Después de que el gobierno anunció que Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, delantero de la selección de Colombia y jugador del Liverpool, fue secuestrado por el Ejército de Liberación del ELN, políticos de todas las orillas han rechazado la acción y han debatido sobre si este hecho debilita o pone en riesgo los diálogos con el grupo armado.
Analistas consultados por la Voz de América coinciden en señalar que el incidente puede “deslegitimar” las negociaciones con el grupo guerrillero.
El cese al fuego bilateral temporal entre las partes inició el 3 de agosto y se extenderá por 180 días, en el marco de una negociaciones que iniciaron en noviembre de 2022, bajo el liderazgo del presidente Gustavo Petro.
Luis Fernando Trejos Rosero, profesor investigador en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, dijo a la VOA que, a pesar de la gravedad del secuestro, no cree que afecte a la negociación, pues el hecho “seguramente se tramitará como una violación del cese al fuego” por medio del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV), compuesto por delegados del ELN y el Gobierno, la Conferencia Episcopal y la Misión de la ONU en Colombia, encargado de resolver este tipo de situaciones.
Sí deslegitima social y políticamente la negociación, en la medida en que los ciudadanos van a percibir que el gobierno está entregando mucho a cambio de nada»
Pero, por otro lado, “sí deslegitima social y políticamente la negociación, en la medida en que los ciudadanos van a percibir que el gobierno está entregando mucho a cambio de nada y que el ELN realmente no tiene voluntad de paz, sino que está utilizando la negociación como un mecanismo de fortalecimiento político y militar”.
Mauricio Valencia Osorno, investigador nacional de la Línea de Paz Territorial de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), explicó a la VOA que si se analizan rigurosamente “los protocolos suscritos en el mecanismo de veeduría, ahí hay algunos grises, puesto que se habla de retención, de rehenes, pero nunca se habla de secuestro”, convirtiéndose en una diferencia conceptual.
No obstante, aclaró que la noticia “sí afecta mediáticamente la legitimidad del proceso de diálogo con el ELN”, y al gobierno, “que tiene que maniobrar frente a esos escenarios”. Además, agregó, podría tener grandes afectaciones como la dilatación del inicio del quinto ciclo de diálogos entre las partes, que estaba previsto que empiece el viernes y que fue aplazado por problemas logísticos del país anfitrión, México.
Desde varias orillas
Aunque el presidente colombiano, Gustavo Petro, no se ha referido al respecto, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, señaló el jueves en una entrevista a Blu Radio que el hecho “pone en riesgo el proceso, porque es que un proceso que puede negociar el Gobierno con la guerrilla, pero para ser transparente debe tener el respaldo ciudadano”.
“Y cuando los ciudadanos saben que los secuestradores del papá de Lucho son los que están negociando, imagínese qué van a pensar”, concluyó Velasco.
La oposición, además, ha enviado fuertes reclamos al respecto al Estado, pidiéndole que retome las acciones armadas contra el ELN, como es el caso de la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático: “Es inaceptable que el gobierno haga ceses al fuego y que grupos narcoterroristas lo utilicen para secuestrar y asesinar”.
El senador Iván Cepeda, miembro de la delegación del gobierno en los diálogos de paz con el ELN, exigió, a través de un video difundido a la prensa, la liberación del padre del jugador y enfatizó en que “el secuestro es una práctica criminal que viola abiertamente el Derecho Internacional Humanitario y que no solamente debe ser suspendida sino, definitivamente eliminada en el proceso de paz y de construcción de la terminación del conflicto de esta guerra tan prolongada”.
El senador de la Alianza Verde y analista político, Ariel Ávila, calificó de “bajeza” el secuestro y dijo que es un “ataque” que deslegitima lo que se ha denominado como Paz Total y advirtió que el hecho podría llevar a una “parálisis” en las negociaciones de paz.
¿Qué viene?
Otty Patiño, jefe negociador de paz con el ELN, en principio, confirmó a través de un comunicado que el grupo guerrillero fue el responsable del secuestro del papá del futbolista, el gobierno exigió su liberación y le recordó “que el secuestro es una práctica criminal, violatoria del derecho internacional humanitario y es que es su deber en el desarrollo del actual proceso de paz, no solo dejar de ejecutarla, sino además eliminarla para siempre”.
Además, informó que, como parte del desarrollo del acuerdo en materia de Cese al fuego, la delegación presentará el caso al Mecanismo de Monitoreo y Verificación vigente, y “realizará todas las acciones necesarias para lograr la liberación inmediata y con garantía de la vida e integridad del señor Díaz”.
Según explicó Valencia, “este mecanismo de verificación va a tener que entrar a determinar si hubo o no una violación al cese bilateral” y que no será fácil, “al no estar muy claro este tipo de acción, en el mecanismo de verificación, en los protocolos que se acordaron. Ahí hay como un vacío”.
Además, resaltó que se debe tener en cuenta que tiene un gran impacto mediático, por ser familiar de una figura pública, pero que se debe discutir si, en el marco de esta acciones armadas, se debe tener alguna diferenciación con otros civiles, puesto que “ya han habido a secuestros por parte del ELN que no ha suscitado el revuelo que ha generado el secuestro del papá de Luis Diaz”.
Medios locales han señalado que el ELN estaría coordinando la entrega del padre del futbolista en las próximas horas, mientras que los altos mandos del grupo guerrillero no han confirmado ni negado el hecho.
El sábado pasado, individuos que se movilizaban en una motocicleta raptaron a Luis Díaz Marulanda, padre del deportista, junto a su esposa Cilenis Marulanda, en la localidad de Barrancas, en el departamento de La Guajira, al norte de Colombia. La mujer fue rescatada posteriormente.