La política exterior fue plato fuerte en el tercer debate de cinco de los seis aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano de Estados Unidos que se vieron las caras en el teatro Adrienne Arsht Center, en Miami.
El exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie; la ex embajadora de EEUU ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el empresario estadounidense Vivek Ramaswamy y el senador de Carolina del Sur, Tim Scott, manifestaron su apoyo abierto a Israel en su guerra contra los militantes palestinos de Hamás.
No faltaron críticas fuertes en contra del también aspirante y gran ausente del debate, el expresidente Donald Trump, quien se perfila como favorito para ganar la nominación partidista de cara a las presidenciales, según encuestas, en medio de cuatro procesos penales en su contra.
A menos de un año de las presidenciales y el primer proceso de elecciones internas republicanas a las puertas, en Iowa el próximo 15 de enero, el debate también abordó temas como la guerra en Ucrania, el conflicto China-Taiwán, Irán, la política económica de la Casa Blanca, el manejo de la frontera sur con México y el levantamiento temporal de sanciones al régimen de Venezuela.
“El debate público es parte del sistema democrático de EEUU. Ha sido el tercer debate y vendrán otros más, y cuando republicanos y demócratas seleccionen el candidato que aspirará a la presidencia habrá otras discusiones, debates abiertos y transparentes”, dijo a Martí Noticias Simón Ferro, ex embajador de EEUU en Panamá (1999-2001).
Ha sido la tercera oportunidad que han tenido los aspirantes para proyectar sus plataformas y dar la cara ante millones de votantes.
Maribel Malbín, de la Liga de Mujeres Votantes, consideró que los debates son como una pelea de boxeo, en la que el candidato va a tratar de propinar el mejor y el más contundente de los golpes.
“Lo que hemos visto es que no ha habido un ganador franco. El candidato, si no puede dar un golpe fuerte, tiene que evitar recibirlo. Y si no gana, debe salir ileso”, comentó Malbín.
Después de dos horas enredados en diferencias menores, pareciera que la contienda republicana será una carrera a decidir un distante segundo lugar. Para el abogado José García-Pedrosa, declarar un ganador en el debate es puramente subjetivo.
“No hay un método científico, ni matemático, para determinar un ganador en el debate. Las cadenas televisivas convocan a un panel de expertos para que comenten la actuación de los candidatos y, muchas veces, de ahí sale un consenso sobre el candidato que mejor lo hizo”, dijo el ex administrador de la ciudad de Miami.
Trump contraataca en mitin de campaña en Hialeah
A poco más de 15 kilómetros del Adrienne Arsht Center, el expresidente Donald Trump dijo esperar que los votantes lo envíen de regreso a la Casa Blanca porque «nunca dejaremos de luchar para salvar al EEUU que amamos».
El mitin político, celebrado a todo lleno en el estadio Ted Hendricks, en Hialeah, fue un contragolpe al debate que celebraron los otros cinco candidatos, dijeron observadores.
En un discurso a sus seguidores, Trump comparó los procesos penales que enfrenta en EEUU con enjuiciamientos políticos a manifestantes y activistas en Cuba y otros regímenes totalitarios.
«Al igual que el régimen cubano, el régimen de Biden está tratando de encarcelar a su oponente político (…). No somos nosotros los que ponemos en peligro la democracia estadounidense, somos los que la salvamos», afirmó el expresidente.
Es la tercera vez que el magnate de bienes raíces opta por ausentarse de un debate electoral convocado por el Comité Nacional Republicano.
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