El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renovó el martes una orden ejecutiva que data de 1995 y que dispone extender la emergencia nacional por amenazas al país de las acciones de narcotraficantes centrados en Colombia.
“Las acciones de importantes narcotraficantes con sede en Colombia continúan representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos y causan un nivel extremo de violencia, corrupción y daño en EEUU y en el extranjero”, indica un memorando publicado por la Casa Blanca.
El nivel de emergencia debía expirar el venidero 21 de octubre, pero ahora se extenderá por un año más.
La Ley de Emergencias Nacionales de EEUU establece que tras ser declarada una emergencia, la misma pude ser revocada en el plazo establecido, excepto que el Presidente envíe aviso al Registro federal y al Congreso 90 días antes para ratificarla, lo que ha hecho Biden ahora.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) estima que Colombia registró un aumento del 13 % en las áreas de cultivos de hoja de coca, al pasar de 204.000 hectáreas sembradas en 2021 a 230.000 en 2022.
El aviso aparece precisamente casi tres semanas después de que Washington y Bogotá celebraran la Tercera Reunión del Grupo de Trabajo Antinarcóticos durante dos días en la nación latinoamericana, para darle “un enfoque integral” a la lucha antidrogas.
En esa ocasión el máximo funcionario estadounidense para el combate al narcotráfico, Todd Robinson, dijo haber visto «muchos puntos en común» entre la estrategia de EEUU y la del presidente Gustavo Petro.
“La mirada holística de Colombia hacia los problemas asociados a las drogas llevan a proponer soluciones innovadoras y creativas que permitan obtener mejores resultados respecto a lo que evidenciamos en las últimas décadas”, dijo en su momento el viceministro de Exteriores de Colombia, Francisco Coy.