El trabajo de presidente de la Cámara de Representantes está vacante desde hace casi tres semanas, debido a las luchas internas del Partido Republicano, mientras el número de candidatos a la presidencia es cada vez mayor.
El último nominado, el conservador Jim Jordan, perdió tres votaciones en el pleno y sus colegas republicanos decidieron removerlo de la contienda la semana pasada.
Mike McCaul, legislador republicano de Texas dijo en el programa televisivo «This Week» de ABC:
«Esta es probablemente una de las cosas más vergonzosas que he visto, porque si no tenemos un presidente de la cámara no podemos gobernar».
Al menos nueve republicanos ahora compiten por el cargo, incluido el coordinador de la bancada republicana, Tom Emmer, y veteranos del legislativo como Kevin Hern y Gary Palmer.
También opta el conservador Byron Donalds y legisladores de todo el espectro republicano como Mike Johnson, Austin Scott, Jack Bergman, Pete Sessions y Dan Meuser. Una contienda sin un ganador cierto, creen analistas.
Elaine Kamarck del Brookings Institution dijo: “Tendremos nueve candidatos haciendo algún llamamiento a la conferencia republicana, y la guerra civil republicana continúa. Y este es un partido en medio de una división grande y seria”.
Los republicanos tendrán un foro el lunes por la noche a puerta cerrada donde escucharán a cada candidato antes de una votación secreta interna, el martes por la mañana, para seleccionar un candidato.
Una votación en el pleno podría tener lugar el martes por la tarde.
Newt Gingrich, Expresidente de Cámara de Representantes de1995 a 1999, dio un consejo a los republicanos:
«Quédense ahí y hagan una prueba muy simple: ¿pueden obtener 217 votos? No deberían sacar a nadie hasta que tengan 217».
Sin un presidente, la Cámara no puede llevar al pleno ninguna legislación. Incluyendo el paquete de ayuda exterior de 100 mil millones de dólares solicitado por el presidente Biden, que incluye fondos para Israel y Ucrania.