Los ministros del llamado Grupo V4 de países centroeuropeos —la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia— fueron acompañados por sus homólogos de Austria y Alemania en una cumbre en Szeged, una ciudad húngara a 8 kilómetros (5 millas) de la frontera con Serbia.
Algunos gobiernos de la UE consideran que el aumento de las migraciones por la llamada ruta balcánica, que conduce a Serbia y Hungría, requiere una respuesta más dura por parte de los países de la región.
El ministro del Interior de la República Checa, Vit Rakusan, quien organizó el encuentro, dijo que la migración es “un desafío compartido” para Europa y que se requieren soluciones para impedir que los migrantes entren al bloque sin autorización legal.
“Todos estamos en la misma ruta migratoria. Compartimos fronteras y la situación en la frontera externa de la UE nos afecta a todos”, declaró. No dio detalles sobre qué medidas específicas se tomarán contra los traficantes.
Rakusan aseveró que las decisiones recientes de gobiernos europeos para reactivar las revisiones fronterizas a lo interno del Espacio Schengen son insostenibles, y que la protección de las fronteras externas será el foco de la cooperación entre los seis gobiernos a partir de ahora.
“Todos queremos mantener vivo el Espacio Schengen”, donde hasta ahora no se realizaban controles, dijo. “Todos sabemos que los controles y revisiones en las fronteras internas no es la solución correcta”.
Unos 13 de los 27 países de la UE han reiniciado revisiones de fronteras con sus vecinos en meses recientes, desviándose de la condición libre de revisiones que hasta ahora tenían las fronteras del Espacio Schengen.
El mes pasado, Eslovaquia reanudó las revisiones en su frontera con Hungría para reducir la cantidad de migrantes que llegaban a su territorio, luego de que los vecinos Austria, República Checa y Polonia impusieron medidas similares en sus fronteras con Eslovaquia.
La decisión se debió en parte a la proliferación de la violencia en el norte de Serbia en meses recientes. Los tiroteos se han vuelto comunes en la frontera con Hungría, donde los migrantes, con la ayuda de traficantes, han buscado maneras de cruzar hacia la UE.