En medio de un gran revuelo, en la noche del miércoles se reveló una nueva tanda de documentos judiciales que antes eran secretos relacionados con Jeffrey Epstein, el financiero que se suicidó en 2019 mientras esperaba juicio por cargos de tráfico sexual.
Las redes sociales se han llenado en las últimas semanas de publicaciones que especulaban con que los documentos incluirían una lista de hombres ricos y poderosos que eran “clientes” o “cómplices” de Epstein.
Tal lista no existía. Los primeros 40 documentos revelados por orden del tribunal consistían en su mayoría en material ya publicado en casi dos décadas de reportajes periodísticos, documentales de televisión, entrevistas, casos judiciales y libros sobre el escándalo Epstein.
Aun así, los documentos — que incluían transcripciones de entrevistas con algunas de las víctimas de Epstein — recordaban que el millonario se rodeó de gente famosa y poderosa, incluyendo algunos que también han sido acusados de delitos.
Incluyen menciones a la pasada amistad entre Epstein y Bill Clinton — quien no está acusado de ningún delito — y con el príncipe Andrés de Inglaterra, quien ya zanjó una demanda en la que se le acusaba de haber mantenido relaciones sexuales con una chica de 17 años que viajó con Epstein.
Una de las mujeres que acusó a Epstein, Johanna Sjoberg, testificó en una declaración relevada ahora que una vez se vio con Michael Jackson en la casa del financiero en Palm Beach, Florida, pero que no ocurrió nada inapropiado con el fallecido icono del pop.
Los documentos que se están desclasificando están relacionados con una demanda presentada en 2015 por una de las víctimas de Epstein, Virginia Giuffre. Es una de las decenas de mujeres que lo denunciaron por abusar de ellas en sus casas de Florida, Nueva York, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Nuevo México. Esta demanda en particular iba dirigida contra la exnovia de Epstein, Ghislaine Maxwell, quien cumple una pena de 20 años de cárcel por ayudar a reclutar a las víctimas de su pareja y abusar de ellas.
El caso de Giuffre contra Maxwell se resolvió en 2017, pero el tribunal había mantenido algunos documentos judiciales censurados o en secreto debido a la preocupación por la privacidad de las víctimas de Epstein y otras personas cuyos nombres surgieron durante la batalla legal. En los próximos días se harán públicos más.
La nueva tanda de documentos incluían informes judiciales en los que los abogados de Giuffre se quejaban de la dificultad para citar a algunas mujeres que han trabajado para Epstein, además de al propio financiero. Dos de esas mujeres se acogieron a la Quinta Enmienda, que reconocer su derecho a no autoinculparse, cuando fueron interrogadas en otros procesos acerca de si habían ayudado a reclutar a otras jóvenes.
En su declaración, Maxwell, se enfadó al ser preguntada sobre las acusaciones de Giuffre de que había preparado sus encuentros sexuales con Andrés de Inglaterra. Además, reaccionó de forma airada cuando se le inquirió si había comprado juguetes sexuales o ropa reveladora, o visto a mujeres jóvenes con el pecho descubierto en la casa de Epstein.
Un antiguo miembro del servicio doméstico de Epstein declaró que se sentía incómodo con la cantidad de mujeres jóvenes que aparecían en la casa, y que se sintió intimidado por Maxwell para guardar silencio.
Otros documentos incluían argumentos legales acerca de si Giuffre debía tener más tiempo para cuestionar a los posibles testigos, incluyendo Clinton. Giuffre nunca alegó que el expresidente participase en comportamientos ilegales, pero sus abogados apuntaron que era una “persona clave que puede proporcionar información sobre su estrecha relación” con Maxwell y Epstein.
Los abogados de Maxwell replicaron que el testimonio de Clinton no era relevante.
Los documentos incluían declaraciones de varias víctimas de Epstein, muchas de las cuales habían contado ya sus historias públicamente.
En su declaración de mayo de 2016, Sjoberg describió haber acudido a una cena en una de las viviendas de Epstein a la que también asistió el mago David Copperfield.
Según su relato, Copperfield hizo trucos de magia antes de preguntarle si estaba al tanto de que “a las chicas se les paga por encontrar otras chicas”. Una de las acusaciones clave contra Epstein y Maxwell era que algunas de las jóvenes a las que pagaron para realizar actos sexuales actuaron después como reclutadoras para dar con otras víctimas. Sjoberg indicó que Copperfield no fue más explícito acerca de lo que quería decir.
Un publicista de Copperfield no respondió de inmediato a un correo electrónico pidiendo comentarios.
Sjoberg también arrojó más luz sobre un viaje a Nueva York en abril de 2001 en el que dijo que el príncipe Andrés le tocó un pecho mientras posaban para una foto en la casa de Epstein en Manhattan.
En su declaración, parte de la cual apareció en extractos en archivos judiciales previos. Sjoberg contó que ella y Giuffre llegaron a la ciudad con Epstein a bordo de su avión privado y, una vez allí, se encontraron con Maxwell y con Andrés de Inglaterra.
En un momento dado, según su testimonio, Maxwell la llamó a un armario de la planta de arriba de donde sacaron una marioneta de Andres que había sido hecha para un programa de televisión.
“Se parecía a él», contó Sjoberg. “Y ella la bajó y se la enseñó, y fue una gran broma porque al parecer era de una producción de la BBC”.
“Y decidieron tomarse una foto con ella, en la que Virginia y Andrés estaban sentados en un sofá. Pusieron la marioneta en el regazo de Virginia y yo me senté en el de Andrés, y pusieron la mano de la marioneta en el pecho de Virginia y Andrés puso la suya en el mío, y tomaron la foto», apuntó.
De camino a Nueva York, indicó Sjoberg, el avión de Epstein se desvió a Atlantic City, en Nueva Jersey, y pasó unas horas en uno de los casinos de Donald Trump debido al mal tiempo.
Al enterarse del cambio de planes, Sjoberg recordó que Epstein dijo “Estupendo, llamaremos a Trump e iremos” al casino. A Sjoberg no se le preguntó si habían quedado con Trump esa noche. Más adelante, indicó que nunca le pidieron que diese un masaje a Trump.
Sjoberg testificó también que, aunque nunca conoció a Clinton, Epstein le dijo en una ocasión que “a Clinton le gustan jóvenes”, un comentario que ella interpretó como una referencia a mujeres o chicas jóvenes.
Clinton ha dicho a través de un vocero que aunque viajó varias veces en el avión privado del financiero, nunca visitó sus casas, no tenía conocimiento de sus delitos y no había hablado con él desde su condena. Trump también afirmó que en su día pensó que Epstein era un “tipo estupendo”, pero más tarde se pelearon.
En su declaración, Giuffre afirmó que el verano que cumplió 17 años fue persuadida de dejar un trabajo como asistente de spa en el club Mar-a-Lago de Trump para convertirse en “masajista” de Epstein, un trabajo que implicaba la realización de actos sexuales.
En 2022 resolvió una demanda contra el príncipe Andrés en la que afirmaba que éste había abusado sexualmente de ella durante un viaje a Londres. Ese mismo año, Giuffre retiró una acusación contra el exabogado de Epstein, el profesor de derecho Alan Dershowitz, alegando que “pude haber cometido un error” al identificarlo como agresor.
Los expedientes publicados el miércoles incluían muchas referencias a Jean-Luc Brunel, un agente de modelos francés cercano a Epstein que se suicidó en una cárcel de París en 2022 mientras estaba a la espera de juicio acusado de supuestas violaciones a chicas menores de edad. Giuffre estaba las que habían acusado a Brunel de abusos sexuales.
El nombre de Clinton surgió también porque los abogados de Maxwell interrogaron a Giuffre acerca de las inexactitudes en artículos periodísticos sobre su tiempo con Epstein, incluyendo una historia en la que se la citaba diciendo que había viajado en helicóptero con Clinton y coqueteado con Donald Trump. Giuffre dijo que nada de eso sucedió.
La jueza indicó que un puñado de nombres seguirían censurados en los documentos porque identificarían a personas que sufrieron abusos sexuales. The Associated Press no suele identificar a las personas que dicen ser víctimas de agresiones sexuales a menos que decidan hacer públicas sus historias públicamente, como han hecho Giuffre y Sjoberg.
Incluso antes de que se publicaran los documentos, abundaban las informaciones erróneas sobre su contenido. Los usuarios de redes sociales afirmaron falsamente que el nombre del presentador Jimmy Kimmel podría aparecer en los documentos, alimentados por un comentario que el quarterback de los Jets de New York Aaron Rodgers hizo el martes en el programa de ESPN “The Pat McAfee Show”.
Kimmel respondió en X que nunca había conocido a Epstein y que las “imprudentes palabras de Rodgers ponen a mi familia en peligro”.
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