Mientras los vivos colores del verano en Washington se comienzan a tornar naranja, amarillo y rojo con el otoño, una nueva oportunidad se abre al público para disfrutar el florecimiento de los jardines de la Casa Blanca más cerca que en cualquier otro momento.
Este sábado, 14 de octubre y domingo, 15 de octubre, los residentes y visitantes de Washington podrán cruzar las puertas de los terrenos de la Casa Blanca para visitar algunos de los sitios históricos del lugar en el recorrido otoñal.
El evento hace parte de la tradición liderada por la oficina de la Primera Dama que sucede únicamente dos veces al año: en primavera y en otoño, antes de que el frío invernal se apodere de la ciudad.
Aunque el evento es gratuito, el público debe asegurarse de obtener una entrada con un horario para la visita en el Centro de Visitantes de la Casa Blanca en la capital estadounidense. Estas se entregarán a partir de las 8:30 de la mañana hora local, cada día.
El Servicio de Parques Nacionales estima que unas 30.000 personas se darán cita en la residencia del presidente de EEUU para los recorridos de otoño.
Como parte del recorrido, los espectadores pasarán junto al reconocido Jardín de Rosas, definido por su forma rectangular abierta que deja en el centro un amplio espacio usado para conferencias de prensa, firma de leyes y recepciones diplomáticas.
El área obtiene su nombre por las abundantes rosas sembradas en 1913 por la entonces primera dama Ellen Wilson, quien se encargó de rediseñar y actualizar los jardines coloniales.
Alrededor de la Casa Blanca hay toda clase de flores y plantas ornamentales que han sido plantadas en el área por más de dos siglos.
El jardín al este de la Casa Blanca lleva el nombre de la ex primera dama, Jacqueline Kennedy. Una blanca pérgola diseñada en 1965 sirve como «ancla estructural» para flores que cuelgan a su alrededor.
Este cercano acceso al área permitirá a los visitantes tener un avistamiento a través de las ventanas de la Casa Blanca que dan un abrebocas de la vida al interior del edificio, que no está accesible durante el recorrido.
Plantas conocidas como boca de dragón, vara de oro, espuela de caballero, malvarrosa y peonías crecen alrededor de la Casa Blanca, que se mantiene como el paisaje más antiguo de EEUU.
Un equipo de expertos está encargado de mantener intactos los jardines que son considerados el paisaje conservado más antiguo de Estados Unidos.
Además de los famosos jardines, el público verá de cerca el área donde aterriza el helicóptero conocido como Marine One, encargado de transportar al presidente desde y hacia la Casa Blanca a sus compromisos.
La caminata está protagonizada por curiosos datos que buscan sumergir a los visitantes en los detalles del terreno. Por ejemplo, que en la Casa Blanca no existe lo que se conoce como una «puerta trasera» y sin importar por donde entren las personas, bien sea por el lado sur, norte, este y oeste, «siempre estás entrando por la puerta del frente».
Las flores y plantas no son los únicos aspectos históricos de los jardines, alrededor de ellos, los visitantes apreciarán las hojas cambiando de color en los «árboles presidenciales». Se trata de árboles conmemorativos que han sido plantados por diferentes mandatarios de EEUU desde 1870.
El más antiguo es una magnolia sembrada en 1830 por el presidente Andrew Jackson.
Al finalizar el recorrido, los visitantes tendrán una vista directa al Monumento a Washington, que se levanta detrás de la fuente adornada de flores en el jardín.
Diagonal a esta se ubica uno de los lugares más importantes, el huerto de la Casa Blanca, que durante décadas a provisto de vegetales, frutas y especias a los chefs de las familias presidenciales quienes cada día preparan las comidas con lo recogido del jardín.