Arabia Saudita y los países musulmanes pidieron el sábado el fin inmediato de las operaciones militares en Gaza, declarando en una cumbre árabe-islámica conjunta en Riad que Israel es responsable de los «crímenes» contra los palestinos.
El príncipe heredero Mohammed bin Salman, gobernante de facto de Arabia Saudita, reunió a líderes árabes y musulmanes para la cumbre en un momento en el que el reino ha tratado de ejercer su influencia para presionar a Estados Unidos e Israel para que pongan fin a las hostilidades en Gaza.
Asistieron a la reunión decenas de dirigentes, entre ellos el presidente iraní, Ebrahim Raisi, el mandatario turco, Tayyip Erdogan, el emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente sirio, Bashar al Asad, que fue acogido de nuevo en la Liga Árabe a principios de año.
El príncipe Mohammed dijo que el reino afirma su «condena y rechazo categórico de esta guerra bárbara contra nuestros hermanos de Palestina».
«Nos enfrentamos a una catástrofe humanitaria que demuestra el fracaso del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional a la hora de poner fin a las flagrantes violaciones israelíes de las leyes internacionales», aseguró en un discurso ante la cumbre.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que los palestinos se enfrentan a una «guerra genocida» y pidió a Estados Unidos que ponga fin a la «agresión» israelí.
Mientras se dirigía a Riad, Raisi afirmó que había llegado el momento de pasar a la acción en lugar de hablar sobre el conflicto.
El sitio semioficial de noticias iraní Tasnim dijo que Raisi propondrá que los países musulmanes prohíban a Israel utilizar su espacio aéreo e impidan que Estados Unidos envíe armas a Israel desde sus bases militares en la región.
Oriente Medio está en vilo desde que combatientes de Hamás atacaron Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas. Desde entonces, Israel ha intensificado su asedio a Gaza, donde hasta el viernes habían muerto 11.078 personas, el 40% de ellas niños, según funcionarios palestinos.
Países árabes divididos
Los combates se intensificaron durante la madrugada del sábado cerca de los abarrotados hospitales de la ciudad de Gaza, según funcionarios palestinos.
Un bebé murió en una incubadora en el mayor hospital de Gaza tras quedarse sin electricidad, y un paciente en cuidados intensivos murió a causa de un proyectil israelí, según el Ministerio de Salud palestino.
La guerra ha trastornado las alianzas tradicionales en Oriente Medio, ya que Riad ha estrechado sus relaciones con Irán, se ha opuesto a las presiones de Estados Unidos para que condene a Hamás y ha dejado en suspenso sus planes de normalizar los lazos con Israel.
El viaje de Raisi a Arabia Saudita es el primero de un jefe de Estado iraní desde que Teherán y Riad pusieran fin en marzo a años de hostilidad en virtud de un acuerdo mediado por China.
Erdogan pidió una conferencia de paz internacional para encontrar una solución permanente al conflicto entre Israel y los palestinos.
«Lo que necesitamos en Gaza no son pausas de un par de horas, sino un alto el fuego permanente», dijo Erdogan en la cumbre.
El reino tenía previsto acoger dos cumbres extraordinarias, la de la Organización de Cooperación Islámica y la de la Liga Árabe, el sábado y el domingo. La cumbre conjunta sustituirá a las dos reuniones en vista de la «extraordinaria» situación de Gaza, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores saudita.
Hamás pidió a la cumbre que tomara «una decisión histórica y decisiva y se movilizara para detener inmediatamente la agresión sionista».
«Hacemos un llamado a los líderes árabes y musulmanes (…) para que presionen a la administración estadounidense, que tiene una responsabilidad directa en la guerra genocida a la que se enfrenta nuestro pueblo en la Franja de Gaza», decía un comunicado del grupo militante palestino.
Los ministros de Asuntos Exteriores árabes se mostraron divididos, ya que algunos países, encabezados por Argelia, pidieron la ruptura total de los lazos diplomáticos con Israel, según declararon dos delegados a Reuters. Otros países árabes, que han establecido relaciones diplomáticas con Israel, se opusieron y subrayaron la necesidad de mantener abiertos los canales con el gobierno de Benjamin Netanyahu.