Categorías del censo de EEUU representan erróneamente la «raza en la calle» de los latinos
Para muchos latinos en Estados Unidos, el llenar formularios en los que se pide identificación racial y étnica puede ser desalentador y confuso, especialmente cuando no hay una casilla que refleje su identidad.
Con frecuencia esto deja a muchos latinos marcando recuadros de “hispanos” que no engloban quiénes son y generando datos que no reflejan las experiencias que han vivido, según un nuevo informe dado a conocer el miércoles por investigadores de la Universidad de California, campus Los Ángeles (UCLA).
Un análisis del Instituto Latino de Política Pública de la UCLA mostró que los métodos utilizados por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) de la Oficina del Censo del Departamento de Comercio para recolectar datos raciales y étnicos no reflejan las experiencias vividas por los latinos, especialmente los afrolatinos. El informe también proporciona algunas sugerencias sobre cómo mejorar en general la recolección de datos étnicos y raciales.
“Los métodos actuales de recolección de datos utilizados por la OMB no reflejan con precisión las realidades de discriminación racial que enfrentan los latinos”, dijo Cecilia Nuñez, coautora del informe titulado “Latino is not a race: Understanding Lived Experiences through Street Race”.
“Estas omisiones tienen implicaciones significativas para el desarrollo de políticas y la asignación de recursos”, dijo Nuñez, estudiante de posgrado e investigadora de políticas en el instituto. “Los datos precisos y procesables son esenciales para elaborar políticas e intervenciones efectivas que atiendan las inequidades sistémicas que tienen un impacto sobre los latinos y traer consigo un cambio significativo”.
Maritza Guridy, residente de Filadelfia, dijo que toda su vida ha tenido que enfrentar el hecho de no contar con una casilla que encapsule quién es. En su lugar, ella marca que es de etnia hispana y de raza negra.
En 2020, Guridy era una trabajadora del censo en Filadelfia que ayudaba a personas de las minorías a llenar la encuesta federal, explicándoles lo que significaba para su comunidad el hacer eso. Halló que muchos, al igual que ella, pasaban apuros para marcar una casilla que reflejara cómo se autoidentificaban.
“Si una persona se considera afrolatina no había una sección para ella”, señaló Guridy. “Es algo que es necesario cambiar. Necesita ser reconocida y respetada, si esa es la elección de una persona sobre cómo identificarse a sí misma”.
Nuñez dijo que cuando los datos ignoran la diversidad de la comunidad latina y las “experiencias enormemente diferentes en identidades únicas”, los problemas que enfrentan se quedan fuera de las conversaciones sobre políticas.
El gobierno de Estados Unidos cambió este año la forma en la que clasifica a la gente por raza y etnia en un esfuerzo que según las autoridades federales contaría con más precisión a los residentes que se identifican como de origen hispano, de Oriente Medio o norteafricano.
Según las revisiones, cuestiones sobre raza y etnia que antes de preguntaban por separado en documentos ahora serán una única pregunta. Eso dará a la población la posibilidad de seleccionar varias categorías al mismo tiempo, como “negro”, “indígena estadounidense” e “hispano”.
Los estudios han mostrado que una gran cantidad de hispanos no tienen claro cómo responder a la pregunta de la raza cuando se formula por separado porque entienden la raza y la etnia como algo similar, y a menudo marcan “otra raza” o no responden a la pregunta.
Nancy López, profesora y cofundadora del Instituto para el Estudio de “Raza” y Justicia Social en la Universidad de Nuevo México, dijo que con el cambio la gente que marca las casillas de hispano y negro o afro-estadounidense aparecerá como multirracial en lugar de como alguien de etnia latina y de una cierta raza. López señaló que esto es problemático, porque entonces los datos mostrarán un número más alto de personas multirraciales y reducirán la cifra de afrolatinos.
“A eso lo llamo luz de gas estadística”, dijo López. “Porque dicen, ‘mantenemos la distinción estadística, no decimos que hispano es una raza, pero vamos a preguntarlo con la raza’”.
Rellenar el censo de 2020 es uno de los recuerdos más complicados de Antonio Caban, residente de Methuen, Massachusetts, y que tuvo que marcar la casilla de “otros” pese a ser un brasileño que se identifica como latino. Caban comparó rellenar el censo con intentar encontrar un nombre hispano en un llavero en las tiendas de recuerdos.
“Esto ha sido un problema para mucha gente en la comunidad latina, especialmente afrolatinos y latinos asiáticos”, explicó Caban.
Para Syreeta Bond, residente en Austin, Texas, rellenar formularios puede ser difícil cuando no hay un consenso entre diferentes agencias sobre qué opciones ofrecer a los latinos. Como afrolatina, le pareció raro que no pudiera marcar una casilla que reflejara su identidad dual.
“Amo mi lado negro y amo mi lado puertorriqueño, pero siempre tenía que elegir uno o el otro”, dijo Bond. “Si pone hispano o latino marco eso, porque si dice negro pero no latino, no puedo elegir ese”.
En su reporte, los investigadores de UCLA proponen añadir una pregunta sobre raza percibida o de calle en el censo, y que la oficina del censo defina de forma clara sus parámetros demográficos. El reporte definió “raza de calle” como la raza que un desconocido asumiría que es alguien en función de su aspecto físico.
Nuñez dijo que incluir la pregunta ayudaría a resolver las implicaciones de combinar la cuestión de raza y etnia y aumentaría la comprensión sobre cómo son racializados en público los latinos.
“Recalca las formas en la que el racismo y la discriminación a menudo se basan en una imagen de persona de color, sin importar cómo se identifique uno y en qué forma puede importar eso, especialmente para los latinos”, dijo Nuñez.
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