Rachel Smith no se sorprendió cuando, a sus 36 años, le diagnosticaron cáncer de seno. Al igual que su madre, sus tías y su abuela, padeció la enfermedad, pero con la salvedad de que ella fue diagnosticada más joven que sus familiares. Aunque su cuerpo le habló y decidió asistir al médico, al principio, pensaron que no padecía cáncer por su edad. Sin embargo, un día antes de Acción de Gracias, se confirmó la noticia.
“Uno espera que llegue algún día, pero yo realmente estaba esperando mis cincuenta o sesenta años, así que supe lo que tenía que hacer de inmediato. Y yo no iba a pelear de esa manera. Entonces, opté por hacerme la doble mastectomía de inmediato”, contó la mujer a la Voz de América.
Para ella, nada fácil, pero contó que, gracias al apoyo de sus amigos y su familia, así como de sus hijas, salió adelante. Además, porque la detección fue temprana y, afortunadamente, recuerda, no tuvo que pasar por quimioterapia ni radiación. “Y esa es una gran diferencia. Conozco a muchos otros que han tenido que pasar por eso”, agregó.
“Aunque me di cuenta temprano, estoy muy agradecida de no haber tenido que pasar por cosas mucho peores”, dijo satisfecha esta sobreviviente del cáncer de seno, quien hizo un llamado a las mujeres para que, cuando tengan sospechas, acudan rápidamente a su especialista y defiendan sus sensaciones pues, en su caso, en un principio no hubo detección alguna, pero ella insistió hasta practicarse una mamografía que le confirmó la enfermedad.
Detección temprana
Y, precisamente, la detección temprana es el arma más eficaz contra el cáncer de seno. Según el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, este diagnóstico, detectado tempranamente, disminuye en un 25 % la probabilidad de morir por esta causa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. Con el objetivo de crear conciencia y promover el control, tratamiento y diagnóstico oportuno, la OMS celebra mundialmente cada 19 de octubre el Día internacional de la lucha contra esta enfermedad.
Jacqueline Miller, directora médica del Programa Nacional de Detección Temprana del Cáncer de Mama y de Cuello Uterino de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos explicó, en entrevista con la VOA, que la detección temprana “significa que podemos encontrar estos cánceres de mama temprano antes de que se vuelvan problemáticos”.
“Cuanto antes se encuentren, mayores serán las posibilidades de supervivencia y el tratamiento es menos invasivo, por lo que nos gustaría encontrar cánceres de mama en esa etapa muy, muy temprana”, agregó.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que el cáncer de mama es el más común y la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres en las Américas.
Estadísticas de la OPS indican que, en 2020, hubo más de 210.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama en América Latina y el Caribe, y casi 68.000 muertes.
Según la funcionaria del Servicio de Salud Pública de EEUU, en 2020, alrededor de 240.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama y alrededor de 42.000 fallecieron. Sin embargo, aclaró que, cuando se observan las tendencias a lo largo del tiempo, la cantidad de mujeres a las que se les ha diagnosticado cáncer de mama ha sido bastante constante, pero no de manera drástica, y, al analizar las muertes, esta tasa ha disminuido.
Falta de acceso
La funcionaria de los CDC Jacqueline Miller explicó a la VOA que aún existen diversas limitantes e igualdad en la atención y prevención del cáncer de seno. Por ejemplo, según Miller, “las mujeres blancas generalmente tienen la tasa más grande o más alta de cáncer de mama, pero, aun así, las mujeres negras tienen la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama”, una disparidad que “ha persistido durante décadas y años”.
En este sentido, añade la funcionaria, si las personas no completan su tratamiento, existe un mayor riesgo de morir. Al revisar las cifras de mortalidad, “para las mujeres blancas, es aproximadamente 19 por 100.000, pero cuando miramos a las mujeres negras, es aproximadamente 26 por 100.000”, señaló.
De acuerdo con la funcionaria de la Sociedad Americana de Cáncer, “las mujeres afroamericanas tienen una tasa de mortalidad un 40 % más alta que las mujeres blancas”.
En cuanto a la población latina que vive en EEUU, afirmó que aunque las tasas de cáncer que afectan este grupo son bajas, no necesariamente tienen el mismo acceso. “Su tasa de contraer cáncer de mama es de aproximadamente 88 por 100.000 y las que mueren por cáncer de mama, es de aproximadamente 13”.
Para Sewell, otro desafío es que algunas mujeres tienen miedo de hacerse la mamografía: “Todo el mundo debería hacerse mamografías, pero sé que es más fácil decirlo que hacerlo”. Por eso, agrega, animan a las chicas a que animen a su círculos cercano para hacer el procedimiento.
Ana Álvarez, coordinadora de pacientes de Mary’s Center, clínica comunitaria con presencia en Washington y Maryland, afirmó que “la realidad con las pacientes latinas es que la mayoría de ellas no tienen un seguro médico”, cuentan con poco o nada de recursos, no tienen conocimientos de los programadas o la diferencia del idioma, les impide empezar un proceso a tiempo.
La OPS indica que las Américas representaron casi una cuarta parte de los nuevos casos de cáncer de mama en 2020. En América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años (32 %) es mucho mayor que en América del Norte (19 %).
Atención, ¡a tiempo!
Miller explicó a la VOA que, en EEUU, los CDC cuentan el Programa Nacional de Detección Temprana del Cáncer de Mama y de Cuello Uterino, enfocado en las mujeres que no tienen seguro ni acceso a atención médica para brindarles atención médica adecuada y oportuna. Otra campaña, denominada “Muestre su Valentía”, proporciona información sobre el cáncer de mama a mujeres menores de 45 años , a través de testimonios de mujeres cuyas vidas han sido afectadas por el cáncer de mama.
Los CDC también brindan información sobre el cáncer de mama triple negativo para concientizar a la población sobre el tema y mostrar las posibilidad para reducir la posibilidad de padecer la enfermedad.
Tswana Sewell, vicepresidenta para el área metropolitana de DC y Baltimore, de la Sociedad Americana de Cáncer, explicó a la VOA que, si una paciente con cáncer de mama tiene que viajar lejos para recibir tratamiento, le ofrecen “alojamiento gratuito en uno de los más de 30 albergues en todo el país, donde ella y su cuidador pueden alojarse gratis”. La sociedad también ofrece transporte gratuito hacia y desde el tratamiento. Y atención telefónica las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Álvarez indicó a la VOA que, cuando la paciente no tiene seguro, tratan de conectarla al departamento de que ayuda a aplicar para seguro, a pagar los exámenes de diagnóstico y también el tratamiento.
La capitán Miller también dijo a la VOA que es muy importante que las mujeres conozcan su historia familiar, especialmente las personas más jóvenes, porque esta “marca la diferencia en el riesgo”.
Cualquier tipo de cáncer, es más tratable y vencible si se detecta en su etapa más temprana».
Sewell, por su parte, recomienda que las mujeres se hagan pruebas de detección, al menos a los 45 años; pero si tienen antecedentes o riesgos familiares, acudan cuando antes a su médico y se practiquen exámenes tempranamente, pues enfatiza en que “cualquier tipo de cáncer, es más tratable y vencible si se detecta en su etapa más temprana. Por eso, es tan importante hacerse esas mamografías anuales y, nuevamente, conocer su propio cuerpo”. También aconseja contar con una red familiar que acompañe el proceso.
Profamilia, entidad prestadora de servicios de salud sexual y reproductiva en Colombia, señala que es necesario que tanto hombres como mujeres presten atención a su salud y sigan algunas medidas como: realizarse el autoexamen de mama y estar atento ante cambios notables en el tamaño de las mamas, presencia de masas o bultos, endurecimiento o hinchazón hundimiento del pezón o cambios en su posición, así como secreción de líquidos. Dolor en cualquier parte de las mamas o axilas, inflamación debajo de la axila o alrededor de la clavícula y cambios en la piel como zonas ásperas, rugosas o hundimientos.
Además, recomienda mantener una alimentación saludable, seguir una rutina de ejercicio semanal y moderar el consumo de alcohol y tabaco.