Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, exigió la libertad de dos líderes religiosos cubanos.
«Seguimos instando a la liberación de presos políticos en Cuba, como Loreto Hernández García y el reverendo Lorenzo Rosales Fajardo, a quienes el gobierno cubano detuvo como parte de su práctica de prohibir la disidencia, incluso por expresar creencias religiosas», escribió el viernes el funcionario estadounidense, en referencia a ambos líderes, condenados por participar en las protestas en julio de 2021.
Loreto Hernández García, sentenciado a siete años de prisión por desorden público y desacato y encarcelado en la prisión de Guamajal, en Villa Clara, era el vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba y fue detenido al igual que su esposa Donaida Pérez Paseiro, presidenta de esa misma agrupación religiosa.
El pastor evangélico Lorenzo Rosales Fajardo, también fue condenado a siete años, por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Palma Soriano, provincia de Santiago de Cuba.
El líder de la iglesia Monte de Sion fue trasladado en diciembre de 2022 desde la cárcel de Boniato para el penal de mínima seguridad llamado La Caoba, que se encuentra en los límites de Palma Soriano.
El pronunciamiento de Nichols se dio a propósito del 25º aniversario de la Ley de Libertad Religiosa Internacional.
El funcionario dijo que su país tenía presentes a los líderes religiosos que enfrentan persecución, cárcel y exilio por defender esta libertad fundamental.
De igual modo dijo que Estados Unidos también continúa presionando por la liberación inmediata e incondicional del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, detenido por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El obispo de Matagalpa es un crítico frontal del régimen de Daniel Ortega y fue detenido el 19 de agosto de 2022, cuando la policía nicaragüense asaltó de madrugada la casa parroquial de Matagalpa y detuvo a Álvarez y a otros seis religiosos. En febrero de 2023, el régimen intentó expulsarlo junto con 222 presos políticos, pero se negó al exilio y fue condenado sumariamente a más de 26 años de prisión por “traición a la patria”. En estos momentos se encuentra bajo total aislamiento en la prisión La Modelo, de máxima seguridad.
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