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El pasado 3 de agosto -y hasta el próximo 29 de enero de 2024- el gobierno colombiano y el grupo rebelde del Ejército de Liberación Nacional (ELN), acordaron iniciar un cese a las confrontaciones armadas, el más largo jamás alcanzado entre las partes desde se reiniciaron las conversaciones de paz en noviembre de 2022 en Caracas, Venezuela.
A dos meses desde que se firmó el acuerdo de cese al fuego y tras varias rondas en Cuba, México y Venezuela, una medida enfocada a disminuir los efectos del conflicto en los territorios donde hace presencia el ELN, el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), una organización no gubernamental que se encarga de analizar la violencia en el país, detalló en su informe que el ELN redujo su “actividad violenta” en septiembre.
El cese al fuego “bilateral, nacional y temporal”, como fue llamado por las delegaciones, tiene como fin “encontrar” los caminos para que Colombia pueda ponerle término a décadas de conflicto.
Desde la puesta en marcha del cese al fuego, revela Cerac, se pasó de 15 acciones armadas a 2. Entre ellas el secuestro de 12 personas, incluyendo 8 guerrilleros de sus propias tropas, luego de detener a una comisión humanitaria que los transportaba tras ser liberados por el Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC.
“El resultado, es un resultado que yo diría que es muy positivo porque significa que hay un cumplimiento de ambas partes, tanto de la guerrilla del ELN como desde la Fuerza Pública, de los compromisos que se habían acordado en este cese el fuego que recién inicia”, dijo a la Voz de América, Jorge Restrepo, director de Cerac y profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Disminuciones de las acciones violentas y un impacto limitado
Según el informe, en comparación al primer mes de la tregua, donde hubo nueve acciones ofensivas, en septiembre pasaron a ser dos. Además, señala que los combates registrados de ese grupo armado fueron en contra de otras organizaciones ilegales y no en contra de la Fuerza Pública.
Sin embargo, a las cifras que muestran cero ataques armados entre las partes, el ELN ha mantenido enfrentamientos con diversos grupos armados que luchan por el control en territorio, generando un “alcance limitado” en las zonas más golpeadas por el conflicto.
“El conflicto armado en el país está caracterizado por las múltiples disputas entre grupos criminales, más que como ocurría en el pasado por una confrontación entre grupos guerrilleros y el estado, eso hace que sea una situación mucho más difícil de resolver”, subrayó Restrepo, quien cree que futuros acuerdos de ceses al fuego con otros grupos rebeldes podrían ser “convenientes” para “desactivar gran parte del riesgo de seguridad en los territorios trayendo alivios humanitarios”.
En ese sentido, para Néstor Rosanía, director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, pese a que las acciones violentas contra la Fuerza Pública se han reducido, en las regiones no cambia el conflicto.
“Es un mensaje positivo que da el ELN en el marco del cese el fuego bilateral, aunque no es una disminución total porque el ELN manifestó desde el principio que era un cese el fuego bilateral y no multilateral frente a otros grupos con los que sigue combatiendo entonces hay una disminución, pero igual la dinámica del conflicto en las regiones se sigue sintiendo”, detalló Rosanía.
Por su parte, en el informe sobre la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, presentado este jueves por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, donde destaca los acuerdos alcanzados entre el gobierno y el ELN, incluidos el cese al fuego, el funcionario señaló que el “impacto” de estos deben llevar a “beneficios tangibles de protección” de las comunidades en las zonas más afectadas por el conflicto.
“Hago un llamado a todos los grupos armados que están detrás de esta violencia para que pongan fin a sus acciones contra la población civil, para que participen de buena fe en las iniciativas de paz en curso y para que busquen también el desescalamiento de la violencia entre ellos. Esta es la manera de demostrar a los colombianos y colombianas y al mundo su verdadera voluntad de paz”, dijo Guterres en su informe.
Cerac, quien resalta que en su informe la ausencia de fallecimientos en los actos violentos que se le atribuyeron al grupo rebelde en septiembre, destacan que los dos eventos violentos que se le adjudicaron a esta guerrilla obedecen a la “complejidad” que tiene el conflicto en el país.
“Los dos eventos corresponden al secuestro de cuatro trabajadores en una finca, y la otra acción al secuestro de 12 personas, entonces estos dos eventos fueron los que catalogamos como un incumplimiento y una violación a los compromisos, pero vale la pena resaltar una reducción significativa de lo que busca afectar el cese al fuego que es precisamente la confrontación entre esta guerrilla y las fuerzas militares”, diseño Restrepo.
El ELN, alzada en armas desde 1964, es la guerrilla más antigua de la región y según cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, INDEPAZ, cuenta en sus filas con más de 5.000 integrantes.
