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Las relaciones diplomáticas entre Israel y Colombia se han tensado desde que el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Lior Haiat, convocara a una “conversación de reprimenda” a la embajadora de Colombia en ese país y anunciara la “suspensión” de exportaciones de material de seguridad a la nación andina.
La réplica del presidente Gustavo Petro no se hizo esperar y afirmó que “si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”.
El representante israelí en Bogotá, Gali Dagan, dijo que el llamado a la diplomática colombiana en Israel, Margarita Manjarrez, se dio por los comentarios del presidente Petro en su cuenta de X, antes Twitter, sobre el conflicto Israel-Hamás, y que el gobierno de Tel Aviv ha considerado “hostiles y antisemitas”.
“En la reunión se dejó en claro a la embajadora que sus declaraciones fueron recibidas en Israel con asombro ante el salvaje ataque terrorista de los terroristas del Hamás que asesinaron a más de 1.300 israelíes y secuestraron a más de 150”, afirmó.
Tras la decisión israelí, el mandatario continuó desde su cuenta de X con una serie de mensajes sobre la situación por el conflicto Israel-Hamás, en las que agregó que: “propugnamos por un acuerdo de paz que reconozca los dos estados: Palestina e Israel, su soberanía y libertad y las fronteras de 1967. La ocupación del territorio Palestino debe cesar. Palestina debe ser libre”.
Crisis inédita entre Israel y Colombia
El politólogo y profesor de la Universidad del Rosario de Bogotá, Mauricio Jaramillo, en diálogo con la Voz de América, afirmó que la tensión diplomática entre las dos naciones es “inédita” porque nunca en la historia de Colombia se había visto un “enfrentamiento” directo entre el presidente y un embajador.
Por su parte, el analista internacional y catedrático de la Universidad Javeriana de Bogotá, Manuel Camilo González, dijo a la VOA que más allá de las acciones del presidente Petro de condenar las incursiones armadas de Israel en la Franja de Gaza, y de no desaprobar de igual manera el accionar de Hamás, el mandatario ha “faltado a su palabra de ser un facilitador o mediador de una posible conferencia de paz como lo propuso en la Asamblea General de las Naciones Unidas para resolver la situacion palestino-israelí”.
Para Manuel Rayran, experto en relaciones internacionales y docente e investigador de la Universidad Externado de Colombia, la postura de Petro obedece a un elemento “político” pues si el presidente no “denuncia” estaría traicionando una de las banderas del progresismo con la causa Palestina en el mundo.
“Si el presidente no denuncia los actos atroces que ha cometido el gobierno de Israel contra la población civil como respuesta a la acción del grupo Hamás, pues claramente estaría traicionado una de las banderas del progresismo que buscan defender el derecho internacional humanitario y a la población en estos conflictos”, explicó Rayran.
Consecuencias en materia comercial y de seguridad
Sobre los comentarios en redes sociales del presidente en los que ha comparado la situación humanitaria en la Franja de Gaza con los campos de concentración nazis, para González, esto podría traer una serie de consecuencias desfavorables entre ambas naciones que tienen una larga historia de comercio.
“En materia de cooperación podría traer una serie de consecuencias porque efectivamente Israel es uno de los mayores proveedores de armamento del ejército colombiano y también en materia de inteligencia”, dijo González.
Asimismo, para el catedrático Mauricio Jaramillo, el panorama en materia de comercio “no habría consecuencias” y señaló que a pesar de que Colombia tiene un TLC con ese país, este “no es un comercio robusto porque Israel no está entre sus primeros socios comerciales”.
“Podría haber un impacto significativo en caso de que Israel suspenda las exportaciones en materia de servicios de seguridad, sin embargo, Colombia cree y considera que lo que está pasando en Gaza es un genocidio y reacciona de manera categórica a través de la Cancillería, tratando de insistir que más allá de las declaraciones de Petro lo que está ocurriendo es muy grave y obviamente esto podría poner en tela de juicio un acercamiento en materia política que ha derivado en un acercamiento en materia de seguridad”, explicó Jaramillo a la VOA.
¿Qué esperar de las relaciones bilaterales?
El portavoz de Exteriores de Israel, Haiat, dijo que las declaraciones del mandatario colombiano “afectan a los representantes del Estado de Israel y amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia”.
Sobre estos comentarios de la diplomacia israelí, Petro dijo que: “La ocupación debe cesar y las acciones militares contra la población civil porque rompe el derecho internacional humanitario”.
En ese sentido, Jaramillo apuntó que lo más seguro es que haya un desescalamiento en los comentarios por el riesgo de no asumir el rompimiento de unas relaciones políticas que han derivado en una “amistad de muchos años”.
“Es muy seguro que no haya más declaraciones porque obviamente tanto Colombia como Israel se verían muy afectados en caso de que decidan suspender la relación diplomática porque sería muy costoso para ambos, Israel necesita a Colombia para combatir el aislamiento en el que está, y para Colombia sería muy sensible perder un aliado que tiene en Medio Oriente”, relató Jaramillo.
Por lo tanto, González dice que lo “ideal” en esta situación es que la tensión alcance una “calma” en el intercambio de mensajes, pero que de llegar a dar una ruptura podría traer complicaciones para Colombia, relacionados con Estados Unidos, un fuerte aliado de Israel.
“Podría acarrear para Colombia efectos adversos en términos internacionales y diplomáticos debido a que Washington ha tenido un posicionamiento más a favor de Israel, y que coloca a Colombia en una posición opuesta, es decir, entrar en oposición del mayor socio comercial del país [EEUU] por un conflicto que sucede a miles de kilómetros”, concluyó González.
