El gobierno de Javier Milei devaluó este martes la moneda argentina en un 50 % al fijar el tipo de cambio oficial en 800 pesos por dólar, en una medida urgente para “neutralizar” la profunda crisis que atraviesa el país.
“El tipo de cambio oficial va a pasar a valer 800 para que los sectores productivos tengan los incentivos adecuados para aumentar su producción”, anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, en un mensaje grabado.
El lunes, el peso argentino cotizaba a 462,399 por dólar, y el jueves pasado, antes de la toma de posesión de Milei, valía 390,973.
“Esto va a estar acompañado por un aumento provisorio del impuesto del país a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones”, agregó Caputo.
En Argentina, el mercado de divisas está sometido a un régimen de control desde 2019 en el que conviven una decena de tipos de cambio diferentes.
El país atraviesa una profunda crisis económica, con una inflación anualizada de más del 140 % y una tasa de pobreza que supera el 40 %, es decir, cuatro de cada 10 argentinos vive en la pobreza.
Victor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, dijo antes a la Voz de América que estas medidas “seguramente van a generar una aceleración de la inflación que ya de por sí es dramática alta (…) este cuadro obviamente va a repercutir en los indicadores sociales que en este momento no son demasiado halagüeños”.
Más temprano, una pensionada de 80 años, Mabel Germino, dijo a la VOA que no tenía expectativa sobre los anuncios económicos.
“Acá se viene lo peor, van por la clase media (…) iba a comprar costillas y los dejé; soy jubilada, no los pude comprar (…) Aumentaron de 3.000 pesos a 5.000 (…) no vale nada esto”, dijo la anciana desde una frutería en un barrio acomodado de Buenos Aires, mientras muestra unos pesos.
Caputo, señaló que el déficit fiscal es la «génesis» del problema. Y advirtió que «si seguimos como estamos, vamos inevitablemente camino a una hiperinflación».
Milei, con postura ultraliberal, considera que se necesita una terapia de shock, con un ajuste fiscal equivalente al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Reducción del tamaño del Estado
Caputo, de 58 años, que fue ministro de Finanzas y expresidente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), confirmó que “los ministerios se reducirán de 18 a 9 y las secretarías de 106 a 54”.
“Esto va a redundar en una reducción de más del 50 % de los cargos jerárquicos de la función pública y del 24% de los cargos políticos totales del Estado», siguió Caputo.
El sector público en Argentina representa más del 18 % del empleo total, uno de los porcentajes más altos de América Latina, con cerca de 3,4 millones de personas.
También anunció la paralización de las iniciativas de obras financiadas con fondos públicos que no hayan comenzado.
“No hay plata para pagar más obra pública que, como todos sabemos, muchas veces termina en los bolsillos de los políticos y los empresarios. La obra pública ha sido siempre uno de los principales focos de corrupción del Estado. Y con nosotros eso se termina. Las obras de infraestructura en la Argentina serán realizadas por el sector privado, ya que el Estado, como dije, no tiene ya plata ni financiamiento para llevarlas a cabo”, siguió.
Subsidios
También se anunció la reducción de subsidios a la energía y al transporte.
«Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de estos subsidios», sostuvo el ministro en alusión al dinero que gasta el erario público en mantener precios reducidos para varios rubros de consumo.
Estas son las 10 medidas del plan económico:
- No se renuevan los contratos laborales del Estado que tengan menos de 1 año de vigencia.
- 2uspensión de la pauta del Gobierno Nacional por 1 año.
- Reducción de Ministerios de 18 a 9 y las Secretarías de 106 a 54. Se reducen en más del 50 % los cargos jerárquicos de la política y del 34 % los cargos políticos totales del Estado.
- Reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado a las provincias.
- No se licitarán obras públicas nuevas y se cancelarán licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no haya comenzado. Las obras de infraestructura en Argentina serán realizadas por el sector privado.
- Vamos a reducir subsidios a la Energía y al Transporte.
- Aumentar en un 50 % la asignación por hijo y en un 50% la tarjeta de alimentación, programas sociales.
- Sincerar el tipo de cambio oficial a 800 pesos y se acompañará de un aumento del impuesto al país a las importaciones y a retenciones de exportaciones no agropecuarias.
- Eliminación de todos los derechos de exportación.
- Reemplazar el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), por un sistema de información que no requerirá aprobación de licencias.
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