Amnistía Internacional exige libertad para Otero Alcántara y Osorbo a dos años de su condena

Amnistía Internacional exigió la liberación de los artistas cubanos y presos de conciencia Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo «El Osorbo» en un encuentro virtual realizado este lunes en el que se habló, además, sobre la situación de represión en la isla y las personas injustamente encarceladas.

Este 24 de junio se cumplieron dos años de que las autoridades cubanas condenaran a Otero Alcántara y El Osorbo a cinco y nueve años de prisión, respectivamente, en un juicio «plagado de irregularidades y con falta de garantías», recordó Johanna Cilano, investigadora regional para el Caribe de la organización defensora de derechos humanos.

El espacio busca visibilizar el estado de «represión continua» que vive Cuba, y como los artistas, activistas, intelectuales y familiares de personas presas por razones políticas continúan luchando por la libertad y los derechos humanos en la isla, dijo Cilano, moderadora del evento.

Las activistas y curadoras de arte Anamely Ramos y Claudia Genlui, junto al abogado de la consultoría jurídica Cubalex Raudiel Peña Barrios, participaron en el panel organizado por Amnistía.

Ramos hizo un recuento de los más de tres años de encarcelamiento de El Osorbo, desde su detención, el 18 de mayo de 2021, hasta su situación más reciente, en la que enfrenta el hostigamiento de los presos comunes en una acción que, sospechan, fue orquestada por la Seguridad del Estado.

En abril pasado, el Osorbo fue atacado por un preso común que le produjo varias heridas, incluida una profunda en una oreja, detalló la activista. Según Ramos, el Osorbo ha manifestado que no recurrirá a la violencia para responder a estos ataques, de los que no responsabiliza a los reos comunes, sino a las autoridades carcelarias, «que los utilizan, y que los ponen a unos contra otros».

Otero Alcántara: patria, vida y arte

La activista Claudia Genlui recordó que Otero Alcántara, preso desde el 11 de julio del 2021, ha enfrentado situaciones difíciles durante su encarcelamiento que lo han llevado a adoptar posturas críticas contra las autoridades, incluidas las cinco huelgas de hambre que han causado estragos en su salud.

El artista, fundador del Movimiento San Isidro, sufre entros padecimientos de hipertensión, de una afección ocular y de una dermatitis «agravada por las condiciones infrahumanas de la prisión donde está», recalcó Genlui.

La activista, que se comunica semanalmente con el preso político, dijo que no le conceden el mismo tiempo al teléfono que a los reos comunes, entre otros elementos que evidencian un trato diferenciado dentro de la cárcel. Actualmente, a pesar de su salud deteriorada, Otero Alcántara se encuentra «más animado”, algo que Genlui atribuye a su «conexión con el arte», que ha sido una especie de «tabla de salvación en este contexto tan oscuro» que vive el artista en prisión.

Parte de «esa salvación» son sus dibujos y acciones artísticas como «El gato de Schrödinger», algunos de los que fueron incluidos en la exposición «Patria y Vida: el arte prohibido», durante la feria Art Basel, en Miami, el año pasado.

Patrón represivo para castigar el libre ejercicio de los derechos

El abogado y defensor de derechos humanos Raudiel Peña Barrios explicó que tanto en el caso de el Osorbo como en el de Otero Alcántara, las autoridades cubanas echaron mano a cargos por delitos comunes que usualmente emplean para castigar a los disidentes políticos, como «desacato», «desorden público», «atentado» y «resistencia», entre otros.

Estas figuras delictivas forman parte de un patrón utilizado por las autoridades cubanas para criminalizar y castigar el libre ejercicio de los derechos de personas que se oponen al régimen imperante en el país, dijo.

En el caso de Otero Alcántara y el Osorbo, ya existía un historial de represión en su contra mucho antes de que un tribunal los condenara y los enviara a prisión, subrayó el abogado.

Las autoridades, reiteró, se valen de delitos que no son de naturaleza política y los usan para condenar a presos políticos. Apuntó, además, que en el caso de ambos artistas, la criminalización del ejercicio de sus derechos se relaciona con acusaciones de alteración del orden público.

Otero Alcántara fue acusado además de “ultraje a los símbolos de la patria”, y El Osorbo de “difamación de las instituciones y organizaciones y de los héroes y mártires”, delitos que restringen indebidamente el derecho a la libertad de expresión.

Imágenes de rebeldía

En abril pasado, Amnistía lanzó el libro «Imágenes de Rebeldía», un «testimonio vibrante de la resistencia cívica en Cuba», recordó Cilano, que contiene más de 21 mil cartas y dibujos de apoyo recibidas por Otero Alcántara desde todas partes del mundo, parte de una campaña coordinada por la organización no gubernamental a favor de su liberación.

El libro recoge los momentos inspiradores de la movilización cívica cubana desde finales de 2020 hasta las protestas de julio de 2021.

«También queríamos mostrar la severa represión gubernamental que sufren aquellos que disienten, que expresan libremente sus opiniones, sobre todo las historias de las cinco personas presas de conciencia que hoy tiene nombradas Amnistía Internacional, que es solo una pequeña muestra de todos los que están injustamente encarcelados» en Cuba, subrayó Cilano.

Además de los dos artistas en prisión, la organización internacional ha señalado como presos de conciencia al opositor José Daniel Ferrer García, al líder youruba Luis Loreto Hernández García, y a su esposa, la activista Donaida Pérez Paseiro.

En su Informe Anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, publicado en abril pasado, Amnistía Internacional advirtió que en Cuba continuó durante 2023 “la represión de la disidencia mediante el hostigamiento, la persecución y el encarcelamiento de activistas, integrantes de la oposición política y periodistas”.