Tras reconocer en un pleno del Partido Comunista que los planes de su Gobierno para impulsar la economía y sacar a Cuba de la crisis fracasaron en 2024, Miguel Díaz-Canel convocó a los cubanos a una «Marcha del pueblo combatiente» para el próximo viernes, 20 de diciembre.
“Está a punto de terminar otro año tremendo. Los pesimistas dirán que no pudo ser peor. Los optimistas, bando en el que militamos los revolucionarios, creemos que lo importante es haber vencido la prueba. Y los aprendizajes que nos deja”, dijo el gobernante, citado por el oficialista Cubadebate.
Díaz-Canel cerró así el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista. En la primera jornada de esa reunión, ya había dicho que los resultados de su labor «no satisfacen las necesidades de la población».
El jefe del gobierno cubano volvió a echar mano al embargo estadounidense y a los que nombra «odiadores» para derivar parte de la responsabilidad de su fracaso. También mencionó el escenario internacional «peligrosamente convulso», y el triunfo del presidente electo Donald Trump en EEUU.
En un discurso habitual, Díaz-Canel no propuso soluciones concretas a la crisis que atraviesa el país, agudizada este 2024 por el impacto de huracanes, sismos y el colapso energético.
El economista cubano Pedro Monreal criticó la jerga política con la que los dirigentes cubanos abordaron el problema de la crisis estructural que vive Cuba, de acuerdo con la cita de sus palabras en los medios oficiales de comunicación. «Asumiendo que la nota de prensa refleje lo sucedido en el pleno partidista, parecería haber predominado una liturgia de poder político entrampada en un discurso superficial en cuanto a causas, excesivamente ideologizado y pletórico de supuestos cuestionables», dijo.
“Saldremos de las dificultades actuales con creatividad, potenciando los programas de desarrollo sobre la base del talento, la innovación, el trabajo, la resistencia creativa. El momento es muy complejo, pero no insuperable”, afirmó Díaz-Canel.
No estaba claro si se refería, específicamente, al espíritu con el que su gobierno planea encaminar las prioridades del 2025, que según dijo el jueves su primer ministro, Manuel Marrero Cruz, «estarán dirigidas al trabajo político-ideológico, a consolidar la defensa de la patria, al orden interior y el enfrentamiento al delito»
Horas más tarde, en un encuentro el sábado en Venezuela con un grupo de «colaboradores» cubanos en ese país, donde participa en la XXIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Díaz-Canel aseguró que «rendirse nunca será opción», y que el país saldrá de la debacle económica «combatiendo, como siempre lo ha hecho la Revolución».
«Siendo el partido comunista -autodenominada “fuerza superior dirigente”- quien define marcos de acción y directivas de políticas, no debería desentenderse de los pésimos resultados económicos causados por sus decisiones políticas implementadas por una burocracia lerda», señaló Monreal.
El experto comentó este domingo en la red social X que el desplome de los indicadores claves en un sector como el de transporte, en enero-septiembre de 2024, en comparación con igual período similar de 2023, es un reflejo de la gravedad de la crisis estructural de Cuba. «Denota un deterioro acelerado del tejido económico y social del país», concluyó.
Cubanos residentes en la isla se quejan de los constantes apagones, la carencia de alimentos y de dificultades en servicios básicos como el abasto de agua potable, la atención médica y el transporte público, entre otros.
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