Las temperaturas superaron los 40° en gran parte de Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina a finales del invierno y se prolongaron hasta la primavera del hemisferio sur. Según el estudio, elaborado por el grupo científico World Weather Attribution, el cambio climático hizo que el fenómeno fuera 100 veces más probable.
En Sao Paulo, la ciudad más grande de Sudamérica, hubo al menos cuatro muertes relacionadas con el calor, pero es probable que se tarde meses en determinar el número real de fallecidos analizando los certificados de defunción, según el estudio.
«El calor mata, sobre todo en primavera, antes de que la gente esté aclimatada. Las temperaturas superiores a 40° a principios de primavera son increíblemente extremas», dijo Julie Arrighi, coautora del estudio y directora del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, una organización sin ánimo de lucro.
Una docena de investigadores de universidades y agencias meteorológicas de todo el mundo elaboraron el estudio.
Este año va camino de ser el más caluroso del que se tenga registro en el mundo, pronosticó la semana pasada el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
Las olas de calor en el hemisferio norte -como en Estados Unidos, Europa y China- contribuirán en gran medida a ese récord.
Pero llama más la atención que en Sudamérica haya habido temperaturas tan extremas en invierno, según Gareth Redmond-King, experto en clima de la Unidad de Inteligencia sobre Energía y Clima de Londres, quien no participó en el estudio.
La aparición este año del fenómeno climático El Niño también contribuyó a elevar las temperaturas, pero fue un factor menor en comparación con el cambio climático, según el estudio.
El estudio advertía de que si el calentamiento global alcanza 2° más que el promedio de la época preindustrial, se prevé que se produzcan olas de calor similares en la región cada cinco o seis años.
Naciones Unidas advirtió el mes pasado de que los países no estaban haciendo lo suficiente para hacer frente al cambio climático, y los actuales objetivos climáticos nacionales hacen que el mundo vaya camino de calentarse 2,5°.