Devotos acompañaron al Nazareno de San Pablo, una de las celebraciones religiosas más importantes en Caracas
Cientos de devotos se congregaron este Miércoles Santo en los alrededores de la Basílica de Santa Teresa y Santa Ana, en la ciudad de Caracas, para acompañar las misas, y posteriormente la procesión del Nazareno de San Pablo, una de las celebraciones religiosas más importantes para los caraqueños durante la Semana Santa.
Desde la madrugada del miércoles los feligreses comenzaron a llegar a la iglesia para cumplir promesas y venerar la imagen de Jesús con la cruz a cuestas. Durante el transcurso del día se oficiaron un total de 11 misas, la última se realizó en la Plaza Diego Ibarra y fue presidida por el cardenal Baltazar Porras, obispo de Caracas.
A la plaza llegaron cientos de feligreses, luciendo prendas de color morado y vestidos similares al santo, para presenciar la última misa. La mayoría estaba en el sitio cumpliendo promesas y también por devoción y fe a la imagen del Nazareno, a quien este año pidieron por Venezuela y por la paz en todos los rincones del mundo.
“Pido por mi país, para que mejore. Que si hay que salir de alguien, pues que se vaya y que el que venga sea para mejor. Eso es lo que queremos todos para que nuestros hijos vuelvan a Venezuela”, comentó a la Voz de América Fabiola Duran, una devota que vende collares del Nazareno desde hace más de 40 años.
Durante la eucaristía, el cardenal Porras se refirió a las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio. Pidió a los venezolanos participar en los comicios y defender el derecho al voto.
“Los días santos coinciden con la agenda electoral en la que no podemos ser invitados de palo, ajenos a un acontecer en el que debemos ser protagonistas de primera línea de lo que anhelamos y soñamos para vivir en paz y con serenidad (…) Transitar por vías pacíficas y racionales. No le demos pábulo a la violencia y a la manipulación. Inscribirse, revisar la condición de ciudadanos para ejercer el derecho al voto sin presiones indebidas, es parte de un proceso que nos deje realizar las obligaciones cotidianas sin sobresaltos”, mencionó.
Tanto la misa como la procesión contaron con un fuerte despliegue de seguridad de organismos del Estado como la Policía Nacional Bolivariana, entre otros, quienes se encargaron de mantener el orden y resguardar a la feligresía.
Devotos honraron al Nazareno descalzos y con palabras de agradecimiento
Los feligreses que acudieron a la misa del Nazareno de San Pablo cumplieron con las promesas hechas en años anteriores. Ese fue el caso de Alejandra Guedez, quien lleva años asistiendo a la basílica los Miércoles Santo para agradecer al santo por haberla curado tres veces de cáncer.
La venezolana llega todos los años a las 9:00 pm del martes previo al Miércoles Santo, con la finalidad de presenciar las 11 misas que se realizan durante el día y luego la procesión por diferentes puntos de Caracas.
“Siempre le he encomendado mi salud al Nazareno bendito y estoy muy agradecida con él por los favores concedidos. Yo estoy aquí por él, no es fácil decir que pudiste superar tres veces el cáncer, porque no es fácil cuando tienes una enfermedad cómo esta , aparte de que es muy costoso todo”, mencionó la devota a la VOA.
Guedez confesó que para ella el Nazareno de San Pablo “es todo” porque significa el amor, la esperanza y la vida.
“Le pido por Venezuela, por los pueblos del mundo, que se terminen las guerras. Por los enfermos de cáncer, por los niños con cáncer, por todos los enfermos, los que no tienen hogar, yo pido por todos. Que mi Nazareno cubra con su manto a todos y que sea su voluntad y no la nuestra”, agregó.
Anabel Brito, de 26 años de edad, fue otra de las devotas que acudió a la Plaza Diego Ibarra, para pagar una promesa al Nazareno. La venezolana contó a la VOA que acude desde hace siete años vestida con la túnica morada y camina de rodillas una cuadra y media para agradecer al santo por los favores concedidos.
“Estoy pagando promesa por siete años por la salud de mi hijo y la mía, porque mi embarazo fue complicado, contraje una infección y estuve a punto de morir. Mi hermano me ofreció al Nazareno de San Pablo con la condición de que yo viniera los primeros siete años de vida de él pagando promesa de rodilla”, cuenta la joven.
Brito afirmó que le debe su vida y la de su hijo al Nazareno. Este año además de agradecer, también le pidió por la salud de su hijo y la de su madre, quien es hipertensa y perdió la visión.
“Este año le pido por la salud de mi hijo y por la salud de mi madre, que mejore de su hipertensión y se nos dé el milagro de que pueda volver a ver nuevamente”, expresó.
Tras salir de la misa en la Plaza Diego Ibarra, la imagen del Nazareno recorrió siete puntos. El último fue el Teatro Municipal de Caracas, de allí fue traslados de regreso hasta la Basílica de Santa Teresa.
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