Noboa, quien asumió el 23 de noviembre para un periodo de 18 meses, habló ante el foro internacional sobre la situación de Ecuador, del que según dijo pasó a ser «considerado un país de paz” a uno que ahora se ve amenazado por una ola de delincuencia organizada transnacional.
Refirió que “casi todos los días, por los últimos 60 días, hemos tenido amenazas de muerte, asimismo nuestros ministros y sus familias”, aseguró sin dar mayores detalles.
Al presidir la sesión del Consejo de Seguridad, el mandatario de 36 años dijo que su gobierno tiene una deuda pendiente, «ya que dentro de las mismas elecciones (en las que alcanzó la presidencia en segunda vuelta) tuvimos a un candidato presidencial que fue asesinado”. Se refirió a Fernando Villavicencio, quien abanderó la lucha contra la corrupción durante su campaña.
“El crimen transacional demanda una contundente y oportuna respuesta”, dijo Noboa, y abogó por “el apoyo de la cooperación internacional” en favor de la paz.
En los últimos tres años, Ecuador ha vivido una escalada de violencia e inseguridad inédita que las autoridades han atribuido a la presencia de grupos de delincuencia organizada vinculados al narcotráfico, que han desafiado al Estado a través de una ola de actos delincuenciales y criminales, tanto en las cárceles del país como en sus calles.
En 2022, el país superó el récord de muertes violentas con una tasa de 25 por cada 100.000 habitantes lo que se tradujo en unas 4.600 muertes que lo colocaron entre los más peligrosos de la región, según las estadísticas oficiales.
Desde 2021 y hasta 2023 en las cárceles se han registrado 450 reclusos asesinados durante enfrentamientos sangrientos entre bandas, que según autoridades se producen por la disputa de poder y control de las rutas de tráfico y microtráfico de drogas.
El miércoles, antes de viajar a Estados Unidos, el presidente ecuatoriano dijo que recibió un pedido de un grupo de delincuencia organizada para establecer un pacto de paz, lo que atribuyó a una muestra de que su gestión está funcionando. Afirmó que no se ha contemplado esa posibilidad.