Exjefe paramilitar y narco colombiano acepta más de 140 crímenes para silenciar a denunciantes
El exlíder paramilitar y antiguo narcotraficante colombiano Carlos Mario Jiménez Naranjo, aceptó su responsabilidad en 141 crímenes, que incluyen asesinatos y torturas de personas de la población civil hace dos décadas que se opusieron o denunciaron el accionar paramilitar, informó el lunes la Fiscalía.
Alias “Macaco” será condenado por esos crímenes, que se suman a centenares más cometidos cuando era el cabecilla del Bloque Central Bolívar, uno de los más poderosos de las desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia, que combatieron a las guerrillas de izquierda.
La Fiscalía señaló en un comunicado que aún no se conoce la fecha en la que se dictará la condena.
Entre los 141 hechos criminales que señaló la Fiscalía, hay secuestros, torturas, homicidios, acceso carnal violento, reclutamiento ilícito y desplazamientos forzados.
El exparamilitar aceptó su responsabilidad por el homicidio de dos integrantes del partido político de izquierda Unión Patriótica cometidos en marzo de 2002 en Caquetá, en el sur del país. Así como crímenes contra tres mujeres que incluyeron abuso sexual, secuestro y desplazamientos forzados entre 2000 y 2004.
El antiguo paramilitar, quien comandó a más de 7.000 hombres, se desmovilizó en el 2005 cuando la estructura armada alcanzó un acuerdo con el Estado para dejar las armas a cambio de comparecer ante el tribunal especial Justicia y Paz que daría penas de cárcel de ocho años.
Sin embargo, en 2014 fue excluido de ese tribunal especial por reincidir en actividades delictivas. Desde entonces, sus procesos quedaron a cargo de la fiscalía general colombiana sin beneficios especiales.
“Macaco” fue extraditado en 2008 hacia Estados Unidos, donde cumplió 11 años de prisión, de una sentencia original de 33 años por delitos relacionados al narcotráfico.
Según documentos judiciales, bajo el liderazgo de Jiménez Naranjo, los paramilitares traficaron con miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos con los que financiaban su accionar ilegal.
Desde que regresó a Colombia como deportado en 2019, “Macaco” ha estado recluido en una prisión de Antioquia, en el noroeste del país, y ha propuesto revelar más sobre el conflicto armado ante la Jurisdicción Especial para la Paz, un tribunal creado tras la firma del histórico acuerdo de paz en 2016 entre el Estado y la desaparecida guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Dicho tribunal, que también le podría otorgar beneficios para salir de la cárcel a cambio de verdad, no ha aceptado a “Macaco”, quien ha dicho que tiene información sobre cómo los paramilitares infiltraron a Ecopetrol, principal compañía petrolera estatal del país, y la ubicación de fosas comunes en las fronteras con Ecuador y Venezuela.
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