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La tercera votación para elegir presidente de la Cámara de Representantes en la mañana del viernes terminó con un peor resultado para el representante Jim Jordan quien no solo acumuló una nueva derrota, sino que perdió votos adicionales de su propio partido.
El republicano por Ohio solo pudo alcanzar 194 votos, dejándolo corto de los 214 que necesitaba para quedarse con la presidencia del cuerpo legislativo. Jordan perdió 25 votos republicanos en la tercera ronda, mientras en la segunda había perdido 22 y en la primera, 20.
En esta votación habían 429 miembros presentes, lo que redujo el número necesario de votos para ganar. Aún así, ni Jordan, ni el nominado demócrata Hakeem Jeffries, lograron el acumulado necesario.
Jeffries alcanzó los 210 votos de la bancada demócrata.
En esta ocasión fue el expresidente de la Cámara, Kevin McCarthy, el encargado de presentar la nominación de Jordan ante el pleno, asegurando que su compañero republicano es un “legislador efectivo”. Sus palabras causaron rechazo del lado demócrata, quienes reaccionaron con risas y abucheos.
Al terminar la votación, McCarthy salió del pleno y aseguró ante preguntas de reporteros que ahora «dependerá de Jim (Jordan)» tomar una decisión sobre su candidatura.
Por otro lado, Jeffries aseguró previo a la votación que el partido demócrata»reconoce que Jim Jordan es un peligro claro y presente para el pueblo estadounidense y estaremos aquí todo el tiempo que sea necesario».
Los republicanos controlan la Cámara por un margen de 221 a 212, y Jordan no ha obtenido más de 200 votos hasta ahora.
En una rueda de prensa previa a la votación, Jordan había asegurado que que la Cámara necesita tener un presidente para poder retomar la ayuda a Israel y otros asuntos.
Los oponentes de Jordan ya habían establecido que esta ronda podía ser peor que antes.
El representante de Nueva Jersey, Tom Kean, fue uno de los republicanos que votó en contra de Jordan en la tercera ronda pese a haberlo apoyado en los dos intentos anteriores.
«Con mucho respeto, se ha convertido evidente que el representante Jordan no tiene y no tendrá los votos para convertirse presidente (de la Cámara)… por lo tanto emitiré mi voto por Kevin McCarthy», escribió Kean en la red social X.
Continúa la incertidumbre en la Cámara
La estrecha mayoría republicana no ha logrado unirse en torno a Jordan ni a ningún otro candidato para sustituir a McCarthy, que fue destituido por un puñado de miembros de su partido el 3 de octubre. Tampoco han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre un plan alternativo que permita a la Cámara aprobar legislación.
Jordan se reunió el jueves en privado con algunos de los 22 republicanos que habían votado en su contra el martes, pero los opositores, algunos de los cuales han recibido amenazas de muerte, se mostraron impasibles.
«Todos le dijimos que somos firmes en el no. Esa fue la discusión. Ahora tiene que tomar una decisión», dijo a la prensa el congresista republicano Vern Buchanan tras la reunión.
Jordan, aliado cercano de Donald Trump, fue un «actor importante» en los intentos del expresidente de anular la victoria electoral de Biden en 2020, según una investigación del Congreso.
«Creo que hubo todo tipo de problemas con las elecciones de 2020, y lo he dejado claro», dijo en la conferencia de prensa.
Los republicanos también están divididos sobre una opción de respaldo que podría permitir a la cámara abordar asuntos urgentes, como una legislación de gasto que permitiría al gobierno estadounidense seguir funcionando más allá de la fecha límite del 17 de noviembre, y un paquete de ayuda exterior que podría ascender a 100.000 millones de dólares.
Ese plan daría más autoridad al representante republicano Patrick McHenry, quien ocupa el puesto de presidente de manera temporal. Los demócratas de la Cámara de Representantes y la Casa Blanca han dicho que están abiertos a la idea, pero los republicanos rechazaron ese enfoque en una reunión a puertas cerradas el jueves.
McHenry, aunque votó por Jordan, recibió seis votos a favor durante la tercera ronda de votación.
Steve Scalise, el primer nominado republicano que se retiró de la contienda antes de ir a votación, recibió el apoyo de ocho de sus co-partidarios. Mientras McCarthy, tuvo dos votos a favor.
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