Desde el comienzo de la guerra de Israel contra Hamás, se han registrado varios incidentes antisemitas e islamófobos en algunas universidades de Estados Unidos.
Los episodios llegaron hasta el Congreso, donde las rectoras de tres reconocidas universidades, como Harvard y la Universidad de Pennsylvania, debieron responder a las preguntas de legisladores de la Cámara de Representantes, sobre si se esforzaron o no lo suficiente para proteger a los estudiantes contra crímenes de odio.
Elise Stefanik, Legisladora republicana de Nueva York tuvo un animado diálogo con las rectoras, preguntando: «¿Llamar al genocidio de los judíos viola el código de conducta de la universidad de Pennsilvania en lo que respecta a la intimidación y el acoso? ¿Sí o no?
Liz Magill, Rectora de la Universidad de Pensilvania, contestó: “Puede ser acoso”.
Elise Stefanik prosiguió: «La respuesta es sí. ¿Y para doctora Gay de Harvard, llamar al genocidio de judíos viola las reglas de intimidación y acoso de Harvard? ¿Sí o no?»
Claudine Gay, Rectora de la Universidad Harvard, contestó: “Puede ser, dependiendo del contexto.”
¿Cuál contexto?”, dijo Stefanik.
Y Gray: «Cuando es dirigido individualmente o dirigido a una persona”.
Varios donantes de las universidades y algunos políticos reaccionaron a las respuestas de las rectoras solicitando sus renuncias; al tiempo que algunos suspendieron los donativos.
Hasta el momento, las universidades no han tomado acción alguna. Las rectoras, posteriormente, condenaron los llamados a la violencia.
Liz Magill en el X de la Universidad de Pennsylvania grabó un video diciendo:
«No me centré, pero debería haberlo hecho, en el hecho irrefutable de que un llamado al genocidio del pueblo judío es un llamado a uno de los actos de violencia más terribles que un ser humano pueda perpetrar. Es malvado, simple y llanamente”.
Los presuntos casos de islamofobia ocurridos en universidades estadounidenses aún no han sido abordados por el Congreso.
Sin embargo, la Cámara baja ahora abrió una investigación sobre los entornos de aprendizaje y las políticas disciplinarias de Harvard, la Universidad de Pensilvania y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.