Decreto de Trump deja en el limbo el acuerdo sobre los presos de Cuba
Karen Vásquez, de 44 años, salió de la cárcel en Cuba el domingo, como parte de un acuerdo negociado por el Vaticano según el cual el gobierno de Joe Biden suavizaría las sanciones a la isla, mientras La Habana liberaría de sus cárceles a más de 500 personas consideradas presos políticos por Washington.
Vásquez aún estaba celebrando el lunes cuando se enteró de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revocó la decisión tomada por su predecesor la semana pasada de retirar a Cuba de su lista negra de terrorismo.
El decreto de Trump, emitido entre un aluvión de órdenes ejecutivas a las pocas horas de su toma de posesión el lunes, dejó en el limbo el amplio acuerdo alcanzado con Cuba.
«Es algo muy incierto. En mi caso particular de política no sé mucho, pero crea un poco de temor. Pienso que no vaya a llegar más allá, pero sí temor e incertidumbre porque realmente no se sabe qué va a pasar», dijo Vásquez, que vive en una precaria casa de tres habitaciones en La Güinera, un barrio pobre a las afueras de La Habana.
Fue declarada culpable de sedición y condenada a siete años de prisión por su participación en las protestas sin precedentes que tuvieron lugar en toda la isla en julio de 2021. Estados Unidos, Europa y organismos de vigilancia de los derechos humanos consideran a Vásquez y a otros presos políticos, una caracterización rechazada por el gobierno cubano.
«Estamos bajo una libertad condicional», dijo Vásquez en una entrevista con Reuters tras el anuncio de Trump. «No sé realmente qué pudiera pasar».
Cuba arremetió el martes contra la decisión de Trump, calificándola de «demostración de la agresividad del imperialismo estadounidense».
No ha dicho qué medidas, si las hay, podría tomar en respuesta.
El gobierno de Cuba no respondió a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.
Cuba ha liberado hasta ahora a unos 150 presos, cerca de una cuarta parte de los 553 que había prometido sacar de la cárcel, según los recuentos realizados por grupos de derechos humanos. La mayoría de los liberados fueron encarcelados en relación con las protestas de julio de 2021, consideradas las mayores desde la revolución de Fidel Castro en 1959.
Ni Cuba ni Estados Unidos, enemigos de larga data, han reconocido las negociaciones, ni ninguno de los dos países ha detallado los términos específicos de cualquier acuerdo alcanzado.
Cuba declaró la semana pasada que el acuerdo de liberación de prisioneros fue un acto «unilateral y soberano» que siguió a las conversaciones con el Vaticano.
El obispo de La Habana, Eloy Ricardo Domínguez, que supervisa las relaciones locales de la Iglesia Católica con los presos, dijo que la decisión de Trump no debería interferir en el proceso y que las liberaciones continuarán.
Reuters no pudo confirmar de forma independiente el martes si Cuba había liberado a algún preso tras el anuncio de Trump.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, un grupo de vigilancia, dijo que estaba «muy preocupado» por una aparente pausa en las liberaciones tras el anuncio de Trump.
Tres personas excarceladas en La Habana y sus alrededores tras el acuerdo de la semana pasada se negaron a comentar su situación el martes, diciendo que la seguridad estatal les había prohibido hablar con la prensa como condición para su liberación.
Otros hablaron con más libertad.
Katia Beirut, de La Güinera, dijo que fue liberada la semana pasada tras cumplir tres años de cárcel y campos de trabajo. Fue condenada por sedición por su papel en las protestas de 2021.
Según afirmó, desconocía la decisión de Trump, pero quiere seguir adelante con su vida.
«Quiero mantener mi perfil bajo», comentó. «Quiero disfrutar de mi familia por todo este tiempo que estuve sin ellos».
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram