Dimitri, el funcionario público con síndrome de Down que venció prejuicios
A sus 27 años Juan Pablo Dimitri Vergara Cifuentes cumplió uno de sus más desafiantes propósitos personales, trabajar en una entidad pública para poderle servir a la gente.
Su meta cumplida es un objetivo que anhelan miles de colombianos, quienes cada año aspiran a ocupar uno de más de un millón de cargos públicos disponibles actualmente en este país, de acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo.
En el caso de Dimitri, tiene una connotación especial: nació con Síndrome de Down.
“Era un propósito firme que estaba arraigado en su corazón”, dice Jazmín Cifuentes, su mamá, quien reveló que desde pequeño manifestó su deseo de ser líder y abrir caminos.
“La inclinación de estar trabajando en este lugar sí la empezó en el colegio, él decía que quería ser un alcalde, incluso en bachillerato se lanzó a una candidatura de personero y entre cuatro aspirantes, quedó de segundo”, expresó con orgullo la madre de Dimitri.
En su oficina, ubicada en el área de atención al ciudadano de la secretaría de gobierno de Bogotá, la capital colombiana, Dimitri se desempeña como asistente administrativo.
Contratación histórica
Durante su jornada laboral se dedica a expedir certificados de residencia, el trámite más solicitado de la entidad. Además, realiza actualiza el sistema de documentos extraviados y dicta conferencias sobre inclusión en otras dependencias y localidades de esta gran ciudad.
“Su contratación es histórica en la alcaldía de Bogotá”, explica Andrea Johana Jiménez Ramírez, jefe servicio de atención a la ciudadanía.
“Juan Pablo es una persona con unas grandes capacidades no solamente a nivel laboral sino a nivel social. Hemos establecido unas reglas de juego que han permitido potencializar sus habilidades y la de nosotros también”, asegura Jiménez Ramírez, líder del servicio de atención al ciudadano en la alcaldía de Bogotá.
Batallador incansable
Dimitri, como prefiere que lo llamen, ha sido un batallador incansable. Su primer desafío en la etapa productiva de su vida fue movilizarse en transporte público y caminar solo por las calles de la ciudad, explicó.
“Enfrentar tantas cosas como el transporte (… ) Realmente para mí no ha sido nada fácil abordar un alimentador o un bus de transporte masivo. Eso fue un proceso que me abrumó en algún momento, el contacto con los habitantes de calle, pero igual uno tiene que prepararse para todo», expresó Dimitri.
«Voy y me devuelvo con Dios, entonces doy fe que me ha protegido porque no lo niego, a veces, me da un poco de miedo”, agrega Dimitri, quien es hijo único.
La resiliencia de Dimitri
Su mamá lo define como un hombre perseverante y resiliente.
“Hay muchos chicos con síndrome de Down que no logran ser bachilleres por diferentes situaciones, cada proceso es diferente y respetable, pero para mi hijo esa fue una de sus primeras metas, ser bachiller y lo hizo en un colegio regular. Él era el único en su curso con discapacidad, con sus adaptaciones curriculares, claro que sí, pero lo logró”, afirmó.
La madre de Dimitri afirma que su hijo tenía claro lo que quería y ella lo supo el día en que en plena Plaza Bolívar, en Bogotá, Dimitri se paró delante de la alcaldía y aseguró: «Allá voy a trabajar».
Poco tiempo después, recuerda hoy la madre, recibieron una llamada que avisaba sobre una oportunidad laboral que respondía al perfil profesional de Dimitri.
Sus colegas lo definen como uno de los funcionarios más aplicados. La puntualidad y una buena actitud son dos de sus más fuertes virtudes. Tras la oportunidad que le ha brindado el gobierno local, él dice que la gratitud es el mejor de los estados para hacerle frente a las dificultades que siempre surgen en el servicio público.
“Siento agradecimiento, estoy agradecido por las cosas que han pasado. Yo no soy una persona que presume, creída, yo creo en Dios y doy fe de que esto me lo puso Él. Y hay que ser agradecido por lo que uno tiene”, dijo.
Los retos no han faltado, dice. Dimitri compara su vida con una montaña rusa. Ha experimentado muchas caídas y posibilidades para levantarse, y en ese sube y baja lo único que lo ha hecho sentirse seguro es el apoyo incondicional de su mamá y su gran voluntad de superación.
En el 2019, fue parte de la delegación colombiana en los Juegos Mundiales de Verano de Special Olympics en Abu Dhabi representando al país en equitación y logrando 2 medallas de plata y un quinto puesto. Además de deportista, es bailarín profesional y hace parte de la Fundación Cultural de Ballet Tierra Colombiana.
También participó en el programa «Crecer hacia la vida adulta», de la corporación Síndrome de Down, donde recibió preparación para la vida laboral. Explica que fue como cursar una carrera universitaria y le abrió la posibilidad para hacer prácticas en instituciones académicas de renombre en Colombia, como la Universidad del Bosque y la Escuela Colombiana de Ingeniería.
Dimitri también ha realizado diferentes cursos con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), para mejorar sus competencias en Excell, Word, power point, liderazgo, servicio al cliente y logística.
Sus próximos pasos los tiene claros, dice con su característica sonrisa. Desea abrir una academia de baile para personas con discapacidad y sueña con ser piloto de carreras.
“Tengo tantos sueños, soy fan de los autos y mi gran, gran, gran sueño es ser un corredor de autos”, dijo.
Mónica Cortés, directora ejecutiva de Asdown Colombia, una organización creada hace 17 años para orientar familias que lo requieren, ha seguido de cerca el caso de Dimitri.
Cortés explica cómo este joven de 27 años, con una anomalía del cromosoma 21, ha podido adaptarse y destacarse entre los otros. “El síndrome de Down es una discapacidad intelectual o cognitiva porque la afectación del cromosoma tiene un impacto no solo en sus rasgos físicos sino en la forman como aprenden. Las habilidades comunicativas dependen mucho de dónde el cromosoma haya hecho mayor incidencia en el cerebro”, explica.
De acuerdo con Cortés, «la parte familiar es fundamental» para conseguir los logros de Dimitri, debido a «ha ido valorado» y «la familia le ha dado su lugar».
«Cuando esa dimensión emocional está fortalecida, las personas logran salir al mundo y adaptarse, incluso, Dimitri no siente que tiene una discapacidad, se siente igual a otros”, explica la directora ejecutiva de Asdown.
Un mensaje a las familias
Cortés dijo a la Voz de América que es fundamental que las familias con hijos con esta condición crean en ellos y no los aíslen, sino que los acompañen y ayuden en sus procesos.
“Es muy importante el trabajo con las familias, tenemos que hacer dos cosas, confiar en el hijo, que sí va a aprender, que sí va a poder lograrlo, y confiar en el mundo porque si yo como mamá estoy pensando cosas negativas porque tiene síndrome de Down, eso yo lo trasmito, entonces es verlo con naturalidad para que los demás también lo hagan”, recomendó la experta.
Desde que comenzó su vida laboral, Dimitri asume los compromisos económicos de su casa, lo que lo llena de orgullo y lo impulsa a buscar nuevas actividades en su tiempo libre. Incluso, ha sido el sostén económico de su madre cuando ella lo ha necesitado.
“Hagan hasta lo imposible por alcanzar sus sueños, apóyense en sus padres, solos es más difícil. Agradezcan por la vida, por las cosas. Hay que ser humildes y sencillos y estar con Dios día, tarde y noche”, concluyó Dimitri.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.