En los últimos 10 días de conflicto entre Israel y Hamás han muerto más de 4.200 personas y hay más de un millón de desplazados por la guerra en la Franja de Gaza, según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) de la Organización de Naciones Unidas.
«Tememos seriamente el número de víctimas civiles en los próximos días, con operaciones militares que no muestran signos de remitir, un asedio continuado a Gaza que afecta al suministro de agua, alimentos, medicinas y otras necesidades básicas e indicios diarios de violaciones del derecho internacional humanitario y de la legislación internacional sobre derechos humanos,» declaró la portavoz, Ravina Shamdasani.
El grupo Hamás, que ha gobernado la Franja de Gaza desde 2007 y lanzó un sorpresivo ataque sobre Israel el pasado 7 de octubre, matando a cientos de personas y tomando a cientos de rehenes, informó que este martes murieron más de 500 palestinos tras un ataque al Hospital al-Ahli en Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron el martes en la noche que el ataque se produjo por el fallido lanzamiento de un cohete de la Yihad Islámica.
Las FDI dijeron que tenían múltiples fuentes de inteligencia que habían confirmado que la Yihad Islámica, y no Israel, era la responsable, a pesar de las acusaciones de Hamás y algunos otros países.
«El mundo entero debería saberlo: fueron los terroristas bárbaros de Gaza los que atacaron el hospital de Gaza y no las FDI. Aquellos que asesinaron brutalmente a nuestros niños también asesinan a sus propios hijos», declaró el premier de Israel Benjamin Netanyahu el martes por la noche.
Tras el ataque, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, canceló rápidamente una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y decretó tres días de luto.
«Lo que está ocurriendo es un genocidio. Llamamos a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente para detener esta masacre. El silencio ya no es aceptable», dijo un comunicado emitido por la Organización de Liberación Palestina en respuesta al ataque.
La Organización Mundial de la Salud dijo que ha habido 115 ataques a centros médicos y que la mayoría de los hospitales de Gaza no operan.
El ejército de Israel dijo que se mantiene atacando escondites, infraestructura y centros de mando de Hamás.
«Cuando vemos un objetivo, cuando vemos algo que se mueve que es Hamás, nos encargamos de ello», dijo el teniente coronel Richard Hecht, vocero del ejército israelí.
Israel ha acumulado tropas en la frontera para una ofensiva terrestre, aunque Hecht dijo el martes que no se habían tomado decisiones al respecto.
«Estos planes están en desarrollo. Serán decididos por y presentados a nuestros líderes políticos», afirmó.
El Ministerio de Exteriores israelí confirmó este martes que el grupo reconocido como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, entre otros países, tiene a unos 200 rehenes en su poder de más de 40 nacionalidades.
Este martes también se anunció que el Secretario General de la ONU, António Guterres, viajará a Egipto el jueves donde mantendrá contactos de alto nivel con el objetivo de desbloquear la entrega de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
Israel ha aislado y bombardeado sin descanso el territorio, gobernado por Hamás, desde el ataque de la semana pasada en el sur de Israel en el que los milicianos mataron a 1.400 personas, la mayoría civiles, y capturaron a unas 200 personas que están retenidas en Gaza.
La combinación de ataques aéreos, suministros que se agotan y la orden de evacuación masiva para el norte de la Franja de Gaza ha sumido en el caos al diminuto territorio de 2,3 millones de habitantes y causado una desesperación creciente.
Más de un millón de palestinos han huido de sus hogares y el 60% está ahora en una zona de unos 14 kilómetros (8 millas) de largo al sur de la zona de evacuación, según Naciones Unidas.
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