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Rasha Qozast, una palestina de la Franja de Gaza que vive en Chile con su esposo desde el 2016, cuenta que a veces no puede conciliar el sueño y a través de las redes sociales se comunica cuando es posible para saber que sus familiares y amigos «todavía» están vivos.
«Mi pregunta a ellos no es ‘cómo están’. No, la pregunta es si ‘viven todavía'», narró Rasha Qozast a la Voz de América, en alusión a sus intercambios virtuales con sus parientes en Gaza desde que comenzó esta guerra.
«‘Estamos bien, todavía'», le responden mientras suenan las bombas.
Chile es el hogar de unos 500.000 palestinos y sus descendientes, lo que lo ubica en el país receptor de la mayor comunidad de su tipo fuera del territorio árabe. La mayoría rechaza y condena la violencia en la Franja de Gaza.
El más reciente -y por mucho el más mortífero conflicto en la zona- comenzó con el ataque sorpresivo del grupo Hamás a Israel el pasado 7 de octubre, causando la muerte de unas 1.400 personas en Israel y desencadenando la guerra. La contraofensiva israelí, con bombardeos a Gaza desde tierra, mar y aire, está generando una alarma global por la escasez, el colapso de los servicios médicos y víctimas civiles que ya superan los 9.000 muertos.
Qozast se estableció hace siete años en Chile por medio de su esposo, también palestino, Mohammed Albalawi. Ella trabaja como profesora de inglés y árabe y su esposo está revalidando su título de enfermería, ambos tienen un hijo de nacionalidad chilena llamado Kenan.
La pareja afirma que están cómodos en Chile pero preferirían estar en casa junto a sus familiares.
«Chile queda muy lejos, para ir a Palestina hay que tomar muchos vuelos y se necesita mucho dinero para viajar”, afirma esta palestina.
“Hay noches en que no puedo dormir, me pregunto [si] estarán bien. Los mensajes no llegan, no hay internet, no hay luz”, lamenta Qozast. «Cada momento quiero volver. Mi familia, mis amigas, el trabajo antiguo, mis colegas, tías, tíos, primos, primas. Cada calle allá tiene para mí un significado, un recuerdo».
El establecimiento de medio millón de palestinos y sus descendientes residentes en Chile son parte de una diáspora que comenzó hace cinco generaciones atrás, que incluye a quienes escaparon primero de la dominación otomana y después de la ocupación israelí. Hoy son parte integrada a la sociedad chilena.
«Gaza resiste, Palestina existe»
Al grito de «Gaza resiste, Palestina existe», miembros de la comunidad de palestinos en Chile salieron esta semana a las calles a reclamar el fin del conflicto entre Israel y Hamás, que ha costado la vida a miles de civiles, muchos de ellos niños, en los últimos 27 días.
«Es un acto de solidaridad, es un acto de estar, es un acto de compartir con los niños de Palestina y sacar la voz y decir que esto no puede seguir», dijo a la Voz de América durante un evento de protesta esta semana Maurice Khamis, presidente de la Comunidad Palestina en Chile.
Chile canta Palestina
Desde que escaló el conflicto el pasado 7 de octubre, los palestinos en Chile se han organizado para mostrar sus posiciones «contra toda violencia».
Marchas y un concierto esta semana buscaron visibilizar y exigir el fin del conflicto. También hasta la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, ubicada en un barrio de comerciantes palestinos, llegan los reclamos por el fin de esta guerra.
“Obvio [que] cuando pasa algo allá [en Gaza], nosotros nos preocupamos mucho, [hay] muchos parientes de la comunidad están allá, que sufren de todo con los vecinos musulmanes, de toda la ocupación de la tierra por los israelitas”, dijo a la VOA el párroco de la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, Georges Abed.
Los palestinos «no lo pasan bien»
El arraigo palestino en Chile se muestra incluso en el fútbol, a partir de la existencia de un popular club que visibiliza la causa palestina.
«Hoy en día, a raíz de sus distintas muestras de solidaridad y representación con el pueblo palestino, [el Club Deportivo Palestino] se ha consolidado como uno de los símbolos de la causa palestina a nivel mundial, que adquirió mucha popularidad por tratarse de fútbol y de deporte, y de no hablar de política, no hablar de religión», dijo a la VOA José Ignacio Nabzo, encargado de Comunicaciones del Club Deportivo Palestino de Chile.
«Simplemente hablar de una causa palestina que es transversal y que nosotros a través del deporte buscamos darle voz a un pueblo que sabemos: no lo pasa bien», afirmó Nabzo.
«El derecho a defenderse de un Estado tiene límites»: presidente Gabriel Boric
El presidente Gabriel Boric dejó clara la postura de su gobierno durante una visita a Washington, en la que se reunió de forma privada con Joe Biden.
«Como presidente de Chile y como Estado, no dudo ni un segundo en condenar de la manera más enérgica y categórica, los atentados terroristas de Hamás y exigimos por cierto la liberación de todos los rehenes que hasta el día de hoy se mantienen», dijo a reporteros Boric tras su reunión el viernes con Biden.
y a la vez afirmó: «Pero no aceptamos que se nos haga elegir entre uno y otro bando, nosotros optamos por la humanidad. Y tanto esos atentados por parte de Hamás no tienen justificación y merece la condena internacional, como lo que está haciendo hoy día el gobierno de Benjamin Netanyahu también merece nuestra más clara condena».
«El derecho a defenderse de un Estado tiene límites, y esos límites son respetar la vida de civiles inocentes y principalmente niños y niñas», dijo Boric el viernes en la Casa Blanca.
La posición de EEUU
La Casa Blanca ha rechazado los llamamientos de los países árabes y de otras naciones para un alto el fuego total en la guerra, pero quiere más pausas temporales y locales en los combates para permitir la entrada de ayuda en Gaza y la salida de los rehenes en poder de Hamás.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió el viernes a Israel que tome medidas para proteger a los civiles en Gaza, mientras sus fuerzas seguían bombardeando el enclave palestino y aumentaba el número de muertos entre los residentes.
El ejército israelí dijo que sus soldados estaban luchando contra militantes de Hamás en combates cuerpo a cuerpo en las calles en ruinas después de rodear la ciudad de Gaza, a fin de acabar con el grupo islamista que controla el pequeño territorio densamente poblado.
Blinken está visitando la región por segunda vez en menos de un mes para mostrar su apoyo a Israel, su estrecho aliado. El secretario de Estado reiteró que Israel tiene derecho a «hacer todo lo posible» para garantizar que un ataque semejante no vuelva a repetirse.
No obstante, hizo una advertencia.
«Es muy importante, cuando se trata de proteger a los civiles atrapados en el fuego cruzado de Hamás, que se haga todo lo posible para protegerlos y llevar ayuda a quienes la necesitan tan desesperadamente, que no son en modo alguno responsables de lo ocurrido el 7 de octubre», afirmó Blinken.
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