Combatiendo el cambio climático en Cuba: proyectos actuales

En Cuba, se están llevando a cabo esfuerzos concertados para combatir los efectos del cambio climático, especialmente en el sector agrícola.

La isla se enfrenta al aumento de las temperaturas, la disminución de la precipitación, el aumento del nivel del mar y la intensificación de los huracanes.

Contra el cambio climático en Cuba

El proyecto “Resiliencia Climática en los ecosistemas agrícolas de Cuba” destaca como una empresa significativa liderada por el Ministerio de Agricultura del país, con el apoyo de la experiencia técnica de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y financiada por el Fondo Verde para el Clima (GCF).

El GCF ha asignado $38 millones a esta iniciativa, destinada a fortalecer los sistemas agroalimentarios en siete municipios gravemente afectados por las variaciones climáticas.

Estas áreas enfrentan escasez de agua debido a fenómenos como patrones de precipitación alterados, aumento de la evaporación, intrusión salina debido al aumento del nivel del mar y otros factores que disminuyen la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos.

El proyecto implica suministrar retroexcavadoras para construir embalses para el almacenamiento de agua de lluvia, esenciales para el riego de cultivos, sistemas forestales, agroforestales y consumo animal.

Estos esfuerzos son cruciales para mitigar los déficits hídricos y garantizar la sostenibilidad agrícola ante los desafíos climáticos.

La recolección de agua de lluvia emerge como una práctica relevante, aliviando la presión sobre fuentes de agua dulce como ríos y acuíferos, manteniendo el equilibrio ecológico.

Además, sirve como un suministro de agua vital durante sequías o emergencias, contribuyendo a la resiliencia agrícola a largo plazo.

Proyecto Tarea Vida

Cuba ha iniciado el proyecto “Tarea Vida”, destinado a proteger los asentamientos costeros y comunidades de los impactos climáticos.

Apoyado por el Fondo Verde para el Clima y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Tarea Vida se centra en mejorar la resiliencia de las poblaciones vulnerables ante los riesgos climáticos.

El proyecto abarca varias iniciativas clave:

Preservación de hábitats naturales

Tarea Vida tiene como objetivo proteger y restaurar hábitats naturales como arrecifes, praderas marinas y manglares. Esto incluye la restauración de manglares, bosques de humedales y pastizales, salvaguardando ecosistemas críticos que actúan como barreras climáticas. Se prevé la restauración de más de 11,000 hectáreas de manglares, 3000 hectáreas de bosques de humedales y 900 hectáreas de pastizales de humedales, beneficiando a más de 1.3 millones de personas a través de iniciativas locales de educación ambiental.

Reforestación

Cuba planea aumentar en un 3% la cobertura forestal para 2030, centrándose en áreas costeras. Proyectos como la plantación de plantas nativas en lugares como la playa El Guanal y Jungla de John para reforzar la vegetación costera.

Rehabilitación agrícola

Los esfuerzos se dirigen hacia la rehabilitación de paisajes productivos en municipios como Amancio Rodríguez, Colombia y Jobabo en Las Tunas.

La regeneración forestal asistida, servicios ecosistémicos mejorados y ayuda a cultivos esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Restauración de playas

Cuba está llevando a cabo proyectos de relleno de playas en varias ubicaciones, incluyendo Cayo Paredón Grande, Cayo Largo del Sur y la Península de Ancón, para proteger áreas costeras de la erosión y mejorar la infraestructura turística.

En resumen, Cuba tiene un compromiso con la sostenibilidad ambiental y la resiliencia, esencial para salvaguardar el futuro del país ante condiciones climáticas cambiantes.