¿Cuál es la propuesta energética de la oposición venezolana que busca atraer a empresas extranjeras?
La oposición venezolana liderada por María Corina Machado presentó este jueves una propuesta orientada a privatizar la industria petrolera del país, aumentar la producción a más de 3 millones de barriles diarios y convertir a Venezuela en el “centro energético de las Américas”.
El liderazgo opositor, que denuncia fraude en los comicios presidenciales del año pasado y que se acredita con actas el triunfo electoral, presentó sus propuestas en el CERAWeek 2025 de S&P Global, la principal conferencia del mundo en ese sector.
El excandidato presidencial Edmundo González aseguró que el país puede lograr, con las “políticas correctas”, un crecimiento “rápido y sustentable” en el sector energético y que el plan de gobierno “Venezuela tierra de gracia” está diseñado en ese sentido.
Machado, a quien González nombraría vicepresidenta en caso de lograr asumir la presidencia como sigue planteando, propuso la privatización de la industria petrolera y gasífera del país.
“Será 100 % gestionada por el sector privado, mientras que el gobierno actuará únicamente como un regulador transparente”, dijo desde la clandestinidad en un video dirigido a compañías energéticas globales.
Además, busca garantizar la protección a la inversión dentro del marco legal venezolano para propiciar «estabilidad y seguridad a largo plazo”. También propone que los campos de petróleo y gas estén abiertos a la operación privada con “plenas garantías de derechos de propiedad” y que la participación del Estado sea subastada de manera transparente.
El proyecto de reforma también ofrece incentivos fiscales competitivos para “acelerar la inversión y el desarrollo”, permitiendo que los ingresos sean reinvertidos en infraestructura, educación y crecimiento económico.
Permitiría a los socios actuales de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) modificar sus contratos a términos más beneficiosos.
El miércoles, un día antes de la presentación, el gobierno venezolano calificó la propuesta como una «aberración», y un «intento desesperado por regalar» la soberanía a intereses extranjeros.
«Repudiamos esta maniobra entreguista de la ultraderecha apátrida, que pretende congraciarse con poderes corporativos y enemigos de la patria. Estos lacayos promueven agendas que sólo benefician a sus aliados externos, ignorando que Venezuela es soberana y dueña de sus recursos», escribió el canciller Yvan Gil en sus redes sociales.
Gil insistió en que el gobernante Nicolás Maduro activó un plan de independencia productiva, y que la industria petrolera «seguirá siendo un pilar fundamental para el desarrollo nacional, bajo control del Estado y en beneficio del pueblo».
Maduro dijo esta semana que, sobre la base de las leyes, las puertas del país están abiertas para todas aquellas inversiones extranjeras en petróleo, gas, petroquímica y refinación.
“El que quiera venir a trabajar con nosotros puertas abiertas, alfombra roja y abrazos de amor, el que quiera venir. El que no pueda venir porque se lo prohíban lo queremos mucho, pero nosotros vamos a seguir produciendo, lo lamentamos mucho al que le prohíban por un decreto imperial producir y ganar dinero en Venezuela», manifestó el gobernante.
La nacionalización de la industria hace dos décadas bajo el expresidente Hugo Chávez y los impagos de deuda han dado lugar a decenas de demandas y arbitrajes, algunos de los cuales siguen sin resolverse. Muchos acreedores están detrás del activo más valioso de Venezuela, el refinador estadounidense Citgo Petroleum.
Venezuela posee las mayores reservas de crudo del mundo y las mayores reservas de gas natural de Latinoamérica, pero ha recibido poca inversión en las últimas décadas debido a la inestabilidad política, las políticas nacionalistas y las sanciones estadounidenses.
[Con información de Reuters]
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