Biden afirma que su deseo de Navidad es que EEUU siga en busca de la luz, la libertad y el amor
En su última ceremonia de encendido del árbol de Navidad en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden declaró el jueves que su deseo para el país ahora y siempre es que “continuemos buscando la luz de la libertad y el amor, la bondad y la compasión, la dignidad y la decencia”.
El mandatario pronunció un breve discurso ante una multitud bien abrigada contra los helados vientos y las bajas temperaturas que azotaron la capital del país. La vicepresidenta Kamala Harris y su esposo, Doug Emhoff, también estuvieron presentes.
El árbol fue instalado en el parque Ellipse, fuera del patio sur de la Casa Blanca, y se puede ver desde la calle.
El abeto rojo de 9,1 metros de altura, provino del Área Nacional de Recreación Mount Rogers, en el condado de Grayson, Virginia. Fue trasladado a la Casa Blanca el 15 de noviembre.
Es la última temporada de fiestas decembrinas en la Casa Blanca para Biden. Su esposa Jill decoró la residencia presidencial con adornos que evocan la “paz y luz” de la temporada. La primera dama no estuvo presente en la ceremonia de encendido de este año debido a que se encontraba en Doha, Qatar, donde discutía su iniciativa sobre la salud de la mujer.
Así que Biden estuvo solo mientras inició una cuenta regresiva desde cinco antes de encender el árbol de Navidad, iluminado de un vistoso color verde desde la punta hasta la base del tronco. Deseó a la multitud una Feliz Navidad antes de descender del escenario y tomar asiento para los espectáculos musicales.
Biden dijo que la temática refleja la “paz que sentimos al tomarnos un minuto y reflexionar sobre nuestras bendiciones y la luz que percibimos al reunirnos con nuestros seres queridos y atesorar el tiempo que pasamos juntos”.
Trombone Shorty y Trisha Yearwood estuvieron a cargo de algunos de los actos musicales del tradicional evento anual.
La exhibición navideña de la Casa Blanca incluye un imponente árbol rodeado por un carrusel, campanas de color bronce y cascabeles a lo largo de un pasillo, además de un techo en el que se simula una nevada.
Ese árbol provino de una granja en Newland, Carolina del Norte, donde el huracán Helene causó una extensa devastación hace unos meses. La granja de árboles de Navidad de Cartner, que había estado en pie durante décadas, perdió miles de árboles en un deslizamiento de tierra.
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