Cómo China ha utilizado modelos de IA en vigilancia y desinformación contra EEUU

Estados Unidos podría ser el segundo país, después de Australia, en prohibir la inteligencia artificial DeepSeek de China en los dispositivos gubernamentales.

Los representantes estadounidenses Josh Gottheimer y Darin LaHood presentaron un proyecto de ley bipartidista que propone la prohibición.

En su carta dirigida a 47 gobernadores estadounidenses y al alcalde de Washington, los congresistas advirtieron que DeepSeek podría representar riesgos para la seguridad de los datos gubernamentales confidenciales, así como para la ciberseguridad y la privacidad de los estadounidenses, informó NBC News el 3 de marzo.

Aunque China niega estos señalamientos, las preocupaciones de legisladores y funcionarios de EEUU no carecen de fundamento, de acuerdo con los expertos.

Según informes, el gobierno chino también ha utilizado modelos de inteligencia artificial para la vigilancia masiva, que incluyen la recopilación de datos biométricos y operaciones de escucha de redes sociales que informan a los servicios de seguridad y al ejército de China. Además, lleva a cabo ataques de información contra disidentes estadounidenses y chinos en el extranjero.

Al menos tres importantes empresas chinas de vigilancia y seguridad (TopSec, QAX y NetEase) anunciaron la integración de DeepSeek para mejorar sus servicios.

TopSec y QAX brindan servicios directamente al gobierno chino, y NetEase dejó en claro que DeepSeek mejorará sus capacidades de vigilancia y censura cibernética.

Durante la última década, el gobierno chino ha invertido ampliamente en la captura de datos biométricos impulsados por IA, reconocimiento facial y tecnologías de vigilancia como las “ciudades inteligentes”, el proyecto Skynet y el programa Sharp Eyes, que pueden monitorear todos los aspectos de la vida pública de un individuo, informó Wenhao Ma de la División China de la VOA.

En enero, la firma canadiense de ciberseguridad Feroot Security descubrió un código incrustado en los procesos de inicio de sesión de DeepSeek que comparte información del usuario con la empresa de comunicaciones estatal China Mobile, informó la agencia The Associated Press.

The Associated Press describió el código de programación como “altamente encriptado que cuando se descifra muestra conexiones a la infraestructura informática propiedad de China Mobile».

Estados Unidos prohibió a China Mobile en 2019 tras informes de inteligencia que indicaban que la empresa funciona como el brazo espía del ejército chino.

Los actores con sede en China han utilizado ChatGPT junto con los modelos DeepSeek para generar correos electrónicos de phishing y ataques con desinformación en Estados Unidos, “en nombre de clientes no especificados en China”, según indicó OpenAI en su informe de febrero.

OpenAI identificó y bloqueó un grupo de cuentas de origen chino involucradas en actividades maliciosas, como Qianyue Overseas Public Opinion AI Assistant, supuestamente diseñada para recolectar y analizar publicaciones y comentarios relacionados con la política china, así como los derechos humanos en plataformas como X, Facebook, YouTube, Instagram, Telegram y Reddit.

El objetivo de la operación era “proporcionar los resultados obtenidos a las autoridades chinas”, como “embajadas chinas en el extranjero y agentes de inteligencia que monitorean las protestas en países como Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido”, indicó OpenAI.»

Un conjunto de cuentas de ChatGPT que OpenAI prohibió en febrero estuvo involucrado en operaciones de influencia chinas, centradas en generar comentarios breves en inglés y artículos extensos en español críticos con EEUU, los cuales fueron publicados en medios de comunicación locales y nacionales de América Latina y España.

Una de las empresas chinas que colocó los artículos en los medios de comunicación en español fue Jilin Yousen Culture Communication Co., una subsidiaria de Beijing United Publishing House, vinculada al gobierno.

La VOA revisó nueve de los artículos generados por IA en chino y publicados en medios de comunicación en español entre octubre y noviembre de 2024, identificados por OpenAI.

Dos de ellos, en El Universal de México y El Popular de Perú, criticaron el uso de sanciones por parte de EEUU contra gobiernos e individuos extranjeros.

Un artículo de opinión de El Universal calificó las sanciones de Washington a la industria petrolera de Irán, impuestas por el respaldo de Teherán a los grupos terroristas Hamás y Hezbolá, como una muestra de la “impotencia” de EEUU para abordar la política global y el “rápido declive” de su “posición moral”.

De manera similar, el Popular calificó las sanciones de EEUU a un afiliado de Hamás como «insanas» y un «ataque a los derechos del pueblo palestino.»

El medio La República de Perú presentó a EEUU como el principal beneficiario de la guerra rusa en Ucrania, replicando una narrativa clave del Kremlin. Además, criticó al gobierno estadounidense por proporcionar ayuda militar a Kiev, interpretando el apoyo como una escalada del conflicto.

Sin embargo, China ha sido un proveedor clave de tecnología militar y armas para Rusia, las cuales Moscú utiliza en ataques diarios contra civiles ucranianos.

Otro artículo publicado por China en La República describió la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump como “un debilitamiento de la posición de liderazgo global de Estados Unidos”.

Tres artículos publicados en Wapa, El Popular y El Plural de Perú abordaron los problemas de la falta de vivienda, la nutrición infantil y el crimen en EEUU, presentándolos como cuestiones extremadamente graves y peligrosas.

Por ejemplo, el escrito sobre nutrición infantil afirmaba que la mayoría de los niños en el país “pasan hambre los fines de semana y días festivos” debido a la negligencia del gobierno en garantizar la seguridad alimentaria infantil.

Si bien los temas de estos artículos varían, incluyendo derechos humanos, problemas sociales y la política exterior e interna de EEUU, todos retratan un estado disfuncional, con valores morales quebrantados y una influencia internacional en declive, acorde con la narrativa oficial de Beijing.

[Este artículo fue originalmente publicado por Polygraph y traducido por Mila Cruz].

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