¿Qué busca China con la liberación de los tres estadounidenses?

Tres estadounidenses que, según Washington, fueron encarcelados injustamente en China, han regresado a suelo estadounidense como parte de un raro intercambio de prisioneros con Pekín, en una medida que, según los analistas, podría indicar la voluntad de China de hacer más acuerdos con la administración entrante de Trump.

Mark Swidan, de Houston, Texas, Kai Li, de Long Island, Nueva York, y John Leung, residente permanente de Hong Kong, se han reunido con sus familias por primera vez en años a tiempo para el Día de Acción de Gracias, el 28 de noviembre de este año, informó ABC News.

El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que habló con Li, Leung y Swidan mientras regresaban a casa.

«Les dije lo contento que estaba de que estuvieran bien de salud y que pronto se reunirían con sus seres queridos», dijo Blinken a través de su cuenta X.

Si bien el Departamento de Estado no reveló más detalles sobre el acuerdo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, confirmó que también se había devuelto a tres ciudadanos chinos.

«Tres ciudadanos chinos que fueron detenidos injustamente por Estados Unidos han regresado a su patria sanos y salvos», dijo Mao en una conferencia de prensa habitual en Beijing el jueves.

“China siempre se ha opuesto firmemente a la represión y persecución de ciudadanos chinos por parte de Estados Unidos con fines políticos y, como siempre, tomará las medidas necesarias para salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos chinos”, afirmó.

Acusado de espionaje

Los informes nombraron a uno de los ciudadanos chinos como Xu Yanjun, un funcionario del Ministerio de Seguridad del Estado chino que se convirtió en el primer espía chino en ser extraditado a Estados Unidos tras su arresto en Bélgica en 2018.

Un jurado declaró a Xu culpable en 2021 de intentar robar diseños para un ventilador de motor de GE Aviation, con sede en Ohio. Los funcionarios del Departamento de Justicia dijeron que era parte de un esfuerzo organizado por parte de Beijing para “modernizar” su propia economía robando tecnología estadounidense.

Otro fue identificado como Ji Chaojun, un ex estudiante de posgrado que fue sentenciado en Chicago a ocho años de prisión por espiar para China en enero de 2023, según varios informes de los medios.

Mao se negó a identificar a los ciudadanos chinos devueltos, pero dijo que un «fugitivo» de la justicia china también había sido devuelto a la custodia de las autoridades chinas, advirtiendo que el gobernante Partido Comunista «continuará persiguiendo a los fugitivos… hasta el final».

¿Enviando una señal?

Yang Haiying, profesor de la Universidad Shizuoka de Japón, dijo que este tipo de intercambios de prisioneros son poco comunes en China y podrían tener como objetivo enviar una señal a la administración entrante de Trump.

“Tal vez China esté tratando de poner a prueba a Trump, para ver si querrá hacer varios tipos de acuerdos con China en el futuro”, dijo Yang, describiendo el intercambio como una forma de “comercio de rehenes”.

Si eso funciona, entonces tal vez China y Estados Unidos puedan hacer acuerdos más grandes en el futuro, incluidos acuerdos comerciales, acuerdos políticos y acuerdos sobre cuestiones internacionales como el Mar de China Meridional”, dijo. “Creo que están enviando esa señal”.

El comentarista de temas de actualidad Guo Min dijo que el intercambio era indudablemente en interés de Beijing en este momento.

“China considera a algunos de sus ciudadanos como supuestos patriotas con fines propagandísticos, diciendo que el gobierno chino ha hecho grandes esfuerzos para proteger a los patriotas y los ha devuelto con éxito a China”, dijo Guo.

“Todo lo que hace el gobierno chino se basa en consideraciones políticas”, dijo.

El Departamento de Estado de Estados Unidos rebajó el miércoles su aviso de viaje a China del nivel 3 (reconsiderar el viaje) al nivel 2 (ejercer extrema precaución).

El aviso ahora advierte a los ciudadanos estadounidenses de la posibilidad de una “aplicación arbitraria de las leyes locales” en China continental, Macao y Hong Kong, con la posibilidad de prohibiciones de salida en China continental.