Se suicida experiodista de servicio en farsi de la Voz de América tras exigir liberación de reos

Un experiodista del servicio en farsi de la Voz de América se suicidó saltando desde un edificio en la capital de Irán en protesta contra el líder supremo del país y una continua represión al disenso en la República Islámica, informaron las autoridades el jueves.

Un funcionario de la presidencia de Irán reconoció el miércoles por la noche la muerte de Kianoosh Sanjari, de 42 años, quien anteriormente había exigido la liberación de cuatro presos detenidos en el país y amenazó con quitarse la vida si no eran liberados.

Ali Raniei, un asesor social del presidente reformista iraní Masoud Pezeshkian, dijo que la muerte de Sanjari debería ser objeto de una revisión gubernamental. Calificó el aumento de suicidios en el país por parte de jóvenes como “alarmante”, según declaraciones publicadas por la agencia de noticias estatal IRNA de Irán.

Sanjari trabajó para la VOA desde 2008 hasta 2013. También era conocido como activista político disidente en Irán. Pasó dos años en prisión por cargos de seguridad en el país después de regresar a Irán tras vivir en el extranjero en 2016.

Michael Abramowitz, director de la VOA, ofreció sus condolencias en un correo electrónico al personal el jueves.

“A pesar de la represión inimaginable, los valientes iraníes continúan arriesgando sus vidas para hacer oír sus voces”, escribió Abramowitz. “Tengo un gran respeto por aquellos que usan sus voces para transmitir la verdad al pueblo de Irán. Eso incluye a muchos de ustedes, y ciertamente a Kianoosh”.

Se cree que Reza Valizadeh, otro experiodista del servicio en farsi de la VOA, ha permanecido detenido por Irán durante meses ahora en un caso separado.

Irán ha enfrentado años de agitación en medio de tensiones más amplias con Occidente, más recientemente con las protestas nacionales que siguieron a la muerte en 2022 de la joven Mahsa Amini.

Los empleos también siguen siendo escasos y la moneda del país, el rial, continúa su colapso de años frente al dólar estadounidense, lo que agrava aún más la vida de los iraníes.