Visiblemente cansados y frustrados, importantes funcionarios de Naciones Unidas instaron el lunes a los negociadores climáticos a presionar más para poner fin a los combustibles fósiles. El tiempo parecía agotarse tanto para las conversaciones en Dubái como para tomar medidas para evitar que el calentamiento rebase el umbral acordado internacionalmente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, regresó a la cumbre el lunes y dijo que era “hora de acelerar para negociar de buena fe y enfrentar el desafío”. Los negociadores de la conferencia climática deben centrarse en particular en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la justicia climática, afirmó.
Señaló que el Balance Mundial —el lado de las negociaciones que evalúa la situación del mundo respecto a sus metas climáticas y cómo alcanzarlas— debe “abandonar de forma gradual todos los combustibles fósiles» para alcanzar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) en comparación con la era preindustrial.
“No podemos seguir dejándolo para luego”, dijo Guterres en breves declaraciones. “Se nos acaba el camino y casi se nos acaba el tiempo”.
“Lo que está muy claro es que el baremo del éxito es alto”, dijo el comisario de la Unión Europea Wopke Hoekstra. “Y eso no es porque lo digan estos europeos, o porque lo digan las islas pequeñas, o lo digan África o América Latina. Sino porque los científicos nos dicen que no tenemos alternativa si queremos mantener a salvo a las generaciones futuras”.
Los delegados aún esperaban a recibir un nuevo borrador el lunes por la tarde.
“¿Por qué no ha llegado el texto? Porque es difícil”, dijo Dan Jørgensen, ministro danés de política climática. “Esperemos que en esta COP también podamos tomar las decisiones políticas para hacer esta transición real de modo que podamos mantenernos por debajo de 1,5 grados”.
Guterres recuperó la idea de un abandono de los combustibles fósiles a dos velocidades para los países ricos y pobres, aunque los activistas respondieron con escepticismo al plan.
Nnimmo Bassey, veterano activista medioambiental nigeriano, dijo que el objetivo último debería ser “que los combustibles fósiles se queden bajo tierra”, ya que a menudo, las poblaciones indígenas de todo el mundo han pagado el coste de las prospecciones petroleras.
“No podemos seguir dejando el grifo abierto mientras fingimos que fregamos el suelo”, dijo Bassey. “Tenemos que cerrar los grifos».
La presidencia de la cumbre —liderada por Al Jaber, director general de la petrolera nacional de Emiratos Árabes Unidos— “reconoce que para que esto se considere un éxito, debemos hallar algún acuerdo sobre los combustibles fósiles”, dijo Steven Guilbeault, ministro canadiense de medio ambiente y uno de los ocho supernegociadores encargados de ayudar a buscar terreno común. “Creo que si no podemos hacer eso, la gente lo verá como un fracaso, aunque hayamos acordado muchas otras cosas buenas”.
Simon Stiell, director ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, dijo a la prensa el lunes por la mañana que los “lobos del clima” seguían a las puertas mientras las negociaciones se acercaban a su clímax en la conferencia.
“No tenemos un minuto que perder en este crucial último tramo y ninguno de nosotros ha dormido mucho”, dijo Stiell. Añadió que “los campos donde hay que negociar opciones se han reducido de forma significativa”, en particular cómo reducir las emisiones que calientan el planeta y la “transición con los medios adecuados de apoyo para lograrla”.
Cuando se le preguntó directamente si era posible que los negociadores pudieran irse de Dubái sin acuerdo, Stiell no negó que eso podría ocurrir.
“Una cosa es segura: el ‘yo gano, tú pierdes’ es una receta para el fracaso colectivo”, dijo.
Los negociadores de dos potencias, Estados Unidos y China, trabajaban juntos el lunes por la mañana.
Pero había indicios de complicaciones por todas partes.
Los temas en disputa son viejos conocidos. Muchos países, como pequeños estados insulares, así como estados europeos y latinoamericanos, piden el abandono gradual de los combustibles fósiles, responsables de la mayoría del calentamiento de la Tierra. Pero otros países quieren términos más laxos que permitan seguir quemando petróleo, gas y carbón de alguna manera.
Uno de los actores destacados era India, que en 2021 torpedeó la idea de un abandono gradual del carbón, pero después propuso en 2022 abandonar todos los combustibles fósiles, no sólo el carbón, algo que nunca llegó a la agenda en las negociaciones del año anterior. Ahora es el tema central de debate.
El país más poblado del mundo y tercer emisor de dióxido de carbono intentaba ser ambicioso y al mismo tiempo mantener la base de su economía, el carbón, indicó Vaibhav Chaturvedi, del Consejo de Energía, Medio Ambiente y Agua, con sede en Nueva Delhi.
Alden Meyer, analista del centro de estudios climáticos E3G, dijo que Arabia Saudí intenta movilizar a los demás miembros del cártel petrolero OPEP para que se opongan a cualquier inclusión de los combustibles fósiles en el texto, algo que según dijo violaría los términos del acuerdo climático de París.
“Esta podría ser una semana muy larga”, dijo.
El ministro canadiense dijo que los países de la OPEP estaban “muy poco dispuestos a siquiera considerar una conversación, y creo que eso no ayuda”.
Joseph Sikulu, activista climático del Pacífico que se manifestaba fuera de la conferencia de prensa de Guterres, dijo que “sabemos que dentro de las negociaciones, los países muy explotadores como Estados Unidos, Arabia Saudí, Australia, son los que están bloqueando el abandono gradual de los combustibles fósiles”.
“Necesitamos que se hagan a un lado (…) para que podamos tener los resultados que hacen falta de estas negociaciones”, afirmó Sikulu.
Espen Barth Eide, ministro de Exteriores de Noruega, dijo que “todos los países quieren ambición, pero algunos países tienen sus prioridades en un lugar y otros países en otro lugar (…) de modo que esto todavía podría terminar como una COP muy exitosa y también podría ser mucho menos exitosa, dependiendo de dónde quede la redacción final”.
Más países en desarrollo respaldarían un abandono gradual de los combustibles fósiles “si eso va acompañado de una promesa clara de los países desarrollados de que ayudarán a sobrellevar la carga”, apuntó.
Sin embargo, Barth Eide señaló que “me preocupa mucho más tener un buen texto que un texto rápido. De modo que si la demora de horas supone que será mejor, creo que merece la pena”.
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