“El sistema migratorio de EEUU es un laberinto del que hay que lograr salir”
El sueño de Julio Torres siempre había sido el de escribir comedias y convertirse en un guionista de éxito. Tenía puesta su mirada en Estados Unidos, convencido de que en El Salvador, su país natal, no tendría prácticamente posibilidades de progresar laboralmente. Así que trató por todos los medios acceder a una universidad norteamericana hasta que logró una beca para poder cursar sus estudios en The New School, donde se licenció en estudios literarios en 2011.
Desde entonces ha ido forjando una carrera, trabajando en reconocidos programas de televisión como Saturday Night Live (SNL) o The Tonight Show. Incluso logró cuatro nominaciones como miembro del equipo de guionistas del programa de los sábados por la noche.
Pero las cosas, como inmigrante, no fueron fáciles para él. Después de estudiar quiso cambiar su visado de estudiante a uno de trabajo, pero se encontró con muchísimas dificultades. “Al igual que miles de personas no residentes en Estados Unidos, yo me encontré con muchísimas trabas para hacer cualquier tipo de trámite migratorio”, explicaba el guionista de 37 años en declaraciones a la Voz de América comparándolo con “un laberinto por el que hay que pasar y hay que lograr salir”.
Asegura que él nunca pensó en tirar la toalla, pero entiende que cualquiera en su misma situación hubiera sentido frustración por las dificultades del sistema. “Creo que soy una persona bastante optimista y, obvio, entiendo que haya personas que quieran abandonar la meta porque siente que el sistema está pensado para que el inmigrante diga adiós. Pero rara vez el inmigrante dice adiós”, puntualiza.
Desde muy pequeño siempre quiso escribir para cine y televisión, a pesar de que eso apenas lo había vivido en casa. Su padre es ingeniero civil y su madre arquitecta, por lo que ninguno de los dos está familiarizado con el mundo de las artes y las ciencias.
“No sabía cómo penetrar en el ámbito del cine y la televisión porque no conocía a nadie que trabajara en eso. Traté de venir a Nueva York inmediatamente después de graduarme del colegio, pero no se pudo por falta de dinero. Así que fui a la universidad en El Salvador durante dos años y luego me vine aquí, ya con una beca”, relata sobre sus inicios.
A pesar de su dilatada experiencia laboral, Torres siente que está empezando. “Siento que nada más estoy en el capítulo uno”, afirma.
En ese sentido, su sueño americano es “poder vivir aquí con dignidad y hacer lo que me gusta, el poder encontrar algo que no encontraste en otro lugar”, por lo que, de alguna manera, siente que sí lo está cumpliendo.
El también actor y director de cine decidió plasmar en la gran pantalla los problemas que tienen muchos inmigrantes en Estados Unidos a la hora de lidiar con los trámites migratorios. Acaba de presentar el largometraje El Problemista, en el que su personaje, Alejandro, es un aspirante a diseñador de juguetes que sueña con quedarse en el país y cumplir su sueño antes de que expire su visa de trabajo.
“La película habla bastante sobre lo complicado y ridículo que es el sistema, y trata de burlarse un poco de esa burocracia”, comenta Torres.
Asegura que lo que más le costó a la hora de realizar este filme “fue encontrar el tono” ya que quería explicar el embrollo del sistema migratorio estadounidense, pero desde un punto de vista cómica, sin entrar en el drama.
“No era una cuestión de respeto, sino porque al fin y al cabo era mi historia y no quería hacer una película que se sintiera como un documental ni de mi experiencia como inmigrante. Comparada con otras historias no es la historia más interesante del mundo, es la de un joven que viene para la universidad y se quiere quedar trabajando”, agrega al respecto.
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