Los candidatos a la elección presidencial del 5 de noviembre en Estados Unidos, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump, han dicho poco sobre Cuba durante casi un año de campaña, pero recientemente han comunicado a través de representantes la intención de seguir con una línea dura hacia el régimen cubano.
En entrevista con Martí Noticias, Jaime Florez, el vocero de la campaña del expresidente y candidato a la presidencia, Donald Trump, dijo que si el republicano vuelve a la Casa Blanca “su política frente a Cuba va a ser consistente con la política que llevó durante su pasada administración entre el 2016 y el 2020”.
El vocero expresó que Trump, durante su mandato, habló con claridad sobre la necesidad de que Cuba llevara a cabo elecciones libres con observación internacional y liberara inmediatamente a todos los presos polticos, añadiendo que “esas son las condiciones fundamentales para que se normalicen las relaciones con Cuba”.
“Usted recordará que el presidente Trump durante su gestión dio marcha atrás sobre las decisiones que había tomado la administración anterior la administración de Barack Obama, en el sentido de normalizar las relaciones entre los dos países sin que el gobierno de Cuba tomara ninguna medida para restablecer la democracia y la libertad de su pueblo dentro de la isla. De manera que eso sería en esta oportunidad donde el presidente Trump llegue de nuevo a la Casa Blanca, la base fundamental de su política frente a Cuba”, declaró el vocero.
La campaña de Harris no respondió a varias solicitudes de entrevistas de Martí Noticias para conocer lo que sería su política hacia Cuba si llegara a la presidencia.
“La vicepresidenta Harris está con el pueblo de Cuba en su lucha por sus derechos después de décadas de represión y sufrimiento económico a manos del régimen comunista”, dijo Morgan Finkelstein, portavoz de seguridad nacional de la campaña de Harris, a la agencia Reuters.
“Se enfrentará a todos los autoritarios, incluidos los mismos líderes que Trump ha elogiado y apoyado”.
Finkelstein no respondió a las preguntas de Reuters sobre si Harris, como presidenta, se apegaría a la política de Biden hacia Cuba o adoptaría un enfoque revisado.
En el 2020, como candidata a la nominación presidencial demócrata, respondió en un cuestionario del diario Tampa Bay Times, a la pregunta “¿Terminaría o continuaría con el embargo comercial a Cuba?”
“La senadora Harris cree que deberíamos poner fin al fallido embargo comercial y adoptar un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y a la comunidad cubanoamericana para impulsar el progreso y determinar libremente su propio futuro”, contestó su campaña.
En una entrevista con la agencia EFE en octubre del 2020, Harris, entonces candidata a la vicepresidencia, reconoció que de llegar Joe Biden a la Casa Blanca, el levantamiento del embargo a Cuba sería una posibilidad remota, señalando que «el embargo es la ley y se necesita una ley del Congreso para levantarlo o se necesita que el presidente determine que un Gobierno elegido democráticamente está en el poder en Cuba.
“No esperamos que ninguna de estas cosas ocurra pronto», dijo la candidata demócrata en ese momento.
Tambien dijo que si ella y Biden llegaban a la Casa Blanca le darian “marcha atrás a la políticas de Trump hacia Cuba que califico de fallidas, que exigirían la liberación de los presos políticos y que harían de los derechos humanos una pieza central en la relación diplomática».
La postura del presidente se endureció tras la represión del gobierno cubano a las protestas en julio de 2021. Desde entonces, solo ha tomado medidas modestas para flexibilizar las normas impuestas por Trump.
Durante el mandato de Biden, Harris en varias ocasiones se ha unido a él en condenar la violencia del régimen y respaldar la imposición de mayores sanciones.
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