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Desde animales endémicos hasta personajes históricos de la política y la cultura adornan los billetes colombianos, recreando la identidad del país.
Desde 1959, cuando se imprimió por primera vez un billete en Colombia, el diseño del papel y las monedas han cambiado un poco. En la actualidad aparecen algunos lugares que representan la biodiversidad del país y personajes famosos de la cultura como el escritor Gabriel García Márquez, la artista expresionista Débora Arango, el poeta José Asunción Silva, la antropóloga Virginia Gutiérrez, y de la política los expresidentes Carlos Lleras Restrepo (1966-1970) y Alfonso López Michelsen (1974-1978).
Además de los tradicionales próceres de la independencia que figuraron en los primeros billetes, de los 26 rostros que han pasado de mano en mano en cada transacción de los colombianos, cinco han sido de mujeres, dos de los cuales circulan en la actualidad.
El billete actual de 2.000 pesos (unos 51 centavos de dólar) tiene la imagen de la pintora Débora Arango, que reemplazó al prócer de la independencia Francisco de Paula Santander. El billete de 10.000 (unos 2,5 dólares) tiene como protagonista a la antropóloga Virginia Gutiérrez, que sustituyó en el grabado a la heroína independentista Policarpa Salavarrieta.
El billete de 5.000 pesos (1,27 dólares) sigue conservando el rostro del poeta José Asunción Silva, a quien lo acompañan en su reverso los páramos colombianos. Por su parte, el expresidente Alfonso López Michelsen (1974-1978) es la figura del billete de 20.000 pesos (unos 5,07 dólares), en el que figuraba desde 1996 el científico Julio Garavito Armero.
El rostro del Nobel de Literatura en 1982, Gabriel García Márquez, aparece en el anverso del billete de 50.000 (unos 12 dólares), junto a imágenes en el reverso de criaturas exóticas y detalles de la cultura Tayrona de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El expresidente Carlos Lleras Restrepo (1966-1970) es el protagonista en el anverso del billete de 100.000 pesos (unos 25,35 dólares) junto al bosque del Valle del Cocora, en el departamento del Quindío (centro) y la palma de cera, considerada el árbol nacional.
Además de los personajes, los asombrosos ecosistemas hacen parte de la historia, cultura, biodiversidad, belleza e identidad cafetera del país.
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