El gobierno de El Salvador demolió el miércoles el “Monumento a la Reconciliación” que fue inaugurado en el año 2017, en el marco de la conmemoración de los 25 años de los Acuerdos de Paz que pusieron a fin a 12 años de guerra civil.
La demolición del monumento provocó el rechazo de diputados y dirigentes del exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, así como también de partidos de oposición, que lo calificaron como un atropello a la memoria histórica.
Hasta ahora había en la Plaza a la Transparencia tres esculturas de bronce que eran parte del Monumento a la Reconciliación Nacional, construido durante el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén del FMLN.
“Ese monumento recoge el espíritu de los Acuerdos de Paz en torno a la necesidad de reconciliación de nuestro pueblo, pero definitivamente este gobierno está peleado con la memoria histórica, no le gusta la memoria histórica, porque deja en evidencia que repite prácticas abusivas como lo han hecho en otros contextos las dictaduras militares en El Salvador”, manifestó la diputada del FMLN, Anabel Belloso.
El ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera Rodríguez, anunció la construcción de un nuevo espacio en el mismo sitio.
“El supuesto ‘monumento a la reconciliación’, inaugurado por el gobierno del FMLN en 2017 —que no solo era estéticamente horrible, sino que glorificaba el pacto entre los asesinos de nuestro pueblo para repartirse el pastel— ha sido demolido», informó el presidente Nayib Bukele en la red social X, antes conocida como Twitter.
El mandatario ironizó que cuando se inauguró “el monumento a los asesinos del pueblo, nuestro país vivía en perfecta democracia, no había dictadura, había independencia de poderes e institucionalidad democrática, la izquierda y la derecha trabajaban de la mano».
«Adiós, muñeca azul, y todo lo que representabas”, agregó en referencia a la escultura de bronce bautizada como la ‘Civis’, de una media mujer desnuda y pintada de un azul chillón que irrumpe del suelo y supera los ocho metros de altura.
Hace más de tres años, en una cadena nacional de radio y televisión, Bukele pidió la destrucción del monumento.
Herrera detalló a los periodistas que se van a demoler todas las estructuras aledañas y se construirá un espacio para que los salvadoreños puedan hacer diversas actividades al aire libre. Se incluirá, según prometió el ministro, un anfiteatro con cine incorporado, vías ciclo peatonales, área de comercio, con iluminación subterránea.
La excomandante guerrillera y firmante de los Acuerdos de Paz Nidia Díaz criticó la decisión del gobierno salvadoreño y los calificó de “antihistóricos».
Por su parte, la diputada del conservador partido VAMOS Claudia Ortiz cuestionó que el ejecutivo de Bukele no da justicia a las víctimas del conflicto armado al no aprobar una Ley de Justicia Transicional.
“Quizá no era suficiente un monumento, pero una ley, sí, para las víctimas del Mozote y otras, porque la impunidad del pasado permite la impunidad del presente”, afirmó.
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