Una pareja de youtubers fue interrogada durante horas en Cuba y deportada a su país de origen, Perú, por grabar un video en la calle, según explicaron en detalle este sábado en su canal «La blue Kombi«.
Eva Cavero y Andrés Izarnótegui explicaron en el video que viajaron a La Habana el 19 de septiembre pasado en calidad de turistas con el objetivo de grabar videos para su canal de YouTube y dos días después fueron detenidos por las autoridades migratorias cubanas.
«Nos buscaron directamente en el cuarto de nuestro hotel, nos llevaron a las oficinas de extranjería y nos interrogaron por 12 horas, después fuimos deportados a nuestro país (Perú)», denunció la pareja.
Los jóvenes dijeron que no hacían el video para denunciar lo ocurrido, sino para informar a sus seguidores de la situación a la que pueden exponerse si tienen planeado viajar a Cuba.
«Fuimos víctimas de un régimen que no permite la libertad de expresión en ningún sentido», afirmaron los youtubers.
Según los youtubers, no habían querido decir nada sobre lo ocurrido hasta ahora porque quisieron informarse muy bien primero sobre su situación.
Explicaron que salieron de la ciudad de Lima, el día 19 de septiembre, en un vuelo de Copa Airlines que hizo escala en Panamá. Como requieren las autoridades cubanas, 48 horas antes del vuelo llenaron un permiso de viaje con información personal que incluía cuántos días iban a permanecer en la isla, detalles del boleto de regreso, donde se hospedarían y el motivo del viaje.
Una vez en Cuba, en el chequeo de inmigración, les pidieron que se separaran del grupo de viajeros. «De todo nuestro vuelo fuimos los únicos que fuimos separados», dijo Andrés.
Un agente se llevó sus pasaportes y al rato fueron interrogados por un tercer oficial que les preguntó cuál era su profesión. Luego llegaron dos agentes más, señalaron los youtubers, y «nos llevaron a los famosos cuartitos».
Allí les repitieron las mismas preguntas que ya habían contestado sobre su tiempo de estancia y que planeaban hacer en Cuba. «Pero a estas alturas ya esos sabían que teníamos redes sociales y canal de YouTube», dijo Andrés en el video.
Los agentes les dijeron que muchos youtubers habían ido a Cuba «a desprestigiar» el país con los videosque habían hecho y «no estaban contentos» con el material que habían publicado luego.
La odisea de los jóvenes hasta lograr salir del aeropuerto y dirigirse al hotel no terminó allí. Al recoger el equipaje tuvieron que pasar por un escaner corporal y fueron interrogados nuevamente, según detallaron.
Al otro día de su llegada, mientras filmaban un video en una calle de La Habana Vieja, una oficial en uniforme se les acercó y les preguntó que hacían.
«Filmando un video sobre La Habana», contestaron. La oficial preguntó sobre qué específicamente. «Veo que estás hablando bastante», le dijo a Andrés.
En su canal de YouTube, donde tienen alrededor de 285 mil seguidores, los jóvenes explican que realizan videos sobre comunidades y estilo de vida en el mundo.
Luego siguió el interrogatorio y los jóvenes fueron conducidos a una casa de la zona donde la oficial les pidió su documentación e hizo una llamada por teléfono. «Habló con una persona y le dijo que estábamos grabando en la calle», dijo Eva.
«Todo lo apuntaban en una libreta, el nombre del hotel, el número del cuarto del hotel, punto importante para después», subrayó Andrés. «Nos pidió ver el material de la cámara y luego ya nos dejó ir»
Al otro día repitieron la misma rutina, visitaron lugares de la ciudad y grabaron en la calle. en la tarde, recibieron una visita en la habitación. Eran «dos oficiales de inmigración y dos personas que trabajaban en el hotel» que le spidieron que apagaran sus teléfonos y les entregaran los pasaportes.
En ese momento, Eva les dijo que quería llamar a la embajada de Perú en La Habana, y los oficiales le negaron la llamada. Les dijeron que empacaran y que serían trasladados a una oficina donde podrían realizar la llamada. Cuando exigieron una explicación, los oficiales respondieron que «habían cometido una falta» a su estancia de turistas en Cuba.
La oficina resultó ser un cuarto de interrogatorios en la sede de Inmigración y Extranjería, donde un oficial les preguntó qué organización les había pagado «para venir a desprestigiar al gobierno de Cuba», dijo Eva.
La youtuber explicó que sus interrogadores fueron hostiles y hasta les dijeron que ellos habían viajado al país para «organizar un levantamiento en la ciudadanía», algo que consideraron «insólito y disparatado hasta cierto punto». También les cuestionaron que hubiesen supuestamente grabado videos críticos contra el gobierno de Venezuela.
«Nunca hemos viajado a Venezuela», dijo Eva. Grabaron un video en Lima sobre la comunidad de exiliados venezolanos en Perú.
Por preguntas, ya avanzado el interrogatorio, los jóvenes sospechan que los agentes revisaron sus cuentas de WhatsApp en sus teléfonos, y tuvieron acceso a información personal.
Cuando insistieron en comunicarse con su embajada o con familiares, les dijeron que no. Habían pasado unas 8 horas incomunicados en el cuarto de interrogatorio cuando llegó un representante del «poder judicial». Entonces los separaron y les tomaron una declaración. «Querían ver si coincidían nuestras historias», dijo Eva.
Casi a las dos de la mañana, los jóvenes volvieron a pedir hablar con la embajada, y los agentes les dijeron que ya para qué, que era muy tarde. A las 4 de la mañana los llevaron al aeropuerto, donde esperaron en un cuarto separados de los otros pasajeros, sin sus pasaportes.
Al abordar el avión, un agente entregó los documentos a un representante de la aerolínea y le devolvió los teléfonos. «No tuvimos nuestros pasaportes hasta llegar a Perú», dijo Andrés.
Los youtubers consultaron con una abogada que les explicó las violaciones que se habían cometido con esta detención en Cuba, como el derecho a la comunicación
«Tengan en cuenta que, no solamente si viajan a Cuba, si viajan a cualquier país, ustedes tienen derechos», explicó Andrés a sus seguidores. «Nosotros cometimos el error de haber salido de ese hotel sin haber hablado con nuestra embajada».
Los jóvenes alertaron que, en Cuba, grabar un video en la calle es motivo suficiente para ser detenido, interrogado durante horas y deportado. Afortunadamente, el material que grabaron en la isla no fue borrado, «está intacto», y los videos saldrán en el canal de YouTube las próximas semanas, prometieron.
Al final del video, enviaron un mensaje: «Un abrazo a todos nuestros amigos cubanos que no pueden regresar a su país».
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