la comunidad que acompaña a las mujeres que deciden no tener hijos
Hace más de 10 años, cuando Lourdes Baeza comenzó a ver que todas sus amigas empezaban a tener hijos se sintió “fuera de lugar” y vivió situaciones que ponían de manifiesto “que ellas sentían que tenían más valor porque iban a ser madres”, algo con lo que ella nunca estuvo de acuerdo, pues es una de esas mujeres que, por elección, decidió no ser madre.
Desde hace un año, precisamente hace parte de Nunca Madres, una comunidad creada por una colombiana y una mexicana, en 2001, con el propósito de acompañar no solo a aquellas que tienen la duda de si convertirse o no en madres, sino también a las que definitivamente prefieren seguir su vida sin hijos.
“Recuerdo que en una comida, empezaron a hablar de pañales y accesorios de bebé, y yo no pude participar de la conversación, y de pronto una de ellas dijo ‘sorry, si te aburres, Lou; ahora hablamos de cosas de bebés’ y todas se rieron, haciéndome sentir mal”, rememora la mujer de 49 años en conversación con la Voz de América.
Pero fue el paso del tiempo el que determinó lo que quería para su vida: “Decidí no ser madre desde el momento en que me di cuenta de que no necesitaba ejercer la maternidad para ser una mujer realizada”, sino que esta sería a través de otras formas: “viajar, crecer profesionalmente, conocer amigas que estuvieran en mi misma sintonía y no depender de una imposición social para sentirme feliz o ser parte de un grupo”.
Y precisamente esa es una de las ideas que defiende Nunca Madres. Acompañar a mujeres que, por decisión, deciden no tener hijos, para sentirse escuchadas y acompañadas, pero sobre todo, hagan valer su elección.
Y es que, a propósito del Día de las Madres, que se celebra el segundo fin de semana de mayo en varios países de América Latina, las fundadoras de esta comunidad coinciden en que, aunque cada vez crece más el número de mujeres que optan por la no maternidad, aún están invisibilizadas.
Justamente, su nombre es como “un grito o un intento de visibilizarnos y de decir aquí estamos, esto es nuestra elección y estamos justo en la búsqueda de ser visibles, de encontrar incluso una palabra que nos pueda dar realidad”, explicó Sosa a la VOA.
Esta comunidad, que ya alcanza algo más de 7.000 seguidores en Instagram, nació en 2021 durante la pandemia, después de que la mexicana Irán Sosa, una de las cofundadoras de la red, comenzó a sus 37 años a sentirse presionada por el reloj biológico y a sentirse “solitaria” en el proceso, pues sus amigas ya “tenían clarísimo que querían ser mamás” y entonces decidió buscar espacios donde abordar la cuestión, hasta que encontró a la colombiana Isabel Cortés.
Cortés contó a la VOA que, tras tomar la decisión de no querer tener hijos, empezó a buscar una comunidad que, en su caso, le hubiese gustado encontrar antes: “Me hubiera gustado tener una especie de guía, como me hubiera gustado tener o saber representación, conocer a alguien que de pronto me hablara de su experiencia y con quién pudiera pronto como despejarme”. Y fue, entonces, cuando formó su espacio en inglés.
Después de charlar, a través de la plataforma Zoom, Irán e Isabel congeniaron y decidieron fundar Nunca Madres, un espacio -ya en español- dirigido especialmente a la comunidad latina, pues según explicó Irán a la VOA, gran parte de los países de la región son conservadores y se genera “cierta presión de cumplir con ciertas expectativas o con ciertos roles”, en los que entra el ser madre y además “una obligatoriedad solo por el hecho de ser mujer”.
Es decir, añadió, se vive una cultura en la que “es inconcebible que tú estés casada, que seas heterosexual y que decidas no ser mamá”. Pero, además, se genera ciertas presiones internas de ideas que, según Sosa, provienen del exterior.
Michael García, una comunicóloga mexicana, 31 años, por ejemplo, se estuvo preguntando durante mucho tiempo si, en realidad, quería traer un niño al mundo, o era una idea que la sociedad había metido en su cabeza. Solo hasta que se sentó a hablar con su pareja, ad portas del matrimonio y bajo la presión de su familia política, empezó a aclarar sus dudas.
“Empecé a indagar y empecé a entender que en realidad no es así. Que no todas, no por tener un útero debes de ser mamá o estás obligada a ser mamá. Y eso como que me cambió mucho la mentalidad, me abrió otras puertas y empecé a buscar quién más estaba hablando de eso” y así conoció Nunca Madres.
Los principios
Autonomía corporal, la creación de un puente entre las que decidieron ser madres y las que no, y el reconocimiento de las diversas situaciones y comunidades son los tres principios en los que se basa esta comunidad.
Sosa recalca que respetan la elección que hace cada persona con su cuerpo: “Claramente, tú puedes decidir sobre él. Lo que sea que decidas: ponerte un tatuaje, ser mamá, no ser mamá, lo que sea. La interrupción legal del embarazo, fertilización in vitro, lo que tú quieras. Es tu cuerpo. Tú sabes a lo que tú sometes a tu cuerpo. Nadie más te puede decir qué hacer o qué no hacer”.
El segundo principio se refiere a crear comunidad y un encuentro entre las que deciden tener hijos y aquellas que no. Para Cortés, es “respetable” tener hijos y, al final, todas las mujeres necesitan apoyarse “para superar ciertos barreras y ciertos retos… no solamente como madres y no madres”, principalmente en el tema de los cuidados.
Y el último es “el reconocimiento de la diversidad de luchas”. Es decir, explicó Sosa, que aunque algunas “viven la obligación de ser mamás por el hecho de ser mujeres”, hay otras, como las migrantes, empobrecidas, afroamericanas e indígenas que, por ejemplo, dice, “experimentan es una lucha y una resistencia muchas veces a las esterilizaciones forzadas” por su condición.
Todos estos principios, sostiene la cofundadora mexicana, encaminadas al respeto y a la colaboración, y reconociendo que maternidad no es una ni que tampoco debe ser romantizada, sino que así como hay diferentes mujeres e historias en el mundo, hay “una diversidad de experiencias” de “las maternidades y no maternidades”.
Las ayudas
Nunca Madres ofrece el taller virtual del péndulo, que ya llegó a su edición número 12, y que recibe ese nombre, precisamente, porque va dirigido a las mujeres que se encuentran en esa toma de decisión de si ser o no madre.
Para Sosa, el arrepentimiento, no tener quién cuide a la mujer en la vejez o no poder sentir el máximo amor, al que se refieren las madres, son las principales preocupaciones de aquellas que aún están tomando la decisión. Ideas, según la mexicana, infundadas en presiones sociales. Pero, además, se suman los miedos de ser mamás: el económico, la crisis mundial o que terminen con la mayoría de la carga del cuidado de los hijos.
A Lourdes, por ejemplo, esta comunidad le ha ayudado a darse cuenta que no es “la única en esta circunstancia” y le ha ayudado “a considerar temas importantes hacia una vejez sin hijos”.
En el caso de Michael, ha sido “bonito” encontrarse con otras mujeres “que ya habían tomado la decisión o que estaban pasando también por esas presiones y ahí lo compartían libremente”, además de “conocer otras historias de vida y en tener más referentes. Porque mamás vemos en todos lados, pero no mamás no vemos”.
Y, en este sentido, contó a la VOA, Nunca Madres le ha dado la “valentía para decir pues ‘esta es mi historia y es válida para mí y, a quien le ayude, aquí está’”.
Según sus cofundadoras, Nunca Madres ha acompañado a más de 120 mujeres en los distintos talleres, mesas redondas, y cursos, y cuenta con un grupo activo de WhatsApp de 269 mujeres de países como México, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, España y mujeres que hablan español y radican en Estados Unidos, Canadá y Europa.
En general, contó Sosa, son “mujeres urbanas, principalmente que tienen estudios universitarios y tienen justamente mucho privilegio poder tomar una decisión sobre su propio cuerpo”.
Y, para aquellas que ya estén completamente decididas a no ejercer la maternidad, dictan talleres sobre cómo planear una vejez plena y feliz, cómo organizarse financieramente, cómo afianzar su decisión de no tener hijos, además de ofrecer círculos de conversación y encuentros.
Pero, por otro lado, trabajan en consultoría tanto de política pública como de políticas corporativas, no solo en el impacto que tendrá en un futuro la baja natalidad sino de cómo garantizarles derechos a las que eligieron no ser madres. “Hay ciertas cosas que como política corporativa tendrías que garantizar que, independientemente de la elección que sea, todas las personas tenemos derecho al autocuidado y a cuidar”, señaló Irán.
Independientemente de la elección que tome una mujer, Irán aconseja que esta decisión no se debe tomar en solitario: “ Busquen siempre una comunidad. La comunidad es lo que te va a dar ese sostén, ese soporte, a llevar una vida un poquito más ligera. Y, a las que están decididas, que “sigan gritando sus historias, salgan del clóset porque toca pavimentar justo los caminos para que las morritas -aquellas que decidieron no tener niños- cuando lleguen a cierta edad, no sea como de estos juicios, sino que sea algo tan sencillo como ser mamá”.
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