La mayoría de los cubanos quieren tener un negocio y casi la mitad de los dueños dependen de remesas: encuesta

El 79% de un grupo de más de 300 cubanos encuestados elegirían ser propietarios de algún emprendimiento independiente a pesar de que se percibe un sesgo institucional basado en el perfil político en el trato hacia los emprendedores y poco apoyo estatal para fomentar un negocio.

La aseveración es parte de los resultados que arrojó la indagación «MIPYMES y Cuentapropismo«, realizada entre octubre y diciembre de 2024 por la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) y la Asociación Cubana de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (ACTAE).

“Las razones fundamentales de la voluntad de los cubanos para tener un negocio privado consisten en las oportunidades que tienen para crecer desde el punto de vista empresarial hasta el económico, fomentando de esa manera el desarrollo y la creatividad laboral que se convierte en un estímulo, en un incentivo, en un triunfo que depende de cada uno de ellos, algo que en Cuba había desaparecido”, indicó a Martí Noticias Iván Hernández Carrillo, secretario General de la ASIC.

Aunque solo un 10% de los 354 cubanos encuestados considera que el gobierno brinda suficiente apoyo financiero, social y jurídico a quienes desean emprender, los cubanos aspiran a una economía independiente del Estado.

“El tratamiento a estos emprendedores por parte del Gobierno, el pueblo lo percibe como una obstaculización al sector privado, con el endurecimiento de las leyes que entraron en vigor en septiembre pasado y que ha ido de mal en peor. Está claro que el gobierno no apoya el sector privado. Para el régimen es un mal necesario”, apuntó Hernández Carrillo.

Según explica, el sondeo mostró “de una manera bien contundente, que el 90% de los emprendedores cubanos afirmaron no recibir apoyo para sus actividades y sí mucha presión estatal de los inspectores, de la policía y de los propios dirigentes del Gobierno que los azuzan con multas, amenazas y todo tipo de chantajes”.

Cerca de la mitad de emprendedores y cuentapropistas que respondieron a la enccuesta dependen de las remesas de un familiar o amigo en el exterior para la creación o sostenimiento de su empresa.

“En gran medida algunos negocios particulares dependen de la economía familiar y, los más prósperos, de algún inversionista en el exterior, principalmente de Estados Unidos, que le permiten incrementar la producción y las ganancias y generar la mayor parte del empleo que, como arrojó nuestra encuesta, el 97% indicó que el sector privado tiene un potencial necesario para crear empleo”, señaló el sindicalista.

La encuesta, presentada recientemente por el Observatorio de Derechos Laborales y Sindicales, tuvo como propósito el análisis de los problemas que enfrentan los emprendedores, así como su percepción de la iniciativa particular.

“Los emprendedores cubanos tienen muchas dificultades para establecer sus negocios: el alto nivel de estrés, las dificultades para encontrar el ajuste de precio entre producto y el mercado y subsistir bajo una economía en bancarrota y en constante cambio. Parece algo contradictorio, pero es sorprendente ver cómo en medio de tantos obstáculos, los emprendedores cubanos inician sus negocios, sobreviven y prosperan”, precisó.

Otras dificultades encontradas fueron la corrupción, los altos costos de las materias primas y de los productos, los impuestos elevados, deficiente política monetaria, excesiva burocratización, la ineficiencia y la baja conectividad que frenan la promoción y modernización de los negocios.

“También la creación del Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales que ha sido instaurado para perseguir y reprimir las iniciativas privadas, fortaleciendo los mecanismos legales de control con mira a asfixiar al sector privado”, recalcó el líder sindical.

“Las nuevas regulaciones anunciadas no ayudarán al país, al contrario, vienen a traer nuevos problemas. Ya se conoce del cierre de algunos negocios a raíz de estas medidas y otros han pronosticado la caída de las ventas como consecuencia de las nuevas regulaciones», dijo.

«Muchas mipymes y trabajadores privados prefieren mantener su autonomía y no perder el control, por lo que apuestan a trabajar con sus recursos para asegurar su rentabilidad. Las regulaciones contrastan con lo que necesita nuestro pueblo, la economía, y con lo que están dispuestos a sacrificar los trabajadores privados por lo que auguramos un grave impacto en la economía nacional, en nuestro pueblo”, concluyó el activista.