El músico y compositor Joseph Sowa no nació en Argentina, pero su herencia cultural y musical no solo corre por sus venas sino también está presente en cada una de sus creaciones musicales.
Sowa tiene una forma diferente de ver y sentir la música instrumental y afirma que escribe de lo que le intersa en un determinado momento como compartiría una conversación con amigos.
«El público es mi amigo y los invito a mi mundo y mi objetivo es ser un buen anfitrión», asegura Sowa.
Crecer al lado de su madre y su abuela de origen argentino fue suficiente para despertar en Joseph su pasión por la música, la creación y el amor por el país sudamericano.
“Yo no emigré a EEUU, pero mientras crecía mi madre y mi abuela jugaron un papel muy importante en mi vida. Cuando vivíamos cerca nos visitábamos con frecuencia y cuando vivíamos al otro lado del país hablábamos durante horas por teléfono. Escuchar su perspectiva sobre la vida y la música fue muy influyente para mí”, dijo a la Voz de América, Joseph Sowa.
Los padres de Joseph Sowa son músicos aficionados, pero su abuela era una pianista de formación clásica que estudió piano en el conservatorio de Buenos Aires. “Además, la tía de mi abuela tocaba el violín en el Teatro Colón. Así que definitivamente tenía la música en la sangre y estaba esperando que surgiera una oportunidad”, cuenta el músico y compositor.
Con muchos premios y reconocimientos en su haber, Joseph Sowa encontró la oportunidad que esperaba y fue seleccionado entre más de 70 aspirantes para una residencia del Centro para las Artes Santos de los Ultimos Días en la ciudad de Nueva York.
Joseph Sowa empezó a tocar el violín en tercer grado y cuando estaba en séptimo empezó a componer. Sus primeras creaciones fueron interpretadas por las orquestas de su escuela y al terminar la secundaria tenía muy claro que estudiaría composición musical en la universidad.
“La pasión de lo que hago surgió del hecho de crear. Tocar música de otras personas está bien, pero incluso antes de componer una pieza musical siempre estaba haciendo, creando cosas como un programa de computadora, dibujando, etc. Poder crear mi propia música realmente fusiona mi amor por la música y mi amor por hacer cosas”, señala Joseph Sowa.
Como compositor, Joseph Sowa busca escribir música “que trate sobre algo” y no «como se hacía antes cuando la atención se centraba en la música misma». El músico está convencido que el público moderno “quiere algo a lo que pueda aferrarse para ayudar a dar sentido a los sonidos, particularmente con la música instrumental”.
“Es mucho más fácil componer cuando tengo algo que intento expresar, en lugar de escribir música por la música” y muchas veces una de las cosas de la que le gusta «hablar» es sobre su origen hispano, asegura el compositor.
Escribir sobre la inmigración: “Lo que dejamos atrás”
Como parte del programa en Nueva York, Joseph Sowa trabaja en un proyecto musical para orquesta inspirado en su herencia hispana denominado “Lo que dejamos atrás”.
“La inmigración es un tema importante en Estados Unidos en este momento por lo que escribir esta pieza me permite ayudar a las audiencias orquestales a ser parte de esta conversación. Mi experiencia será muy diferente a la de otros inmigrantes hispanos, pero puedo hablar de lo que es ser hijo de inmigrantes y cómo se necesitan generaciones para adaptarse a vivir a un nuevo país”.
Uno de los personajes centrales en esta pieza musical es la ciudad de Nueva York. A ella se suman las historias musicales de sus antepasados y refleja la lucha de su familia por encontrar “un sentido de hogar después de mudarse a EEUU”.
“Para mí esta historia simboliza la sensación profunda y persistente que he sentido de que aspectos de mi herencia argentina se han perdido en la confusión de la asimilación en este país”, finaliza el artista.
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