En un histórico balotaje, poco más de 35 millones de personas eligen al próximo presidente de la Argentina por los próximos cuatro años. Los candidatos que alcanzaron la segunda vuelta electoral son el actual ministro de Economía, Sergio Massa, y el economista libertario Javier Milei.
Los centros de votación en todo el país abrieron a las 8:00 de la mañana y se espera que el resultado de la elección se conozca alrededor de las 9:00 de la noche.
“Es un día histórico, no importa que los candidatos no nos gusten, tenemos que votar para defender la democracia”, aseguró, emocionado, Carlos, un jubilado de 75 años que emitió el sufragio en una escuela de la ciudad de Buenos Aires.
Muchos analistas consideran que nunca en los 40 años de democracia ininterrumpida que lleva la Argentina se había experimentado un elección como ésta, donde los candidatos plantean dos modelos de países completamente distintos entre sí.
Por un lado, el economista libertario Javier Milei promete, como hizo desde el inicio de su campaña, reducir fuertemente el tamaño del Estado, privatizar parte de la salud y de la educación, dolarizar la economía y cerrar el Banco Central de la República Argentina, entre otras propuestas.
Por el otro, Sergio Massa, el oficialista que actualmente ocupa el cargo de ministro de Economía, intenta mostrarse como un candidato moderado que llama a “la unidad nacional”, tal como él mismo se declaró en la elección general de octubre. Allí, en esa primera vuelta, fue el más votado, secundado por Javier Milei.
“En esta elección vemos una característica muy marcada y es que se está jugando entre dos emociones”, para la Voz de América la politóloga Nayet Kademián, para luego agregar: “Una es el miedo que genera Milei en aproximadamente la mitad de la población y, la otra, la desconfianza que despierta Massa en prácticamente la otra mitad de la sociedad”.
Este sentimiento del electorado se genera, tal como asegura la analista, por la compleja situación económica y social que vive la Argentina. Según datos oficiales, el país cuenta con una inflación interanual del 138 %, una pobreza del 40,1 % de la población y cerca del 45 % de los trabajadores lo hace en el ámbito informal.
“Estamos mal, es cierto, pero confío mucho en que el próximo presidente pueda torcer el rumbo de la Argentina”, señaló en diálogo con este medio Viviana, una vez que emitió su voto en una escuela en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. “Yo ya estoy grande y las viví todas, pero pienso en mis nietos, no quiero que se vayan del país”, agregó.
“Sea quien sea el ganador, en términos simples me pesa un pensamiento pesimista donde para 2024 nos espera una Argentina complicada, con vaivenes y mucho conflicto social”, reflexionó en diálogo con la VOA el consultor y encuestador Federico González. Es la misma sensación que tiene gran parte del electorado.
La clave de los indecisos y la centroderecha
Esta histórica jornada electoral estará marcada por la trascendencia que tendrán los votantes indecisos y los de la centroderecha, aquel que en la primera vuelta electoral se inclinó por Patricia Bullrich, quien quedó tercera con el 23,83 % de los votos.
También será importante el electorado que había optado por el gobernador de Córdoba, el peronista Juan Schiaretti que cosechó un 6,78 % de los sufragios.
“Los indecisos son clave para esta elección, dado que todos los pronósticos dan un resultado muy cerrado”, aseguró el politólogo Patricio Giusto. Además, agregó: “Milei tiene que intentar que la mayor parte de ese 23,83 % vaya para él, Massa sabe que es muy difícil lograr seducir a los votantes de ese sector, aunque también puede ser un electorado que en esta situación se incline por no votar o hacerlo en blanco”.
Este panorama quedó bien expuesto en el cierre de campañas el jueves. Sergio Massa lo hizo en el colegio Carlos Pellegrini junto con centenares de alumnos secundarios, una institución pertenece a la Universidad de Buenos Aires. Allí buscó captar al voto joven, que en gran medida es un pilar fundamental para Milei, como reflejan las encuestadoras.
Milei, por su parte, eligió a la provincia de Córdoba para finalizar sus actos proselitistas. Es un distrito muy esquivo para Massa, donde en las elecciones generales de octubre quedó cuarto. Allí, en Córdoba, la “invitada especial” -tal como la presentaron- fue la propia Patricia Bullrich, quien se subió al escenario y llamó a votar por Milei.
Bullrich y el expresidente Mauricio Macri se volcaron rápidamente por el bando del libertario cuando en la semana posterior a la elección general celebraron una conferencia de prensa en que aseguraron que habían “hecho las paces” con Milei y le pedían a su electorado que lo votara para “terminar de una vez por todas con el kirchnerismo”.
“La verdad es que dudé hasta último momento en venir y mucho más en saber a qué candidato votar, pero hoy me desperté y entendí que era muy importante defender la democracia y mi derecho a elegir el futuro de mi país”, se sinceró Alberto, un trabajador del área de comercio. Su situación es la representación de muchos otros, según entienden los analistas.
Sin dar predicciones ni concretar, las encuestadoras aseguran que es difícil vaticinar el comportamiento del electorado en un clima de marcado descontento con la dirigencia política y la grave situación económica, por lo que el rumbo de la elección será una incógnita hasta que se conozcan los primeros resultados bien entrada la noche en Argentina.