13 curiosidades que no sabías del faro del morro de La Habana

El Faro del Morro es una de las construcciones más reconocidas de La Habana y guarda en su historia muchos detalles interesantes.

Curiosidades que no sabías del faro del morro de La Habana

1. No fue el primero en la fortaleza

La primera construcción en el Castillo de los Tres Reyes del Morro no fue un faro, sino una atalaya destinada a vigilar la llegada de barcos enemigos o aliados.

Esta estructura rudimentaria fue reemplazada tras la toma de La Habana por los ingleses en 1762, cuando se decidió construir un faro formal.

2. La torre actual fue inaugurada en 1845

El Faro del Morro, tal como lo conocemos hoy, se encendió por primera vez el 24 de julio de 1845, durante el cumpleaños de la Reina María Cristina de España.

Este nuevo faro sustituyó una construcción anterior que ya no cumplía su función de guiar a los barcos de manera efectiva.

3. La lente del faro viene de París

La lente del Faro del Morro fue adquirida en la Exposición Internacional de París en 1844. Se trata de un sistema de lentes de Fresnel, inventado por el físico Augustin Fresnel, que permite que la luz del faro alcance una mayor distancia con menor consumo de energía.

4. Emite dos destellos cada 15 segundos

Una curiosidad interesante es que el Faro del Morro tiene un código lumínico propio: emite dos destellos cada 15 segundos. Este patrón ayuda a los marineros a identificar que están cerca de La Habana, ya que cada faro en el mundo tiene una señal distintiva.

5. Su luz alcanza 27 millas náuticas

La potente luz del faro puede ser vista desde una distancia de 27 millas náuticas, lo que equivale a más de 50 kilómetros. Este alcance es posible gracias al sistema de lentes de Fresnel, que revolucionó la tecnología de los faros a nivel mundial.

6. Tiene una torre de 25 metros de altura

La torre del faro mide 25 metros desde su base, pero gracias a su ubicación sobre el Castillo del Morro, su altura total alcanza los 45 metros sobre el nivel del mar. Esto lo hace visible desde distintos puntos de La Habana, especialmente desde el famoso Malecón.

7. Fue electrificado en 1945

Aunque el Faro del Morro fue encendido por primera vez en 1845 utilizando aceite de colza como combustible, no fue hasta 1945, exactamente 100 años después, que se electrificó. Este cambio permitió que su luz fuera más brillante y constante.

8. Su funcionamiento es en parte manual

A pesar de su modernización, el Faro del Morro sigue siendo operado de manera manual. El mecanismo que hace girar la luz necesita ser activado por un guardián del faro, quien le da cuerda para que funcione durante unas tres horas y media. Si no se le da cuerda, el faro dejaría de girar.

9. Cuenta con una escalera de 170 peldaños

El acceso a la cima del faro se realiza a través de una escalera de caracol de 170 peldaños. A medida que se sube, la escalera se va haciendo más estrecha, lo que añade un nivel de dificultad al ascenso, pero las vistas panorámicas desde arriba hacen que el esfuerzo valga la pena.

10. Fue conocido como «Faro O’Donnell»

Aunque hoy se le conoce simplemente como el Faro del Morro, en sus primeros años fue bautizado como Faro O’Donnell en honor al Capitán General Leopoldo O’Donnell, un importante militar español del siglo XIX. El nombre original cayó en desuso con el tiempo.

11. Fue testigo de grandes eventos históricos

Desde su construcción, el faro ha sido testigo de numerosos eventos históricos en La Habana, incluyendo la toma de la ciudad por los ingleses en 1762, las guerras de independencia y la Revolución Cubana. Ha visto pasar siglos de historia cubana desde su lugar privilegiado en la entrada de la Bahía de La Habana.

12. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad

El Faro del Morro, junto con el Castillo de los Tres Reyes del Morro y otras fortificaciones de La Habana Vieja, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. Esta distinción reconoce su valor histórico, arquitectónico y cultural.

13. Es un símbolo en la cultura cubana

El Faro del Morro ha inspirado varios dichos populares en Cuba, como “Es más viejo que el Morro” y “El último que se vaya que apague el Morro”. Estas frases reflejan tanto la antigüedad como la importancia del faro en la vida cotidiana y cultural de los cubanos.

Palabras finales

Para concluir, el faro del morro no es solo una torre que ilumina el camino de los barcos en la Bahía de La Habana, sino un testigo silencioso de la historia de Cuba.

Desde sus orígenes como una simple atalaya hasta su electrificación en el siglo XX, el faro ha guiado a marineros y ha sido un símbolo cultural enraizado en el corazón de los cubanos.

Hoy, con su poderosa luz visible a 27 millas náuticas, sigue siendo un emblema de la resistencia, la historia y el orgullo nacional.