Para una de mis seguidoras, el diagnóstico de la endometriosis llega después de casi una década: «Me lo han dado este año, entre los 28 y los 29, pero empecé con dolores insoportables desde los 19«.
Su caso no es una cosa excepcional, la endometriosis es una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres y, según la OMS y EndoFrance, las mujeres que la padecen, tardan de media 7 años en recibir el diagnóstico.
Para quienes no saben muy bien qué es esto de la endometriosis, consiste en el crecimiento de tejido endometrial -el revestimiento que permite que se implante el óvulo-, fuera del útero. Una enfermedad que afecta a la calidad de vida y a lo que yo voy a tratar hoy especialmente, el sexo.
La razón por la que esta afección resulta tan compleja es porque, al no poder evacuarse esos tejidos o la propia sangre al exterior, provoca inflamación de los tejidos o incluso adherencias endometriales, como si fuera un chicle entre los órganos, para que nos entendamos.
Las consecuencias, además de un dolor pélvico durante la menstruación tan intenso que resulta incapacitante (y puede ir aumentando con el tiempo) es sentir dolor durante o después de tener relaciones sexuales.
Una de las razones del tardío diagnóstico es que el dolor en la menstruación se ha dado por sentado desde hace tanto tiempo que es difícil establecer un origen. De hecho, la mayoría de las mujeres que descubren que la padecen es porque están intentando quedarse embarazadas y la endometriosis afecta a su fertilidad.
Pero volviendo a la esfera más íntima, que es la que quería tratar hoy, para quienes padecen la endometriosis el sexo se convierte en un campo de minas, una experiencia que debería ser placentera, pero por las circunstancias es fuente de molestia.
«Tengo sequedad el 90% de las veces, salvo estar muy excitada, hasta se me rompen muchos preservativos«, «Ni orgasmos puedo tener tranquila, porque cuando estoy con la regla, después de tener uno, me muero», dicen algunas de mis seguidoras que comparten conmigo su experiencia.
Penetración, el mayor problema
No hay dos endometriosis iguales, pero sí que muchas de las mujeres que me cuentan cómo es su vida sexual, destacan que el coito es la práctica más problemática.
«Hay ciertas posturas que no puedo mantener y el dolor también depende del momento del mes. Nos limita a mantener las mismas posturas cuando estoy más sensible al dolor o incluso a parar o no iniciarlas directamente», dice una seguidora.
El dolor «es solo con penetración, va por dentro, cerca de la zona de los ovarios y alrededores», escribe otra.
De hecho, lo que hacen muchas es ignorar las señales de su cuerpo para que su pareja no se dé cuenta: «Alguna vez he querido aguantar el dolor para no cortar el rollo, pero sé que no está bien».
«En las relaciones íntimas al final terminas normalizando el dolor. Afortunadamente hay más cosas de las que disfrutar y compartir y la penetración es una parcelita más de ese momento», escribe otra seguidora.
Y sí, dentro de que hay muchas prácticas y es fundamental que se desgenitalice el placer, «es el hecho de no poder escoger una práctica que igual me apetece por el dolor y no poder disfrutar cien por cien del sexo pensando si me va a doler», aparece en otra de las reflexiones que recibo.
Salud íntima y endometriosis
El motivo de la endometriosis no es algo que se conozca con exactitud, sino que se concibe como una enfermedad multifactorial (lo que, sugiero, podría servir de inspiración para investigadores que buscan campos en los que hacer descubrimientos).
Pero para muchas, además de los años invertidos en batallar con médicos para tener un diagnóstico, recibir comentarios por parte de profesionales sin tacto alguno es algo que también forma parte, por desgracia, de su enfermedad.
«Cuando estoy con la regla, el sexo directamente no es una opción. Casi no lubrico de forma natural y aún usando geles solo siento molestias o dolor, así que dejé de hacerlo. Al comentarlo con el ginecólogo me soltó ‘Bueno, pues aprovecha cuando no te duela‘», escribe una seguidora.
Las alternativas que tienen las mujeres que sufren endometriosis no son demasiadas, pero una de ellas es el dispositivo Ohnut que comercializa Intyessentials.
Según Adnane Kabaj, fundador de la empresa especializada en salud íntima femenina: «Al limitar la profundidad de la penetración, permite evitar el contacto con zonas especialmente sensibles o dolorosas, lo que puede mejorar significativamente la experiencia sexual».
“Para las personas con endometriosis, el dolor suele localizarse en la región profunda y posterior debido a la acumulación de lesiones en los ligamentos úterosacros. El Ohnut ayuda a reducir la penetración en estas zonas sensibles, mejorando la experiencia íntima”.
Por otro lado, un problema añadido que encuentran las mujeres con endometriosis es la molestia por el uso de la copa menstrual, ya que la inflamación puede hacer que sea dolorosa a la hora de introducirla, llevarla puesta o quitarla.
En ese sentido, el disco menstrual de Enna es una alternativa para las que quieren dejar de utilizar compresas o tampones: «Gracias al diseño plano y flexible de Enna cycle disc, no se genera vacío ni presión, lo que la hace imperceptible al llevarla puesta», dicen desde la marca.
«Además, es especialmente beneficiosa para personas con endometriosis, ya que evita la presión adicional en las paredes vaginales que suelen causar las copas menstruales tradicionales».
Recuerda que si presentas sangrados abundantes durante más de 7 días, dolores intensos durante tu menstruación o tienes problemas para quedarse embarazada, es recomendable que acudas a consulta.
https://imagenes.20minutos.es/files/image_1920_1080/files/redes_mujer/uploads/imagenes/2024/11/14/dolor-pelvico-mujer.jpeg
#Hay #ciertas #posturas #puedo #mantener
Source link