Estados Unidos, el más firme aliado de Israel en su guerra contra Hamás, reconoció el domingo que el ejército israelí está fallando en su intención anunciada de proteger a la mayor cantidad posible de civiles palestinos en la Franja de Gaza.
«Es imperativo que se proteja a los civiles», dijo el secretario de Estado Antony Blinken a la televisora CNN. El jefe de la diplomacia estadounidense advirtió que Israel no había logrado proteger a los civiles palestinos mientras continúa su ofensiva contra los militantes islamistas en el estrecho enclave a lo largo del Mar Mediterráneo.
Blinken mencionó que lo que Washington no percibe «son tiempos de reducción del conflicto para que se pueda llevar más ayuda» a Gaza y líneas de «claridad en la demarcación» para áreas donde Israel no atacará con el objetivo de que los civiles puedan encontrar refugio seguro.
«Creemos que es necesario un mayor esfuerzo para proteger a los civiles», dijo Blinken, para que que «la brecha» entre lo que Israel ha prometido: proteger a los civiles, y la realidad de los miles de asesinados en los bombardeos, «sea lo más estrecha posible».
Tal como están las cosas, según dijo a ABC, «existe una brecha entre su intención y los resultados».
Una 18.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto en la ofensiva aérea y terrestre israelí en las últimas siete semanas, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, reconocidas por las Naciones Unidas
En el ataque sorpresa del 7 de octubre, Hamás asesinó a unos 1.200 personas y capturó a unos 240 rehenes. Hamás todavía mantiene retenidas a unas 140 personas.
«Todos quieren que (a guerra) termine lo más rápido posible», pero que correspondía a Israel decidir cuándo suspender su ataque, indicó Blinken, quien agregó que Hamás también podría poner fin a sus ataques contra Israel y liberar a los rehenes restantes.
El secretario de Estado advirtió que “cuando termine la gran campaña militar, esto no habrá terminado” y añadió que no habrá una paz duradera para Israel “a menos que se cumplan las aspiraciones palestinas”.
Israel continuó atacando objetivos en Gaza el domingo. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, sus efectivos habían atacado más de 250 objetivos en las últimas 24 horas, incluidos algunos en el sur cerca de Khan Younis, pero también el barrio Shajaiya de la ciudad de Gaza, en el norte.
A los palestinos se les dijo que evacuaran al sur de Gaza para evitar los combates en el norte, pero los desplazados a menudo no han podido encontrar un territorio seguro refugiarse. Israel dice que los combatientes de Hamás utilizan a los civiles como escudos humanos, una acusación que Hamás ha rechazado.
La crisis humanitaria ha empeorado y 9 de cada 10 personas en Gaza no pueden comer todos los días, según Carl Skau, subdirector del Programa Mundial de Alimentos.
El ejército israelí dice por su parte que su ofensiva debe continuar para eliminar el control de Hamás sobre Gaza, por lo que está ampliando sus operaciones en el sur de la Franja de Gaza.
«Cualquier muerte y dolor para un civil es doloroso, pero no tenemos alternativa», dijo el sábado el teniente coronel israelí Richard Hecht a la BBC.
El asesor de seguridad nacional de Israel, Tzachi Hanegbi, ha dicho que las fuerzas israelíes han matado al menos a 7.000 militantes de Hamás hasta el momento, pero no dijo cómo se llegó a esa estimación.
La junta ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud se reunió el domingo para discutir la situación sanitaria en Gaza.
Estados Unidos está suministrando a Israel municiones para su lucha contra Hamas, un grupo terrorista designado por Estados Unidos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de emergencia de 14.000 cartuchos de munición para tanques a Israel por unos 106,5 millones de dólares, dijo el sábado la administración Biden.
El Departamento de Estado dijo que había notificado al Congreso sobre la venta el viernes por la noche después de que Blinken determinara que «existe una emergencia que requiere la venta inmediata» de las municiones por razones de seguridad nacional de Estados Unidos.
La medida se produce mientras la solicitud del presidente Joe Biden de un paquete de ayuda de uno 106.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y otros intereses de seguridad nacional languidece en el Congreso, atrapado en un debate sobre la política migratoria y la seguridad en la frontera suroeste con México.
[Con información de AP y Reuters]
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