Roberto Perdomo Díaz, líder de la emblemática agrupación de ex prisioneros políticos cubanos “Plantados hasta la Democracia y la Libertad de Cuba” (Plantados), falleció a los 89 años en un hospital de la ciudad de Miami, en la madrugada del domingo 8 de octubre.
El campesino de La Villas fue prisionero político de Fulgencio Batista y posteriormente de Fidel Castro.
El que llegó a ser Capitán del Ejército Rebelde, fue detenido en 1961 y condenado en un juicio sumario a 28 años de prisión.
Durante su encarcelamiento, como el resto de los Plantados, se negó a vestir el uniforme de los presos comunes y realizó varias huelgas de hambre, entre otras acciones de oposición al régimen comunista.
«En 1986 marchó al exilio en los Estados Unidos, donde continuó su lucha por la libertad de Cuba hasta los últimos días de su vida, durante su exilio fungió como Presidente de la organización patriótica, “Plantados hasta la Democracia y la Libertad de Cuba», destaca la organización de exiliados Asamblea de la Resistencia Cubana.
En su despedida, que tuvo lugar el miércoles en la funeraria Caballero Rivero, acudieron sus hermanos de causa, algunos vistiendo una gorra que los identifica como Plantados.
El periodista Pedro Corzo, director del Instituto de la Memoria Histórica, dijo que Perdomo «fue un ejemplo siempre del hombre que es capaz de defender sus ideales al costo que fuera».
El preso político cubano Jorge Luis García Pérez (Antúnez) recordó que el líder de Plantados «siempre estuvo en la primera línea de combate y siempre con esa sonrisa , entusiasmo y fe».
Antúnez destacó la participación de Perdomo «en las luchas estudiantiles contra la dictadura de Batista», «en los años de presidio político por combatir a Batista», «en los momentos de enfrentarse a Castro», «en las labores de conspiración y enfrentamiento armado contra la naciente tiranía castrista», «en la rebeldía del trabajo forzado en las canteras de Isla de Pinos», entre otros momentos relevantes.
El director de cine Lilo Vilaplana, realizador del filme «Plantados», inspirado en la historia de Perdomo y otros presos políticos cubanos que no pudieron doblegar, lo despidió en sus redes sociales con un breve comentario: «Se fue un grande».
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