país que tenga sus mejores días por delante y creo que puedo llegar a esa próxima generación mejor que nadie en esta contienda”, aseguró Ramaswamy.
Christie también retó a sus compañeros de escenario al reprobar su reticencia a atacar al principal contrincante en la carrera por la nominación presidencial republicana, Donald Trump, a quien calificó como Voldemort, “el que no debe ser nombrado», por el silencio de sus contrincantes en torno a la figura del controvertido exmandatario durante el debate.
“No hay mayor cuestión en esta carrera, que Donald Trump”, insistió el exgobernador.
La “cuestión Trump”
Christie, quien fuera uno de los más cercanos colaboradores del expresidente Trump, aseguró que al expresidente Donald Trump no le preocupa el pueblo estadounidense. «Es siempre Trump primero», aseveró.
El exgobernador de Nueva Jersey fue el más crítico y en gran parte, el único, que se atrevió a desafiar abiertamente al gran favorito en las encuestas republicanas, donde reina con un 61 % de popularidad, frente a sus más cercanos competidores DeSantis y Haley, quienes mantienen un 13,5 % y un 10,3 %, respectivamente, según RealClearPolitics.
Las menciones de Christie al expresidente Trump provocaron abucheos del público reunido en Alabama. “Podrán hacer todo lo que quieran y seguir negando la realidad, pero si negamos la realidad como partido, tendremos cuatro años más de Joe Biden”, respondió.
El veterano político hizo mención además a las declaraciones de Trump y sus bromas sobre si sería dictador ”por un día” tras su eventual regreso a la Casa Blanca. “Este es un hombre enojado y amargado que ahora quiere volver a ser presidente porque quiere imponer represalias a cualquiera que no haya estado de acuerdo con él”, advirtió.
DeSantis evitó en repetidas ocasiones atacar frontalmente a Trump, y Ramaswamy solamente se refirió a sus 77 años de edad, como un factor determinante. En sus argumentos finales, Nikki Haley finalmente se refirió a Trump claramente como un agente de “caos”.
“Debemos acabar con el caos, pero no podemos poner fin al caos demócrata con caos republicano. Y eso es justo lo que Donald Trump ofrece”, opinó la exembajadora ante la ONU. “Mi enfoque es diferente; sin dramas, sin venganzas”.
Al igual que en el primer debate en Wisconsin, el segundo en California, y el tercer cara a cara en Miami, el expresidente Trump decidió no asistir para en cambio participar en otros actos de campaña. En esta ocasión, el exmandatario se reunió con donantes en un evento de recaudación de fondos para su campaña.
Organizado por la cadena conservadora Newsnation y moderado por un panel conformado sólo por mujeres, entre ellas la conocida expresentadora de Fox News Megyn Kelly.
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